Según un comunicado, PxC quiere mantener su “patrimonio, ideas y legado político”, por lo que no desaparecerá del todo y adoptará la estructura de una fundación.
El partido deja plena libertad de actuación a los afiliados y simpatizantes a la hora de decidir su futura militancia, pero reconoce que su disolución contribuirá a que Vox “refuerce su crecimiento en Catalunya”.
El congreso planteará crear una comisión gestora que dé cobertura a los concejales que PxC logró en las últimas elecciones municipales.
PxC nació en 2002 de la mano del concejal en Vic (Barcelona) Josep Anglada con un discurso contrario a la inmigración y defensor de “valores, tradiciones e identidad frente a los postulados globalistas”.
El 8 de febrero de 2017 el Consejo Ejecutivo del partido acordó la destitución de Anglada por “deficiencias en la gestión” de la presidencia del partido, aunque ha continuado como concejal en Vic por Plataforma Vigatana.