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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Sánchez ve “inviable” la coalición con Podemos y ofrece una “triple garantía” sobre el cumplimiento del programa

“Impracticable” e “inviable”. Así ve Pedro Sánchez la posibilidad de formar un Gobierno de coalición con Unidas Podemos. El presidente en funciones cree que esa opción desapareció el pasado 25 de julio, cuando la abstención del grupo que lidera Pablo Iglesias impidió que sacara adelante su investidura. Pero el líder del PSOE ofrece una fórmula de “triple garantía” de cumplimiento de un acuerdo programático, así como la entrada Unidas Podemos en instituciones del Estado que no ha detallado porque pretende hacerlo a través de su equipo negociador en una reunión con su socio preferente el 5 de septiembre.

Sánchez ha expuesto su negativa a la coalición que reclama Iglesias en un acto en el que ha presentado el documento de 370 medidas con el que pretende atraer su apoyo a la investidura a partir de un acuerdo programático. El socialista culpa a Unidas Podemos de la imposibilidad de compartir el Consejo de Ministros por su desconfianza hacia el partido que él dirige.

“Es inviable porque, con el rechazo a nuestra propuesta, confirmamos que la voluntad de coalición de Unidas Podemos se basa en el recelo y la desconfianza”, ha zanjado Sánchez, que considera que esa situación conduce al “desgobierno basado en la desunión y con compartimentos estancos”. “El PSOE ni impone ni humilla a nadie defendiendo su visión sobre lo que entiende es un gobierno eficaz, estable y cohesionado”, ha dicho Sánchez en respuesta a las palabras del líder de Podemos, que ha asegurado que la negativa a formar una coalición “humilla” a los 3,7 millones de votantes que tuvo el 28A.

El PSOE ha ideado una nueva fórmula que, según ha dicho Sánchez, está a mitad de camino entre la coalición y el Gobierno en solitario que él quiere. “Si el problema son las garantías del cumplimiento de los acuerdos programáticos, en los que existe un alto grado de consenso, fijemos las máximas garantías para verificar y evaluar la acción de Gobierno”, ha explicado el presidente apenas tres horas después de que Iglesias dijera en TVE que su partido ha llegado a acuerdos con los socialistas que después no se han cumplido.

Sánchez plantea un sistema de “triple garantía” para que se cumpla el acuerdo programático. La primera es la creación de una Oficina de Cumplimiento que dependería del Ministerio de Hacienda. La segunda, comisiones de Seguimiento y Actualización a través de los grupos parlamentarios en el Congreso y el Senado. Y, la tercera, un “mecanismo de verificación reforzado” en el que estaría presente la sociedad civil, es decir, organizaciones del tercer sector con las que el PSOE ha mantenido encuentros en el mes de agosto para incluir reivindicaciones en su propuesta de acuerdo programático.

Poder para Iglesias, pero fuera del Consejo de Ministros

Además, el presidente en funciones se compromete a dar entrada a miembros de Unidas Podemos en instituciones del Estado que estén por debajo del Consejo de Ministros. Esa es ahora mismo la línea roja y la exigencia de su potencial aliado. “La gobernanza del país no se limita al Consejo de Ministros, sino que incluye relevantes instituciones que tienen encomendadas funciones muy destacadas en ámbitos que van desde lo social a lo fiscal, de lo jurídico a lo energético”, ha expresado Sánchez: “Proponemos la activa y reforzada participación de Unidas Podemos en la gobernanza del país, ejerciendo altas responsabilidades en instituciones muy relevantes que complementan la labor del Consejo de Ministros”.

Sánchez no ha querido detallar esa propuesta que se asemeja al Gobierno de Cooperación que planteó en julio a su interlocutor como fórmula intermedia entre las aspiraciones de ambas formaciones. El líder del PSOE ha señalado que la “concreción y la explicación detallada” de ese planteamiento se lo hará llegar directamente a Unidas Podemos en una reunión de los equipos negociadores previa a un posible encuentro con Iglesias: “He dado instrucciones al equipo negociador del PSOE, compuesto por la vicepresidenta del Gobierno, la ministra de Hacienda y la portavoz del Grupo Parlamentario, de ponerse en contacto con el equipo negociador de Unidas Podemos, para reunirse esta misma semana, el jueves día 5 de septiembre”.

“El propósito de la reunión es claro: explicar y concretar nuestra propuesta de Gobernanza, completar la propuesta programática y también la propuesta de sistema de control de su cumplimiento”, ha afirmado Sánchez, que ha dedicado prácticamente el mismo tiempo a exponer su nueva propuesta -incluido el documento programático- que a relatar su versión de lo acontecido desde las elecciones generales del 28 de abril.

Tal y como publicó eldiario.es la semana pasada, el planteamiento de Sánchez es reservar a los de Iglesias puestos en organismos reguladores como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y otras entidades como el Consejo Económico y Social. Sin embargo, fuentes del PSOE evitan establecer ahora límites más allá de los asientos en el Consejo de Ministros.

Sánchez ha focalizado su negativa a compartir el gabinete con Iglesias en los “recelos y la desconfianza” que Unidas Podemos muestra hacia el PSOE, pero también ha reconocido que tiene diferencias políticas de fondo hacerlo, aunque en julio llegó a estar dispuesto. “No compartimos tanto como para gobernar juntos; pero sí los suficientes propósitos sociales y civiles como para no darnos la espalda. No hay condiciones hoy para convertirnos en socios de gobierno, pero eso no tiene por qué transformarnos en adversarios. Cabe ser aliados leales como lo hemos sido en el pasado”, ha expresado en referencia a su colaboración en los últimos meses de los que ha agradecido el apoyo de Unidas Podemos.

Una de las principales diferencias que los socialistas enfatizan respecto a Unidas Podemos es su posición respecto al conflicto territorial. El PSOE ha vuelto a incluir en su documento para el programa común el rechazo rotundo al referéndum de autodeterminación en Catalunya, que es la vía por la que apuesta su potencial aliado, y que dejó fuera de la propuesta 'España Avanza' que presentó en julio. Fuentes socialistas explicaron entonces que se obvió el tema territorial precisamente porque es uno de los asuntos que les separan.

A pesar de haber señalado la imposibilidad de llegar a un entendimiento para una coalición con Iglesias, Sánchez ha asegurado que la política no se encuentra en la actual situación por “desencuentros entre formaciones progresistas” sino por el rechazo de la derecha y los independentistas a los Presupuestos Generales del Estado que abocó al adelanto electoral.

Críticas a PP y Ciudadanos por no desbloquear

Con una parte del partido convencida de que la repetición electoral es inevitable y con Unidas Podemos acusándole de querer ir de nuevo a las urnas, Sánchez ha aprovechado para atacar a PP y Ciudadanos por su negativa a facilitar que España tenga Gobierno. “Apelamos a su responsabilidad para desbloquear la única investidura posible”, ha dicho en referencia a la “abstención técnica” que solicitó a Pablo Casado y Albert Rivera para evitar que el Ejecutivo estuviera “condicionado por las fuerzas independentistas”.

“Desde el primer momento, pudimos comprobar que iba a ser imposible contar con su colaboración para esto último”, ha señalado Sánchez, que insistió, no obstante, en reclamar la abstención de las dos formaciones de derecha hasta el final. “Es inútil apelar a la responsabilidad de las fuerzas de derechas para contribuir a que España salga del bloqueo institucional. La derecha ha demostrado que, entre el PSOE y el independentismo, prefieren al independentismo. Entre la convivencia y la confrontación territorial, prefieren la confrontación a la convivencia”, ha zanjado.