Sin grandes problemas. Así cree el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que transcurrirá el trámite presupuestario español en la Comisión Europea, a pesar de la carta de Bruselas en la que pide “a las autoridades españolas” que lleven los presupuestos al Parlamento “lo antes posible” y que remitan a Bruselas lo remitido para que no haya “grandes diferencias” entre el proyecto presupuestario y los presupuestos definitivos.
“Es la tercera carta en tres años que recibe el Gobierno de España”, ha afirmado Sánchez en Bruselas tras el Consejo Europeo: “Sólo les pido que la comparen con la carta de lo que se le pedía al gobierno en 2017 y 2016 y vean la diferencia a favor de este año por la confianza que hay en España”.
Sánchez ha explicado que el mensaje que recibió tras reunirse con los presidentes del Consejo y la Comisión, Donald tusk y Jean-Claude Juncker, “es de confianza en España”. “Quizá para los ultraconservadores”, ha añadido, “las cuentas no cuadren, pero es una propuesta presupuestaria que por primera vez en 12 años recoge un superávit primario, que rebaja en un 0,4% el déficit estructural y en dos puntos, la deuda pública. Vamos a cumplir con los objetivos de déficit”.
Sánchez ha recordado que “España está bajo el procedimiento de déficit excesivo y lo que estamos planteando es que España salga del procedimiento de déficit excesivo. Es normal que las instituciones pidan más información. Verán que hay confianza en este Gobierno. Está y se percibe, pese a los enredos de la oposición: es impropio de un partido de gobierno ir trabajando en contra de los intereses de tu país fuera de España.
La carta de Bruselas al Gobierno español a la que ha tenido acceso eldiario.es, explica lo siguiente: “Aunque la presentación del proyecto de presupuestos de España cumple con el calendario establecido [...], la ausencia de una propuesta legislativa describiendo las medidas anunciadas en el proyecto hace que sea muy difícil evaluar su impacto presupuestario y señala algunos riesgos de aplicación de los objetivos presupuestarios”.
De acuerdo con el texto de Bruselas, España debe enviar “lo antes posible al Parlamento el proyecto de presupuestos detallando las medidas enviadas a Bruselas y asegurar que cumplen con los objetivos fiscales de España”.
“Para evitar que haya diferencias sustanciales entre el proyecto presentado en Bruselas y el presupuesto finalmente sometido al Parlamento”, concluye la carta, “le invitamos a enviar lo antes posible un proyecto de presupuestos actualizado a la Comisión y el Eurogrupo”.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se mostraba confiado este miércoles a su llegada a Bruselas tras reunirse con el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker. ¿Qué mensaje llevaba Juncker sobre los Presupuestos? “Sobre todo, demostrarle la cooperación, colaboración y el compromiso de España con Europa”. ¿Y qué mensaje recibió? Positivo. Según fuentes de la delegación español, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, había expresado a Pedro Sánchez una impresión positiva de la Comisión a las cuentas españolas y las perspectivas financieras, “en comparación con otros países”, en alusión a Italia, país con el que las instituciones comunitarias tienen un enfrentamiento por sus “presupuestos expansivos”.
En todo caso, el acuerdo presupuestario entre el Gobierno y Unidos Podemos necesita del apoyo de nacionalistas vascos y catalanes, y pasar por el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta y aprovechará para entorpecer la tramitación todo lo posible.
El propio presidente del PP, Pablo Casado, está haciendo campaña en la capital comunitaria en contra de las cuentas. “Vengo a hablar de la situación española, y la situación es que hay unos presupuestos que van a suponer más déficit, más deuda y más paro”, ha afirmado el presidente del PP en Bruselas antes de entrar a la reunión del PPE: “No se puede permitir que Pedro Sánchez haga como José Luis Rodríguez Zapatero y se gaste 6.000 millones innecesarios en su campaña electoral”.
Está previsto que la Comisión pida aclaraciones, además de España, a Francia, Bélgica, Portugal e Italia. La de Italia será diferente, porque con ella hay un enfrentamiento abierto al considerar las instituciones comunitarias que sus presupuestos ponen en riesgo la zona del euro.