Pedro Sánchez termina su ronda de conversaciones con los barones con una cosa en claro: el PSOE tiene que decir 'no' al PP por ahora. Sin embargo, los dirigentes territoriales difieren en qué tendrán que hacer los socialistas en los siguientes capítulos de la investidura de Mariano Rajoy. Del Comité Federal que se celebra este sábado saldrá, no obstante, una posición unánime de votar en contra del presidente en funciones. El líder socialista, que romperá su silencio tras el 26J, anunciará ese 'no' en su discurso “de forma clara y sin ambages”, según fuentes de Ferraz.
En lo que han coincidido todos los líderes que han pasado en los últimos días por la sede federal del PSOE es en dejar la pelota en el tejado de Rajoy, a quien emplazan a buscar los apoyos que necesita en la derecha parlamentaria y a “dejar en paz” al PSOE, según ha concretado el aragonés Javier Lambán: “Lo que tiene que hacer el señor Rajoy es dejar de hacer footing por la mañana y fumar puros por la tarde y ponerse a trabajar”. “Estoy convencido de que si se lo propone lo conseguirá. Él estuvo en la comisión negociadora del 96 y en 48 horas pasó del 'Pujol enano habla castellano' a hablar catalán en la intimidad. Si hace un ejercicio la mitad de osado que aquel tendrá un gobierno más pronto que tarde”, ha expresado el presidente de Aragón.
Susana Díaz y Javier Fernández, los dos presidentes, de Andalucía y Asturias, más críticos con la gestión de Sánchez, han evitado hacer declaraciones tras reunirse con él apenas 12 horas antes de la reunión del Comité Federal, pero ambos comparten que los socialistas deben quedarse en la oposición ante el mal resultado cosechado el 26J. En esa misma línea se han pronunciado los barones con más peso del PSOE, cinco de los seis presidentes autonómicos socialistas.
Algunos socialistas reconocen que acabarán abriendo la puerta a la abstención para evitar terceras elecciones. Es el caso del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que sostiene que el 'no' a Rajoy “es claro”: “Lo es ahora y, por la información que tengo, lo va a ser en el futuro más inmediato porque no creo que cambien las condiciones”, ha expresado.
No obstante, reconoce que el PSOE podría estudiar “con otro sosiego” su posición en el caso de que Rajoy se presente a la investidura con más apoyos que sus 137 diputados. Es una idea compartida por numerosos dirigentes del PSOE, que instan al presidente en funciones a buscar apoyos. “Lo que no puede ser es que los que han ganado pretendan que los que hemos perdido les solucionemos el problema”, ha expresado el líder extremeño.
La abstención pasará factura
“Si consigue convencer a otras formaciones y al final estamos hablando de un mínimo margen de votos, cambia el panorama y seguramente cambia el concepto del país”, ha reconocido García-Page, que, en todo caso, descarga la responsabilidad de esa abstención en el secretario general: “Cuando vas conduciendo, hay un punto ciego en el retrovisor en el que no se ve. Nadie queremos encontrarnos con él pero en ese momento no hay más remedio que confiar en el conductor. A Pedro Sánchez le sobra experiencia e intuición como para tomar la decisión que nos convenga al país y al PSOE”, ha defendido.
García-Page ha insistido en que la decisión última sobre la abstención la tendrá que tomar Sánchez únicamente. En el PSOE admiten que quien tome esa decisión se verá penalizado y todos miran al congreso en el que se dirimirá el liderazgo del partido. “Quien hace la abstención, la paga”, reconocía un barón recientemente.
El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, que abogó tras el 26J por una “abstención mínima en el último momento” para evitar el bloqueo, ha rebajado el tono este viernes porque considera que no le pueden dar hecho el trabajo a Rajoy. “Lo que tenga que ocurrir ya veremos”, ha dicho sobre una posible abstención en el futuro.
En esa línea, varios dirigentes territoriales han admitido que el PSOE podría celebrar un nuevo Comité Federal próximamente para cambiar su 'no' inicial. “Siempre queremos pasar al futuro pero el futuro llega y cuando llegue el futuro será el momento de tomar nuevas decisiones”, dijo el presidente valenciano, Ximo Puig, tras reunirse con Sánchez esta semana.
La división entre el intento de Sánchez y la oposición
Ese posicionamiento encuentra el rechazo absoluto los dos barones más afines a Sánchez –la balear, Francina Armengol, y el castellanoleonés, Luis Tudanca– que tienen en mente un 'plan B' que pasa por que el líder socialista tome la iniciativa. La primera inició el debate sobre la posibilidad de que el líder socialista dé un paso al frente si Rajoy fracasa y trate de sacar adelante su investidura. Esa postura la defiende igualmente Tudanca, que explica, en una entrevista en eldiario.es, que avala esa tesis “por responsabilidad con el país y para que haya políticas diferentes”.
La dirección descarta a priori esa posibilidad. El portavoz en el Senado, Óscar López, reconoció que intentar de nuevo el pacto transversal con Podemos y Ciudadanos sería “tropezar dos veces con la misma piedra”. “Pudo ser. Pero hoy ya no es posible. Son incompatibles”, ha ahondado Antonio Hernando, que ha recordado que Pablo Iglesias y Albert Rivera “se vetan mutuamente”. Esa sería la única opción factible ya que el PSOE a los que veta es a los partidos independentistas.
“Cortina de humo” para tapar el resultado
En el sector más crítico con Sánchez la opción de que Sánchez pueda plantearse formar Gobierno ha levantado ampollas: “Es una cortina de humo para que no se hable de lo que tenemos que hablar, de que el PSOE ha tenido el peor resultado de su historia otra vez y de cuándo celebramos el congreso para empezar a reconstruir el proyecto”, expresa un dirigente.
