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Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

“Del guateque al altar”, de Pilar Garrido Cendoya historia del noviazgo en la posguerra

EFE

Madrid —

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Pese a que la escritora Pilar Garrido Cendoya y su marido Antonio Fraguas “Forges” no se conocieron en un guateque, estas fiestas les han servido como punto de partida para contar en “Del guateque al altar” el tortuoso camino que la juventud de la postguerra española tuvo que pasar hasta llegar al altar.

“Nos conocimos en un lugar de veraneo, pero los noviazgos salían sobre todo en los guateques de los jesuitas”, ha expresado Garrido Cendoya hoy durante la presentación del libro, publicado por la editorial Planeta.

Se trata de la segunda ocasión en la que este matrimonio, unido desde 1967, trabaja juntos, ya que ambos publicaron “La posguerra vista por una particular y su marido” (2010).

En esta ocasión, han publicado un texto en el que explican cómo la juventud de su época, la de los sesenta, al ritmo de canciones como “Only You” de The Platters, tenían que “esquivar” las miradas del párroco, los hermanos mayores o los padres para acercarse a su pareja.

“Actualmente, ligar es más directo: se piden el número de móvil o se mandan un ”whatsapp“, pero en la época del guateque todo era más laborioso, y nos hacíamos de rogar porque todo era pecado”, ha relatado la escritora.

Pero Pilar Garrido también ha buscado momentos durante la rueda de prensa para desvelar anécdotas de su marido.

“Forges fue a un guateque y estuvo toda la noche bailando con una coja, pero no se dio cuenta”, ha contado.

Los personajes del libro recorren en sus 156 páginas los arquetipos que conformaron esta época: curas, monjas, tunos o futbolistas, todos ellos descritos con la precisión del recuerdo de este matrimonio.

Pero también han calificado estos años de “difíciles” y han destacado cómo la Iglesia tenía el gran papel de dictar los ritos consecuentes para lograr “la unión santa de la pareja”.

En este sentido, Garrido ha dicho que, en la actualidad, pese a que la Iglesia no ha “cambiado nada”, la sociedad actual es más “abierta, sana y natural”.

Las diversiones de estos años son otro de los temas sobre los que gira “Del guateque al altar”.

En este capítulo, ambos narran con ironía cómo actividades como el ir al cine forma parte de la crónica sentimental de estas generaciones y cómo se convirtió en el “refugio ideal de los novios y lugar respetable”.

“En aquellos años no existía el novio como tal, si no era el novio formal, y formal significaba no poder hacer absolutamente nada”, ha destacado Forges.

Y así, entre ilustraciones y texto, ambos ponen de relieve este tiempo “ideálico”, que no “idílico”, en el que la dificultad era lo “natural”, ha expresado el ilustrador.

Respecto al futuro de este matrimonio como colaboradores, ambos han destacado que es “incierto”, debido “a la dificultad” de publicar, pero, según Forges, el próximo tema que podría proponer a la editorial es el de “unas memorias de vivencias autobiográficas”.