Unidos Podemos exige a Defensa que lleve a Morenés y al PP ante la Fiscalía Anticorrupción por el caso de las fragatas
Unidos Podemos ha pedido este miércoles a la ministra de Defensa, Margarita Robles, que actúe ante la “corrupción de Estado” que a su juicio implicó que el Gobierno de Mariano Rajoy retrasara durante dos años la fabricación de fragatas en los astilleros de Navantia de Ferrol para adaptarlas a los misiles de la multinacional armamentística MBDA, que presidió en España el exministro Pedro Morenés. La diputada del grupo confederal, Yolanda Díaz, ha exigido a Robles que lleve el caso ante la Fiscalía anticorrupción y que así “aprovechen la oportunidad de depurar responsabilidades”.
“Esto es corrupción y la corrupción del PP es un problema para la industria española”, ha asegurado Díaz durante la sesión de control al Gobierno que ha tenido lugar en el Congreso de los Diputados. La parlamentaria de Unidos Podemos ha reclamado así a Robles “medidas frente al corruptor, el señor Morenés” y ha criticado las “puertas giratorias” que a su juicio han aflorado a raíz de la publicación de este caso por eldiario.es.
Robles, por su parte, ha defendido que “este Gobierno cuando ha llegado al ministerio” ha decidido que “las políticas de seguridad son políticas de Estado”. No obstante, ha reconocido que su equipo ha visto contratos que le “han gustado menos”, en clara referencia al asunto de las fragatas. Sin entrar a valorar la gestión realizada por el anterior equipo del PP, la ministra de Defensa ha insistido en que las fragatas “son imprescindibles para la armada española” y para “dotar de puestos de trabajo a Navantia, en Ferrol”.
Tal y como adelantó este diario, el empeño del anterior Gobierno en colocar a las embarcaciones militares ese modelo de misil fabricado por la multinacional en la que Morenés ejerció como alto ejecutivo hasta que fue nombrado ministro por Rajoy el que aplazó el inicio de los trabajos en los astilleros que la empresa pública tiene en Ferrol. Durante la gestión de Morenés y Cospedal, Defensa impuso como “prioritaria” la implantación en las fragatas F-110 de los misiles Sea Ceptor, un tipo de proyectil que nunca había sido usado por la Armada Española y que la compañía del ministro estaba intentando colocar en el mercado internacional de la Defensa.
Esa insistencia retrasó dos años el proyecto de diseño técnico, según fuentes del Gobierno, y llegó a provocar un enfrentamiento entre la cúpula de la Armada y la Dirección General de Armamento, controlada por el ministro.