Pedro Sánchez pretende mostrar que el PSOE no está en tierra de nadie respecto a la situación que atraviesa Grecia. Los socialistas no están con la austeridad ni con el referéndum convocado por Syriza. El líder del PSOE ha apostado por un camino intermedio, con exigencias para todos. Sánchez ha querido marcar distancia con otros cargos de su partido que estos días han cuestionado rotundamente la convocatoria del referéndum.
La postura por la que ha optado Sánchez es la de exigir “solidaridad” a Bruselas a la vez que pide “responsabilidad” al Gobierno de Tsipras. No ha dado muchos detalles sobre qué significan esos dos mandatos. La propuesta del secretario general es que la troika apueste por “mecanismos de solidaridad”, como las emisiones de eurobonos o la mutualización de la deuda. Al Gobierno de Alexis Tsipras le ha pedido que abandone la “confrontación” y que sea “leal” con los socios europeos acometiendo las reformas que el país heleno necesita, entre ellas la “modernización de su economía”.
El líder del PSOE se ha visto obligado a mostrar “respeto” por el resultado del referéndum que rechazó por una abrumadora mayoría el plan de rescate a Grecia que planteaba la troika. Así, ha atribuido las culpas a partes iguales a la UE y al Gobierno heleno por sus “errores”. Pero no ha querido entrar a valorar la convocatoria de dicha consulta, aunque ha admitido que habría hecho las cosas de una manera distinta. “No entro a valorar lo que han votado los griegos, han votado y lo respeto”, ha expresado.
Sánchez ha marcado distancias con las declaraciones realizadas por otros dirigentes de su partido respecto al referéndum en Grecia. Felipe González calificó este lunes la convocatoria de dicha consulta como una torpeza. Frente a ese ataque, el secretario general ha insistido en que no cuestiona la voluntad expresada en las urnas por los ciudadanos. “Grecia tiene derecho, aunque sea una torpeza, a convocar un referéndum sobre un asunto tan difícil de dilucidar”, ha dicho el expresidente en declaraciones a El País: “Cuando uno llega a un puesto de responsabilidad, tiene que ser coherente con sus principios y además durante la primera parte del trayecto no debe salirse en las curvas”, ha aconsejado a Tsipras.
El exministro Jordi Sevilla también ha sido más crítico que Sánchez respecto a la convocatoria del referéndum. El fichaje estrella de Ferraz para asesorar al candidato a la Moncloa en su carrera electoral rechazó la decisión tomada por Syriza. El exministro considera que la consulta debería haberse celebrado tras alcanzar un acuerdo. Sevilla tachó de “irresponsable” a Tsipras por haberlo convocado y cuestionó las preguntas: “No son claras, no está claro qué pasa si gana una postura u otra”, expresó el exministro que acusó al Gobierno heleno de “pretender estar dentro del euro y hacer como si estuviera fuera”.
Sánchez ha evitado polemizar sobre el asunto: “Respeto el referéndum. No lo cuestiono para nada”, respondió a los periodistas en la rueda de prensa convocada tras la reunión de la ejecutiva del PSOE, a la que Sevilla asistió como invitado pese a no ser miembro.
Versiones para elegir
También ha marcado distancias con los socialistas alemanes, aunque estos han rebajado de por sí sus ataques a Grecia tras el resultado del referéndum. El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, que hizo campaña por el 'sí' amenazando a los griegos con nefastas consecuencias que podría acarrear su decisión llegó a afirmar que el país heleno tendría que buscar una nueva moneda. “¿Seguirá Grecia en el euro tras este referéndum? Ciertamente es así, pero si dicen que 'no', deberán introducir otra moneda tras el plebiscito porque el euro ya no estará disponible como medio de pago”, advirtió.
Tras el 'no' en el referéndum, Schulz rebajó su ataque, pero sigue cuestionando el modelo de soberanía defendido por Syriza. “Los griegos han dicho no, pero 18 miembros de la eurozona estaban de acuerdo con las propuestas que Tsipras ha rechazado -afirmó tras conocerse el resultado- Ahora corresponde al Gobierno griego hacer propuestas que puedan convencer a los 18 otros miembros de la eurozona y a las instituciones de Bruselas de que es necesario, posible e incluso efectivo renegociar”.
Tampoco en este asunto ha querido profundizar Sánchez, que este martes se reunirá con los dirigentes de los partidos socialistas europeos para buscar una respuesta común: “Schulz dijo ayer que quería que se mantuviera en el euro, que se reanudara la negociación y un plan de ayuda humanitaris. Me quedo con esa versión”, dijo.
Quienes tienen clara su postura respecto al referéndum son los integrantes del ala izquierda del PSOE, que defendían desde el principio el 'no' en la consulta. “El PSOE está siendo demasiado prudente, debería ser más claro porque entrar en la UE fue un avance pero hay aspectos de cómo debería ser que no funcionan”, expresa un dirigente de Izquierda Socialista en conversación con eldiario.es.