Pedro Sánchez ya tiene su programa definitivo para liderar el PSOE. Se trata de un documento que contará con 245 medidas y que ha recibido 97.000 propuestas, según su equipo. El texto definitivo tiene algunas variaciones respecto al que presentó Sánchez en febrero: ya no hace una alusión a la necesidad de entendimiento del PSOE con Podemos, por ejemplo.
En su proyecto inicial, Sánchez consideraba que el PSOE no podía ir a “colisiones directas” con otras fuerzas progresistas y que necesitaba “entendimiento” con ellas. Aunque no lo citaba específicamente, el exsecretario general se refería a Podemos. Llegó a plantear una “gran alianza de fuerzas progresistas que ponga fin al austericidio”. Recibió muchas críticas por parte de sus rivales. Susana Díaz aprovechó para cargar contra el exlíder socialista, a quien acusaba de imitar a Pablo Iglesias, y Patxi López le sitúa en un “izquierdismo impostado”.
Sánchez ha modificado esa parte del documento, según han anunciado los encargados de su redacción, José Félix Tezanos y Manuel Escudero, que han explicado que prefieren optar por referirse a “las fuerzas de la sociedad española”, es decir agentes sociales y sindicatos: “Organizaciones que asuman comportamientos responsables”.
Según han señalado en un encuentro con periodistas, las propuestas respecto a la apuesta socialdemócrata no se han variado apenas. Tampoco han tocado otro de los asuntos que levantó polémica en las filas socialistas que se refería a “perfeccionar el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado”. Según los responsables de ese programa, cuenta con un respaldo del 92% de los participantes en su elaboración.
Para ellos, no supone ir más allá de la propuesta federal del PSOE que quedó plasmada en la Declaración de Granada. En el equipo de Sánchez se esfuerzan por explicar que la plurinacionalidad no conlleva que Cataluña pueda llegar a ser un estado propio, sino que se trata de una nación cultural e histórica. Lo que no aclaran es cómo se va a llevar a cabo ese perfeccionamiento del carácter plurinacional que recoge la Constitución en su artículo dos. Su equipo ha explicado que abogan por abrir el debate en una subcomisión en el Congreso.
Renta básica universal, una aspiración
Sánchez apuesta por que las jornadas laborales se reduzcan a 35 horas para conseguir más puestos de empleo y una subida del salario mínimo interprofresional a 1.000 euros en 2020. No obstante, las medidas no están cuantificadas. “No estamos haciendo un programa de gobierno, no hay un planteamiento exhaustivo de una hoja de Excel de equilibrios presupuestarios”, ha explicado Escudero, que ha agregado que se tienen que dar “sobre la base de políticas de crecimiento”.
El nuevo economista de cabecera de Sánchez ha afirmado que la renta básica universal es “una aspiración de futuro”. “Nunca la hemos defendido para el día de hoy”. Dice que, por ahora, se centrarán en la apuesta por un “plan de choque contra la pobreza y la distribución de tiempos de trabajo para que haya trabajo para todos”.
“Una campaña bastante tranquila”
A pesar de las críticas de los 'susanistas' por la beligerancia que ven en los actos de Sánchez y de las acusaciones de Patxi López de un enfrentamiento entre dos “ejércitos” que se quieren “matar”, los de Sánchez están convencidos de que la campaña está siendo “bastante tranquila”, según ha dicho Tezanos.
“No veo en ningún lugar un choque de trenes salvo en algunos sectores que les interesa. Esto no es una campaña a cara de perro”, ha dicho el veterano dirigente, que la ha calificado como una competición “ejemplar”.
“Hay ilusión, hay argumentos, que son el antídoto con respecto a campañas que pueden ser de desacalificación –ha agregado Escudero–. Siempre puede haber una salida de tono, pero en general hay argumentos”.
Acercándose la recta final de la campaña, Sánchez agregará un nuevo lema: 'Aquí está la izquierda', se verá por primera vez en el acto de presentación del documento definitivo este jueves. A pesar de que el exsecretario general lleva toda la campaña marcando distancias con sus rivales, a los que acusa de ir de la mano del PP tras abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy, fuentes de su equipo han explicado que el nuevo lema se refiere al PSOE.