“Pedro Sánchez no puede ni intentar ser presidente”, dijo el presidente extremeño al día siguiente a los comicios. “El PSOE se tiene que ir a la oposición y ser útil desde la oposición”, ha sentenciado Fernández Vara tras reunirse con Sánchez, a quien le ha trasladado esa opinión que considera que es el “sentir mayoritario” en las filas socialistas, como ya dijo su homólogo valenciano.
Lambán también ha asegurado que el PSOE tiene que “dedicarse a ser oposición que es donde le han colocado los ciudadanos”. Además, ha emplazado a los socialistas a abrir una “reflexión profunda” para frenar la caída electoral que acumula desde 2011. Ha recordado que entonces tenían 169 diputados frente a los 85 actuales.
El presidente asturiano, Javier Fernández, ha evitado dar su opinión sobre la polémica suscitada en las filas socialistas y se ha limitado a decir que su postura se la ha trasladado a Sánchez. “Lo que hablo con el secretario general se queda entre el secretario general y yo”, ha zanjado. El líder de los socialistas asturianos, que es de los más críticos con la gestión de Sánchez, también dejó claro que el PSOE debe “reconstruirse” desde la oposición. Esa premisa es la que en el sector alejado de Ferraz quieren que quede claro en el Comité Federal de este sábado.
15 minutos de reunión Sánchez-Díaz
Susana Díaz ha actuado exactamente igual que su homólogo asturiano al declinar hacer declaraciones en Ferraz. “Lo que vengo a escuchar es la valoración del secretario general y la hoja de ruta que tiene prevista”, se ha limitado a decir a su llegada.
El encuentro entre Sánchez y Díaz, que tienen una tensa relación desde hace meses, apenas ha durado quince minutos. Ha sido el más breve de todos los que el secretario general ha mantenido con los barones. La presidenta andaluza ya expresó que los socialistas deben quedarse en la oposición porque si fue imposible formar un Gobierno con 90 escaños y, a su juicio, con 85 se puede aún “menos”. Fuentes de la federación andaluza mostraron su absoluto rechazo a la propuesta de que Sánchez pueda intentar formar Gobierno y le emplazan a pensar en “mantener su reputación”.
No obstante, hay miembros de la Ejecutiva que están de acuerdo con que Sánchez lo intente, como el número dos del PSOE, César Luena, que se limitó a decir que “no conviene adelantar acontecimientos” o la murciana María González Veracruz, que no lo rechazó y dijo que habría que ir “paso a paso”.
En ese terreno intermedio se han posicionado también los dirigentes de Galicia y Murcia. “Estos no son los tiempos que debemos manejar en este momento -ha dicho la presidenta de la Gestora del PSdeG, Pilar Cancela, que ha insistido que es Rajoy quien debe intentarlo-. Después ya se verá, poco a poco, en función de cómo vayan las cosas”.
El líder del PSC, Miquel Iceta, tampoco descartó que el paso al frente de Sánchez pueda ser una solución, pero dijo que es una más de un abanico en caso de que Rajoy fracase. Fuentes del entorno del primer secretario de los socialistas catalanes señalan que una negociación con Ciudadanos para una abstención doble o un candidato independiente de consenso pueden ser otras vías para evitar el bloqueo institucional.
En esa misma línea se ha pronunciado el secretario general del PSOE de Murcia, Rafael González Tovar: “Habría que hacer un llamamiento a todas las fuerzas para que busquen soluciones de salida”, ha respondido sobre el escenario que se abriría si Rajoy no logra mayoría suficiente para que su nuevo Gobierno eche a andar. El diputado murciano, que no ha rechazado explícitamente la posibilidad de que Sánchez lo intente, ha explicado que en ese marco de conversación entre todas las fuerzas políticas, el PSOE actuaría de acuerdo al “peso específico” que tiene en el Parlamento.
La baza de la consulta choca con los barones
El otro frente que levanta polémica en las filas socialistas es que Sánchez se quite la presión con una consulta a la militancia. Antonio Hernando ha dicho que ese asunto aún no se ha abordado, pero no ha descartado que los afiliados se pronuncien sobre la postura del PSOE ante la investidura: “Soy partidario de que se voten acuerdos más de que se voten desacuerdos pero en todo caso no descarto ni mucho menos que la militancia del PSOE también tenga su opinión y tenga que ser consultada al respecto”, ha afirmado en una entrevista.
De nuevo la división es palpable entre los dirigentes socialistas. Mientras que los más afines a Sánchez abogan por que las bases se pronuncien -“si alguien tiene dudas sobre el sentir generalizado en este partido, consultemos a la militancia”, expresa Tudanca- los barones más alejados del líder del PSOE lo rechazan sin fisuras.
“No veo un modelo de partido test en el que preguntemos a la gente qué es lo que prefiere. Para que haya una consulta tiene que haber primero una posición fija y clara y contundente del secretario general y del partido -ha expresado García-Page-. Se puede preguntar a la gente sobre una decisión tomada. Preguntar en el barbecho no lo veo lógico. No hay que esconderse detrás de los militantes, antes tienen que conocer qué piensa el jefe”, ha dicho el presidente manchego.
También el presidente extremeño ha rechazado esa medida: “No se puede estar sometiendo todo el día las decisiones a la militancia porque entonces no sé para qué existen las organizaciones -ha expresado-. Bastaría con que hubiera secretario general y militantes”.
No obstante, Sánchez no ha hablado con los dirigentes con los que se ha reunido sobre la consulta. El “no” por ahora a Rajoy es lo único que tienen claro los socialistas ante el Comité Federal de este sábado en el que Sánchez romperá el silencio que mantiene desde la noche del 26J.