El presidente en funciones y candidato a la reelección, Pedro Sánchez, estira las negociaciones con Unidas Podemos para un segundo intento de formar gobierno antes de la disolución automática de las Cortes del próximo 23 de septiembre. El secretario general del PSOE ya no pretende sentarse con Pablo Iglesias y el resto de líderes de los grandes partidos [a excepción de Vox] la próxima semana, como inicialmente anunció el PSOE, sino que lo hará una vez que se hayan reunido los equipos negociadores de ambas formaciones. Se trata de una convocatoria formal, a juzgar por el pesimismo que se ha instalado en las filas socialistas durante la última semana y que ha llevado a la dirección del partido a activar el modo electoral.
El PSOE, que ha evitado sentarse a negociar durante el mes largo desde que se frustró la investidura, apura los tiempos mientras planifica las tres semanas que quedan hasta que se convoquen formalmente los comicios.
El líder socialista presentará este martes un acto público el documento de 300 medidas que pretende ser la base del programa de Gobierno en solitario y a su vez un arma para convencer a Podemos de que apoye la investidura. Ese será la primera aparición pública de Sánchez en el estreno del curso político. Después el PSOE pretende exhibir músculo con alcaldes socialistas en una reunión del Consejo de Política Local del PSOE –este sábado en Toledo– y la siguiente semana lo hará con los barones (los socialistas tienen ahora más líderes territoriales con presidencias que hace cuatro años, puesto que han sumado Canarias y La Rioja) en Logroño, capital de una comunidad donde se complicó el entendimiento con la formación morada y que se ha solventado dando entrada en el Gobierno a la diputada de Podemos, que a su vez ha provocado una crisis interna en el partido de Iglesias.
Sánchez reunió a la Ejecutiva del PSOE este lunes para explicar los encuentros que mantuvo en el mes de agosto con diversos colectivos sociales con los que ha hecho aportaciones a su programa electoral. El documento también recoge algunas de las propuestas de Unidas Podemos. Sin embargo, el escepticismo se ha instalado en las filas del PSOE ante la posibilidad de que Unidas Podemos acabe apoyando una investidura. “No estoy muy convencido, las cosas como son”, declaró el portavoz de la Ejecutiva y alcalde de Valladolid, Óscar Puente, a su llegada a Ferraz. Otros dirigentes también fueron cautelosos: “No hay nada que hacer”.
“Entramos en modo elecciones en breve. Salgo bastante convencido de que vamos a elecciones. Él está confiado”, expresa un miembro de la dirección socialista tras la reunión de este lunes. Sánchez está convencido de que el electorado progresista penalizará a Iglesias si el entendimiento es finalmente imposible y considera que la negativa a apoyar a un candidato socialista por segunda vez le pasará factura en las urnas y, después, dentro de su partido.
“Estoy convencido de que los ciudadanos españoles, si eventualmente hay elecciones, optarán siempre por un Gobierno progresista, porque solamente el Partido Socialista puede dar respuesta —y, además, lo hemos visto durante estos últimos 40 años— a los desafíos, a las modernizaciones que necesita nuestro país”, expresó Sánchez en una entrevista en El País publicada este domingo.
El entendimiento parece en este momento imposible entre PSOE y Unidas Podemos. “No podemos conformar cualquier Gobierno. No merece la pena cualquier Gobierno que no va a funcionar”, afirmó a primera hora la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo. “No queremos un gobierno de coalición”, sentenció en rueda de prensa José Luis Ábalos después de que la portavoz de Podemos, Noelia Vera, insistiera en que es la única fórmula viable.
“Pedro Sánchez parece ser el único que no ha entendido que el próximo gobierno debe ser de coalición”, dijo Vera, que le instó a “no dejar para noviembre lo que podemos resolver ahora”. En Unidas Podemos, que aún no ha recibido la llamada del PSOE para citar al equipo negociador, apremian a los socialistas a sentarse ya para abordar un acuerdo “integral”: sobre el programa pero también con reparto de competencias y designación de puestos.
La dirección de Sánchez considera que Unidas Podemos perdió su oportunidad de sentarse en el Consejo de Ministros cuando rechazó la oferta que le hizo in extremis el PSOE y que incluía una vicepresidencia para Irene Montero y tres ministerios. La estrategia es compartida de forma muy mayoritaria en el PSOE, con contadas excepciones en la dirección, aunque en las filas socialistas preocupa que el hartazgo ante las cuartas elecciones cuatro años desmovilice a la izquierda.