Pedro Sánchez pretende cumplir con los plazos que se ha marcado para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado aunque no consiga sortear el veto del Senado para aprobar la nueva senda de déficit con la que logró un margen de 6.000 millones de euros para el gasto público de 2019. El presidente ha asegurado que llevará un borrador de los presupuestos a Bruselas a mediados de octubre y que presentará en el Congreso el proyecto para el próximo año aunque no haya conseguido aprobar los nuevos objetivos de déficit.
“Lo que queremos conseguir es más oportunidades de crecimiento económico con esa ampliación del gasto -ha explicado en un foro de Reuters en Nueva York-, pero si al final nos vemos obligados a presentar un borrador de presupuestos con los límites anteriores, así lo haremos”.
Nada más llegar al Gobierno, la ministra de Economía, Nadia Calviño, logró una flexibilización por parte de Bruselas que se traduce en 0,5% más de capacidad de endeudamiento para España respecto a lo que había logrado su antecesor. El Gobierno fracasó en el Congreso en su intento de sacar adelante las nuevas cifras.
Sánchez pactó con Pablo Iglesias una modificación de la ley de estabilidad presupuestaria para quitar al PP la capacidad de veto en el Senado y que así se garantizara que sale adelante la senda de déficit presentada por el Ejecutivo socialista. Pero la derecha parlamentaria está dilatando ese proceso y ha bloqueado el plan B del PSOE de cambiar la ley a través de una enmienda en otra norma en tramitación.
El presidente asume que PP y Ciudadanos pueden ganar esa batalla, pero asegura que eso no supondrá un adelanto electoral sino que llevará los presupuestos con los márgenes anteriores. Esa fue, de hecho, la intención de Hacienda tras el varapalo que se llevó el Gobierno en julio.
La ministra María Jesús Montero sostiene que la administración del Estado solo se beneficaría de 1.200 millones (2.500 irían a parar a las comunidades autónomas y otros 2.500, a la Seguridad Social). La titular de Hacienda aseguró hace unos días en el Congreso que su departamento trabaja en presentar los presupuestos en “tiempo y forma” respecto a los plazos marcados por Sánchez.
El presidente ha confirmado que si no logra sacar adelante la senda de déficit, llevará los presupuestos a Bruselas y al Congreso con las cifras anteriores. El mandatario socialista se ha mostrado convencido de que sus aliados lo entenderían. “Estos dos partidos [PP y Ciudadanos] van a tener que explicarle a los españoles por qué van a votar en contra de que haya mas recursos”, ha concluido.
Unidos Podemos y Compromís han abierto la puerta a apoyar los presupuestos con la senda de déficit anterior si aumenta la recaudación. PDeCAT y ERC están poniendo pegas, pero por la situación de los presos independentistas.