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El PSOE se enreda con el cupo vasco

A vueltas con los cupos vasco y navarro. Así están en el PSOE desde que Susana Díaz lanzó el dardo en una entrevista al decir que se debe “modular” la cantidad que aportan Euskadi y Navarra a las arcas del Estado a partir de la recaudación de los impuestos nacionales en esas comunidades. A la presidenta andaluza se han sumado varios barones que exigen aumentar esos porcentajes. En Ferraz evitan posicionarse y juegan a la ambigüedad al limitarse a defender la “constitucionalidad” de ese sistema de financiación y la necesidad de “actualizarlo”. 

El término “actualizar” el cupo puede interpretarse como un aumento de lo que Euskadi y Navarra aportan a la Administración central por los servicios que presta sin estén las competencias transferidas o todo lo contrario. No es la primera vez que en el seno del PSOE se abre el debate sobre los “privilegios” de financiación de los que gozan esas dos comunidades, que son las únicas que recaudan los impuestos estatales y pagan a la Administración por los servicios que presta allí. 

En 2013, el entonces el primer secretario del PSC, Pere Navarro, exigió que se eliminaran los cupos al entender que suponen un “privilegio” respecto al resto de España. La dirección de Alfredo Pérez Rubalcaba capeó el temporal al incluir en su propuesta de reforma de la Constitución -la famosa declaración de Granada a la que se remiten constantemente los socialistas- una referencia que apaciguó los ánimos: defiende la “constitucionalidad” de los cupos “sin perjuicio de perfeccionar algunas de sus deficiencias”. 

Esa frase puede interpretarse como el aumento de la cuota que deben pagar Euskadi y Navarra o al revés. Los cupos deben actualizarse cada cinco años pero en la práctica llevan sin modificarse muchos más. Pedro Sánchez ha salido al paso del debate iniciado por Susana Díaz y secundado por presidentes socialistas, como Ximo Puig o Francina Armengol, al limitarse a defender la “constitucionalidad” de ese sistema de aportación a la caja común y a exigir al Gobierno que negocie una actualización del cupo. 

Fuentes de la dirección argumentan que no pueden posicionarse sobre si la revisión sería al alza o a la baja porque desconocen cómo están las cuentas que se van a encontrar si Sánchez llega a la Moncloa. “Veremos cómo están la caja y la economía”, explican esas fuentes. 

Díaz insistió en la necesidad de “modular” los cupos para garantizar la “igualdad de todos”. “Los servicios públicos se deben financiar igual en todos los territorios”, argumentó la líder andaluza. El presidente valenciano, Ximo Puig, fue un paso más allá al denunciar que el actual cálculo del cupo produce “asimetrías”. En esa misma línea se pronunció Francina Armengol al decir que se debe “replantear” los cupos. “No parece razonable que un ciudadano por vivir en las Islas Baleares al final tenga menos financiación por educación que uno que vive en el País Vasco”, expresó la presidenta balear. Miquel Iceta también apuesta por modificar las cuantías: “Cupo sí, cuponazo no”, ha resumido el líder socialista catalán. 

“Podemos ver en el futuro si hay que revisarlo cada cinco años, si la cuantía actual es la justa pero no creo que se pueda renunciar a contemplar ese hecho histórico”, expresó en una entrevista en eldiario.es el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando. La posibilidad de aumentar la cantidad que aportan esas dos regiones es algo que defienden la mayoría de barones socialistas, aunque en Ferraz evitan pronunciarse claramente.

PNV y PP aprovechan el debate

La líder de los socialistas vascos, Idoia Mendía, ha cargado contra los que han cuestionado el cálculo de los cupos. “Estamos con ese desacuerdo que continúa bajo el Gobierno del PP y el Gobierno vasco del PNV. Por lo tanto, tendrán que entre ambos gobiernos que sentarse, buscar acuerdos, desatascar este desacuerdo que ya se remonta a 2007 de la liquidación del Cupo en algunas cuestiones, y calcular un nuevo cupo”, ha defendido Mendía. “Se trata de arreglar lo que no funciona y no de fastidiar lo que funciona”, ha añadido la líder del PSE. En la formación vasca sostienen que el sistema que tienen las dos comunidades funciona y que, por tanto, de cambiar algo, sería el sistema del resto de España para asimilarlo al de los cupos. 

A Ferraz este debate no le viene bien por la cercanía de las elecciones generales y ante la posibilidad de llegar a acuerdos postelectorales en los que entren en juego los nacionalistas vascos. Ambas formaciones gobiernan en importantes lugares de Euskadi por el intercambio de apoyos. El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, ha pedido al PSOE que aclare si avala la posición de Susana Díaz de “modular” los cupos y ha revelado que en un encuentro mantenido entre Sánchez y el lehendakari “hablaron del Concierto y el Cupo” pero “en ningún momento” el secretario general del PSOE le manifestó “que su posición fuera esa”.

El PP ha aprovechado la oportunidad para cargar contra los socialistas y Ciudadanos al acusar a ambas formaciones de “cuestionar el Concierto”. El exalcalde de Vitoria ha recordado que es un “acuerdo legal” que cuenta con el “consenso” de los partidos. Además, el dirigente conservador ha defendido que el cupo es “a las duras y a las maduras”: “Es un régimen que permite gestionar los recursos cuando hay mucho y cuando hay poco”, ha explicado Maroto, que ha señalado que “nadie pide a las demás comunidades autónomas que aporten más cuando vienen mal dadas”.