El pasado viernes, Pedro Rocha acudió a los juzgados de Majadahonda para declarar como testigo –por tanto con obligación de decir verdad– ante la magistrada que investiga varios casos de corrupción en la Federación de Fútbol (RFEF) durante la época de Luis Rubiales, del que Rocha ha sido vicepresidente y vicepresidente económico, además de delfín como presidente de la gestora. Rocha entró como testigo y salió como investigado. El vídeo de su declaración, al que ha tenido acceso elDiario.es, muestra cómo avanzan las preguntas en una sesión tensa, llena de evasivas, “no lo sé” y alguna contradicción.
Una de las preguntas que más repitió el juez fue sobre su función en la Federación y el contrato de la Supercopa, que se llevó a Arabia Saudí a cambio de 40 millones anuales para la RFEF y 4 millones anuales para el futbolista y empresario Gerard Piqué, de quien también se están investigando sus cuentas en Andorra. El motivo del interés de la justicia es que Andreu Camps, exsecretario general de Rubiales, declaró ante la misma jueza en febrero que la comisión económica que presidía Rocha debía visar todos los contratos y también el de la Supercopa, motivo por el cual las preguntas del interrogatorio fueron encaminadas a determinar las funciones de esa comisión y la responsabilidad del actual único candidato a presidir la RFEF
Interrogado Rocha sobre por qué Rubiales lo eligió vicepresidente económico en 2020, no da una respuesta clara ni vinculada a sus méritos: “Lo haría porque era uno de los miembros de más edad y tengo buena imagen, y era el perfil seguramente”. “Mi función era representativa”, insistió en numerosas ocasiones, quitándose de las responsabilidades de gestión que, según él, llevaban los directores de departamento, cuatro de ellos imputados. Rocha también contestó al juez que su titulación académica “es la vida”, que cuando llegó a la gestora se puso el mismo sueldo que Rubiales –mas de 600.000 euros anuales– e insistió en sus méritos para ser vicepresidente con un “no lo sé”, frase que repitió en numerosas ocasiones, además de declararse empresario.
Durante toda la declaración, Rocha dijo no saber “nada” del contrato de la Supercopa, pese a que Camps había afirmado que debía pasar por su comisión. ¿Ni siquiera cuando dimitió su colega la vicepresidenta de Integridad por ello supo de qué iba?, le pregunta el fiscal, a lo que Rocha contestó con evasivas y alegando que no le preguntó el motivo. El candidato a presidente se aferró durante su declaración a que ese contrato con Arabia, como el de la constructora Gruconsa a la que se investiga por las obras en el estadio de La Cartuja, no pasó por la comisión económica que él presidía.
Declaró no saber nada tampoco de la contratación del bufete de otro implicado, Tomás González Cueto, ni para qué se le contrató. Sin embargo, al llegar en el interrogatorio al último contrato de Gruconsa, con Rocha ya de presidente de la gestora, el candidato se limita a decir que le informaron de que había sido elegida esa empresa –pese a las sospechas ya anteriores sobre esta constructora–, pero que la decisión fue de los técnicos.
Las preguntas del fiscal son respondidas a veces con evasivas o cierto malestar, sobre todo ante la insistencia de cómo pudo no haberse enterado del contrato de Arabia Saudí o cómo dice que no tenía firma si tenía poderes de representación de la RFEF ante notario: “¿Poderes de...? Era un cargo representativo”, insiste. “¿Dónde pone eso de que usted era un cargo de representación?”, le repregunta el fiscal, a lo que Rocha no sabe responder. De hecho, llega a decir: “Me estoy enterando ahora de que hay una prórroga de Arabia, porque no pasó por la comisión económica”. El fiscal le replica: “¿Entonces usted hasta ahora no sabía hasta cuándo se juega en Arabia Saudí la Supercopa?”.
Las preguntas y respuestas se van repitiendo en este tono, hasta que el fiscal explica que su condición pasa de testigo a investigado, por lo que declarará con abogado, a lo que asiente la magistrada ante un Pedro Rocha que queda perplejo y pide una explicación.