Pedro Sánchez ha verbalizado el reto a Susana Díaz y el resto de dirigentes críticos que llevan desde el 26J rechazando su intención de liderar una alternativa al gobierno de Mariano Rajoy. Si abogan por una posición distinta a la del secretario general y a la de la dirección federal, que defiendan una postura diferente ante la militancia en un Congreso. Es la síntesis del pulso que el líder socialista ha planteado a los críticos que encabeza la federación absoluta.
El secretario general del PSOE tiene la intención de seguir adelante con su plan de liderar una mantiene su intención de liderar una investidura alternativa al PP, pero admite que no todos en el partido piensan lo mismo: “Es evidente que hay dirigentes políticos que no opinan lo mismo que la Ejecutiva federal y el secretario general. Hay dirigentes que creen que debemos abstenernos, que piensan que el PSOE con 85 diputados no debe plantearse siquiera que quiere gobernar”, ha dicho en una clara alusión a la presidenta andaluza tras la reunión de la Comisión Permanente del PSOE, que se ha prolongado durante cuatro horas.
Para Sánchez, ese debate “de fondo” no puede resolverse con una consulta a los militantes sino que ha de confrontarse con proyectos políticos para liderar el PSOE. Es su baza para acallar las voces que le cuestionan desde hace meses y de verse legitimado por la militancia. Así, Sánchez sostiene que los dirigentes que defienden una postura distinta a la suya deben defenderla ante la militancia para unas primarias previstas para el 23 de octubre. Quien las gane podrá defender “con una sola voz” la postura de los socialistas. El rival de Sánchez tendrá hasta el 11 de octubre para organizar una candidatura y recabar los avales suficientes para poder competir.
“Creo que necesitamos debatir, creo que necesitamos votar y creo que, una vez debatido y votado, es muy importante que el PSOE tenga una única voz. No lo que ha ocurrido hasta ahora”, ha reprochado Sánchez. “Hay que trasladar el debate a la militancia, en un Congreso. Por eso, el 1 de octubre en el Comité Federal propondré un Congreso para diciembre con la elección por primarias del secretario general el 23 de octubre. Y una vez que pase esto, debe haber una sola voz en el PSOE, la de su secretario general”, ha explicado. Él defenderá un proyecto “de izquierdas y no subalterno al PP”, según ha manifestado.
Su intención es mantener los contactos con el resto de formaciones para intentar sacar adelante le investidura mientras se libra la batalla orgánica -en la que los plazos que ha diseñado Ferraz hacen casi imposible que haya rival-. No obstante, Sánchez ha asegurado que no cerrará un acuerdo antes de que se celebren las primarias y logre el “aval” de los militantes. Según sus cálculos, con la votación el 23 de octubre habría margen para formar un Gobierno de izquierdas o, si pierde, que el ganador defender la abstención.
Lo que no ha respondido el secretario general es qué hará si, pese a ganar en lo interno no logra sumar los apoyos que necesita. Se ha limitado a apelar a la “responsabilidad” del resto de fuerzas. “No voy a hacer todo ese camino para eso”, ha dicho sobre la posible abstención del PP en el caso de que no logre sumar los apoyos parlamentarios suficientes.
“El PSOE sólo tiene tres opciones”, ha afirmado el secretario general del PSOE: “Que Rajoy lograra los apoyos necesarios sin el concurso del PSOE, lo cual parece harto improbable; que el PSOE intente conformar una mayoría parlamentaria para un gobierno de cambio; o ir a unas terceras elecciones. Y ya les digo que el PSOE no quiere ir a unas terceras elecciones, y esperamos que el resto de formaciones políticas del cambio hagan lo indecible”, ha resumido.
Para Sánchez, la división interna sobre la posición que debe defender el PSOE en cuanto a la gobernabilidad es un argumento suficiente para modificar la decisión que tomaron los socialistas en abril: aplazar el Congreso para revisar el liderazgo hasta que hubiera gobierno en España, que fue defendida por Ferraz frente a los barones que querían en aquel momento librar la batalla en mayo.
La propuesta que ha planteado Sánchez en la reunión de la Comisión Permanente del PSOE este lunes ha provocado un profundo malestar en el sector crítico. El encuentro se ha prolongado durante más de cuatro horas en las que dirigentes andaluces, madrileños, manchegos y asturianos se han opuesto a su plan.
Confrontación total
La aprobación definitiva depende del Comité Federal que se ha convocado para el próximo sábado. Sánchez ha dado por seguro que ganará la votación en ese órgano compuesto por unos 300 miembros. “Esa votación saldrá adelante”, ha asegurado.
El cruce de llamadas ya ha comenzado y la reunión se prevé tensa porque las principales federaciones ya han mostrado su absoluto rechazo a la convocatoria del congreso exprés. Los barones socialistas consideran que la apuesta de Sánchez por celebrarlo ahora es una huida hacia adelante del secretario general tras obtener, otra vez, los peores resultados de la historia para el PSOE.
La jugada de Sánchez ha enervado al sector crítico del partido, que tiene en Andalucía su principal fortaleza: “Ni Rubalcaba ni Almunia convocaron congresos. Cuando está en juego el partido hay que actuar con responsabilidad y generosidad”, ha expresado el número dos de Susana Díaz, Juan Cornejo, en alusión a las dimisiones de los anteriores secretarios generales cuando sufrieron derrotas electorales. El PSOE andaluz insinúa, por tanto, que Sánchez debe marcharse.
“Debemos ir a un congreso de refundación, una vez haya un Gobierno”, ha expresado Cornejo. Los socialistas andaluces se oponen completamente a la propuesta de Sánchez, que pretende celebrar unas primarias el 23 de octubre. “No es el momento de celebrar congresos, sino de asumir responsabilidades políticas. Que cada uno lo interprete como quiera”, ha advertido Cornejo.
También la federación de Emiliano García-Page ha mostrado su rechazo al considerar que no es “adecuado” abrir el debate interno en este momento. La portavoz de la organización regional, Cristina Maestre, ha advertido a Sánchez de que “no se puede esconder” la responsabilidad de unos resultados electorales “tan negativos” en un “congreso exprés”.El secretario general de Juventudes Socialistas, Nino Torre, que representa la voz de Javier Fernández en la Comisión Permanente del PSOE, también se ha opuesto al plan que defiende Sánchez.
Javier Lambán tachó la intención del secretario general de “irresponsable” la semana pasada tras filtrarse que adelantar la batalla por el liderazgo era una de las opciones que manejaba Ferraz. La dirección de Ximo Puig también es contraria a la maniobra y considera que Sánchez busca “blindarse” en el cargo, según fuentes consultadas por eldiario.es.
El rechazo es compartido por un importante sector socialista. Eduardo Madina se ha opuesto a la celebración del Congreso y ha advertido que la maniobra conduce a terceras elecciones.