Arranca el proceso para que Podemos configure su modelo de partido. El equipo liderado por Pablo Iglesias para establecer la configuración del germen que nació con la vista puesta en las elecciones europeas ha establecido ya el calendario, que culminará a finales de otoño con la elección de los órganos de decisión. Hasta entonces, los círculos -unidades organizativas- están inmersos en el proceso de confección de sus principios básicos.
El equipo de trabajo que coordina Luis Alegre ha enviado ya a los círculos uno de los tres borradores con lo que serán las bases éticas de la organización. En los próximos quince días recibirán las líneas orgánicas y políticas. Hasta el 15 de septiembre los círculos se encargarán de enmendar esos textos y hacer propuestas que se llevarán a la asamblea del próximo mes de octubre. De ella saldrán las propuestas de esos tres pilares (organizativo, ético y político) que se votarán en la siguiente semana.
El documento con el que ya pueden trabajar los círculos es la “propuesta de borrador del compromiso ético” de los miembros de Podemos. Ese borrador -que será sometido a cambios durante el proceso- plantea nueve principios básicos. Uno de ellos es el sometimiento de los pactos y coaliciones electorales a una consulta ciudadana.
Esto significa que si Podemos tiene la posibilidad de llegar a un pacto de gobierno -en cualquier circunscripción electoral- tendrá que someterlo a una consulta para que tenga “la misma legitimidad” que la lista con la que concurrió a los comicios, según explica el coordinador del equipo de trabajo, Luis Alegre.
“Consultar a la ciudadanía es muy barato”
Lo mismo sucederá con las posibles coaliciones electorales: si el partido quiere concurrir en una lista conjunta con otras formaciones, los ciudadanos tendrán que refrendarlo. “Cualquier lista en la que concurramos será refrendada por la misma legitimidad que la lista en solitario”, expresa Alegre, que añade que “en ningún caso las listas de Podemos serán un pacto en un despacho”.
Esas consultas se llevarán a cabo mediante “herramientas electrónicas” que la formación ya ha articulado a través del voto con el teléfono móvil y que ya empleó, por ejemplo, en las primarias que ganó Iglesias para las europeas. “Consultar a la ciudadanía es muy barato. No lo hacen porque no quieren”, responde Alegre a la pregunta de si ese sistema les saldrá muy caro.
Evitar el transfuguismo
Otro de los principios éticos que plantea Podemos es evitar el transfuguismo. El borrador establece que “ningún cargo electo pueda formar parte de Podemos si previamente no ha sido elegido para desempeñar tal función en un proceso de primarias abiertas y participadas por toda la ciudadanía”. Se trata de que las personas concurran “con la marca Podemos previo paso por unas primarias”, resume Alegre. “Alguien que ha sido elegido en una lista de otra formación no puede pasarse a Podemos”, añade.
El partido también pretende que sus miembros asuman una serie de condiciones en el caso de ser elegidos para cargos institucionales. Una de ellas es “la limitación salarial que se establezca con carácter general para cada nivel de representación”. En el caso de los cinco eurodiputados de la formación, ese límite se estableció en tres veces el salario mínimo interprofesional (unos 1.980 euros).
Además, busca que sus representantes no gocen del aforamiento u otro “privilegio material derivado de forma directa de esa condición”, así como la inhibición o abstención de “participar en cualquier cargo o decisión que tenga o pueda tener influencia en su desempeño profesional pasado o futuro”.