Pedro Sánchez ha concretado un poco más cómo debería ser el gobierno en coalición por el que apuesta con mayor claridad desde este miércoles, cuando reconoció que no tiene fuerza parlamentaria suficiente como para que sea “monocolor”. El líder del PSOE ha abierto la puerta de ese gabinete a Albert Rivera: “Lo que los españoles han expresado en las urnas es que el Gobierno no sea partidista, que no sea monocolor, que no sea solamente de izquierdas sino que sea con distintas formaciones tanto en el centro-derecha como en la izquierda”, ha dicho en declaraciones a los periodistas en A Coruña.
El líder socialista defiende que no ha cambiado de postura y que siempre ha apelado a la necesidad de un acuerdo “transversal” que englobe a la izquierda y a la derecha. “Desgraciadamente la el bloque de izquierdas no suma”, ha reiterado. La posibilidad de que Rivera entre en el Gobierno tras el acuerdo alcanzado entre ambas formaciones choca con lo que el presidente de Ciudadanos defendió durante la campaña en la que reiteró que no entraría en ningún gobierno del si no era la primera fuerza.
Sánchez aboga, además, por incluir a “profesionales independientes de reconocido prestigio” para que impulsen tres áreas: la lucha contra la desigualdad, acabar con la corrupción y frenar el desempleo. Desde el PSOE hablan de Ángel Gabilondo como uno de los ejemplos que podría integrarse en el Ejecutivo y que, a su juicio, no podría ser rechazado ni por Podemos ni por Ciudadanos.
Sánchez ha insistido en que no se cierra “a ninguna formulación” para formar el Gobierno. Es una respuesta que ha mantenido desde las elecciones y con la que ha evitado desde entonces responder a la pregunta de si haría a Pablo Iglesias vicepresidente, tal y como le reclamó el líder de Podemos. Sánchez reiteró desde la oferta de Podemos que hablaría de “sillones” una vez alcanzado el acuerdo sobre los contenidos.
Fue su número dos, César Luena, el que admitió que la “preferencia” del PSOE era tener un gobierno “monocolor” en contra de lo que ahora defiende Sánchez: “No apuesto por un gobierno monocolor, quiero un gobierno de coalicion y sobre todo un gobierno con independientes de reconocido prestigio”, ha reiterado este jueves.
El secretario general del PSOE ha defendido la posible candidatura del líder socialista en Galicia a las elecciones que se celebrarán este año. José Ramón Gómez Besteiro está imputado por presuntos tráfico de influencias, cohecho y prevaricación en su etapa como concejal. “No solo es un extraordinario político sino también un amigo al que conozco desde hace mucho tiempo y yo confío en su inocencia”, ha expresado en una entrevista en La Voz de Galicia.
Además, Sánchez ha respaldado la decisión del líder gallego de retrasar las primarias hasta que se resuelva la gobernabilidad del país y ha asegurado que la imputación de Besteiro no supone un problema para su candidatura y ha recordado que el código ético del PSOE fija en la apertura del juicio oral el abandono de los cargos públicos. En el acuerdo rubricado con Rivera, establece que los cargos públicos tendrán que renunciar en el momento en que sean investigados; pero en documento establece que será a partir de que se firme, es decir, siempre que la investigación les afecte desde el 22 de febrero de este año.