La líder de la ultraderecha francesa, Marine Le Pen, defendió hoy las protestas de los llamados “chalecos amarillos” contra la subida de los impuestos a los carburantes pese a los disturbios que provocaron el pasado sábado en París algunos grupos violentos.
“Los apoyo desde el principio”, subrayó en una entrevista a la televisión “BFMTV” Le Pen, quien reprochó al Gobierno haber propiciado los altercados en los que derivó una manifestación no autorizada en la avenida de los Campos Elíseos.
Le Pen afirmó que el Ejecutivo del presidente, Emmanuel Macron, había denegado esa autorización “de forma provocadora” y la consecuencia fue que los manifestantes que habían convocado acciones de movilización en la capital francesa “lo sintieron como una humillación”.
Dijo entender su enfado porque a su parecer se había “minimizado” su capacidad de convocatoria y se habían tratado “con desprecio” sus argumentos.
La presidenta de la Agrupación Nacional (RN) hizo notar que el ministro de Hacienda, Gérald Darmanin, había “tratado a los 'chalecos amarillos' de nazis”, ya que los calificó de “camisas pardas”.
Sobre el fondo del asunto, dijo que espera que Macron establezca “una moratoria” sobre los impuestos, y en particular para la tasa sobre las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
El jefe del Estado debe presentar mañana una estrategia frente al cambio climático, en la que se esperan gestos ante el descontento manifestado en las últimas semanas con manifestaciones y bloqueos de carreteras y autopistas.
El prefecto de Policía de París, Michel Delpueche, explicó hoy a los medios que del centenar de personas arrestadas por los incidentes en los Campos Elíseos del sábado, 45 han sido presentadas a la justicia, y de ellos 27 serán objeto de un procedimiento de comparecencia inmediata. Una veintena han quedado en libertad.