Pedro Sánchez y Javier Fernández han mantenido su primera conversación telefónica este martes después de la victoria en pasado domingo. El presidente de la gestora del PSOE ha llamado al secretario general electo para felicitarle por su triunfo y para abordar las cuestiones de intendencia básicas para el funcionamiento de la organización en este periodo de interinidad que queda hasta la celebración del congreso a mediados de junio.
Han quedado en mantener una reunión próximamente para abordar el traspaso de poderes. La situación que atraviesa el PSOE es extraordinaria: Sánchez es el líder del PSOE, pero nada más, porque aún no tiene una Ejecutiva con poderes ni órganos de dirección para llevar a cabo la actividad normal. Pilotar al partido corresponde a la gestora hasta la celebración del 39º Congreso Federal en el que se elegirán esos órganos. Así lo decidió el PSOE en el Comité Federal del 1 de octubre en el que Sánchez presentó su dimisión.
En esa reunión, Sánchez y Fernández deben tratar asuntos urgentes como la designación del sustituto de Antonio Hernando en la portavocía del grupo parlamentario. Esa persona será la que tenga que defender, por ejemplo, la postura de los socialistas en el debate de la moción de censura de Unidos Podemos contra Mariano Rajoy. En la intención de Sánchez no está apoyarla.
Se barajan dos posibilidades: una, nombrar como portavoz a algún miembro de la actual dirección parlamentaria de forma interina hasta que la ejecutiva que salga del congreso haga la propuesta de la nueva composición del grupo y, otra, designar ya a quien será el portavoz definitivo de la formación en el Congreso de los Diputados.
Finalmente, la diputada socialista Adriana Lastra ha anunciado en una entrevista en TVE que se nombrará a un portavoz provisional hasta la celebración del Congreso, aunque no ha dado el nombre del elegido.
Una de las personas con papeletas es Isabel Rodríguez, actual portavoz adjunta del Grupo Socialista. Fuentes socialistas afirman que, de facto, ya está asumiendo la labor. Rodríguez ha dicho que está “a disposición del partido”, aunque ha señalado que “lo más oportuno” sería que lo ocupe una persona cercana al equipo del secretario general electo.
José Luis Ábalos o Meritxell Batet son las otras dos personas que tienen posibilidades. El primero es uno de los hombres fuertes del equipo de Sánchez. Fuentes socialistas apuntan a que la catalana también es “razonable” porque votó 'no' en la investidura y fue de la confianza del líder socialista. De hecho, fue su número dos por Madrid en las elecciones del 20D. Adriana Lastra también ha ganado enteros para hacerse con la portavocía.
Además, el presidente de la gestora abordará con Sánchez cuestiones relacionadas con la organización del congreso que se celebrará en junio en el Palacio de Congresos de Madrid así como la “cohabitación” de su cargo como secretario general electo y la dirección actual en las próximas semanas. En la gestora asumen, no obstante, que todos los movimientos tendrán que ser pactados con Sánchez.
La reunión se celebrará a finales de esta semana o principios de la próxima. “Cuanto antes en función de agendas”, señalan en Ferraz. En el entorno de Sánchez aseguran que la dilación se debe al presidente asturiano y no a él.
Sánchez mantendrá un encuentro este miércoles con los trabajadores de Ferraz. En el correo enviado por el gerente del PSOE, Gregorio Martínez, a los empleados asegura que desde la “oficina del secretario general electo” le informan de que “es su deseo que la primera reunión que mantenga tras las primarias del pasado domingo sea con los trabajadores del partido”.
Entre los empleados de la sede socialista existe preocupación ante el cambio en la dirección –aunque la inmensa mayoría ya trabajaban en Ferraz durante su anterior etapa al frente–. En el equipo de Sánchez hay cierta desconfianza hacia los trabajadores como demostraron durante el proceso de verificación de los avales cuando, casi entrada la madrugada, se propuso que los empleados de la empresa contratada se marcharan y se hicieran cargo del recuento los trabajadores de la casa. El equipo de Sánchez se negó. Finalmente, las tres candidaturas acordaron para el proceso hasta la mañana siguiente.