El documento definitivo de Sánchez hace una alusión velada al que ha sido uno de los ejes vertebradores de su campaña –la necesidad de un partido del siglo XXI frente a lo que considera las viejas prácticas que encarnan, para él, Susana Díaz y los barones que la apoyan–: “Frente a quienes desearían un PSOE desnaturalizado, pragmático y solo moderadamente reformista, que se limite a ser un gestor más del actual modelo establecido, e imbuido de la lógica del poder, España necesita un PSOE con una ideología socialdemócrata sustentada en principios y valores, con un proyecto alternativo y crítico ante el actual modelo económico y social neoliberal”.
En el apartado de modelo de partido ha sido en el que se han incorporado la mayoría de medidas de Patxi López con el objetivo de que partidarios del exlehendakari se sumen al exsecretario general. Se incorporan, por ejemplo, las primarias a doble vuelta o la elaboración de un código de comportamiento en las redes sociales durante las primarias o la creación de una secretaría de dinamización de las agrupaciones locales para fomentar la participación.
Sánchez incorpora las medidas de Patxi López
Sánchez también mantiene otra de las propuestas que encuentra reticencias en un sector del partido: las primarias abiertas para los candidatos a la presidencia del Gobierno, de las comunidades autónomas, las alcaldías y al cabeza de lista al Parlamento Europeo. Dirigentes socialistas desconfían de la apertura a simpatizantes de esas elecciones en las localidades pequeñas puesto que consideran que puede haber intromisión de otros partidos en los procesos.
Además, el nuevo documento quiere evitar la guerra de avales que se ha producido en el enfrentamiento entre Sánchez, Susana Díaz y Patxi López. Así, plantea que se imponga un porcentaje máximo a la recogida de avales para que los candidatos puedan competir. Actualmente solo es necesario un mínimo (del 5% del censo) para entrar en la carrera.
El exsecretario general quiere evitar, además, los mecanismos que usaron sus críticos para intentar echarle de Ferraz. Así, deja por escrito que las dimisiones de la mitad más uno de la ejecutiva “no llevarán, en ningún caso, al cese de los demás componentes de dicha Comisión, ni a la convocatoria automática de un Congreso Federal”. Además, mantiene que la pérdida de confianza de más de la mitad del Comité Federal tendrá que ratificarla la militancia. Es decir, que Sánchez no habría caído el 1 de octubre -cuando perdió una votación- sin que los afiliados le hubieran censurado mayoritariamente.
Para que los posicionamientos de Sánchez se incorporen al proyecto del PSOE, se tendrán que introducir vía enmiendas a la ponencia marco que elaboraron Eduardo Madina y José Carlos Díez. La elección de los delegados se producirá después de las primarias del 21 de mayo. La discusión de algunas enmiendas polémicas, como la plurinacionalidad del Estado o las consultas a los militantes serán otra batalla de los socialistas. Saldrán o no adelante dependiendo de los equilibrios de fuerzas que dibujen las agrupaciones y los congresillos en las federaciones.
Las Juventudes dejan de ser una agencia de colocación
Sánchez ha dado marcha atrás en uno de los apartados que le costó duras críticas por parte de un sector del partido: la alusión a las Juventudes Socialistas como una agencia de colocación. En la redacción inicial, el documento se refería a la organización juvenil como una “plataforma de lanzamiento de carreras políticas personales”.
Esa referencia provocó una campaña en las redes sociales bajo el hastag #NoPedroNo en la que jóvenes del PSOE reivindicaban la organización y recriminaban a Sánchez las maniobras contra la misma -liderada hasta julio por Nino Torre, hombre de la máxima confianza de Susana –Díaz y Javier Fernández– en su etapa en Ferraz.
Odón Elorza admitió en un encuentro con militantes que había sido un “error” y un “gazapo lamentable” esa definición. Ahora el documento plantea incentivar “el papel de las Juventudes Socialistas como verdadero motor de rebeldía ideológica en el seno del PSOE, trasladando al partido los nuevos debates generacionales, siendo la base y ejemplo, como escuela de buenas prácticas de valores y principios socialistas, del propio presente y futuro orgánico e institucional del proyecto socialista”.