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Podemos se felicita por marcar la agenda del PSOE

“El congreso del PSOE ha servido para que se unan a nuestra agenda de oposición”. La frase, de un dirigente de Podemos a eldiario.es, muestra la satisfacción del partido de Pablo Iglesias ante el giro dado por los socialistas tras la vuelta de Pedro Sánchez a la Secretaría General. Podemos no lo expresa solo en privado. También en público se suman el tanto de haber logrado atraer a Sánchez a posiciones más próximas a las suyas. La portavoz del Consejo de Coordinación, Noelia Vera, lo resumió el lunes ante los medios en una rueda de prensa: “Se recogen los frutos de la reunión entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez”.

El PSOE de Pedro Sánchez ha girado en las últimas semanas en algunos de los asuntos más polémicos que estaban sobre la mesa. A veces incluso sobre posiciones previas del propio secretario general. Sánchez, economista de formación, había defendido hasta ahora los acuerdos comerciales negociaciados entre la UE y diferentes países o regiones de otros continentes. Entre ellos, dos de los más conocidos: el TTIP, con EE UU, y el CETA, con Canadá.

El PSOE se opuso a solicitar un recurso previo de constitucionalidad sobre el CETA, rechazó una enmienda a la totalidad de Unidos Podemos y aprobó el dictamen favorable al acuerdo de la comisión de Exteriores del Congreso ya con Sánchez y su “giro a la izquierda” de vuelta en Ferrazo. Pero en la última votación en el Congreso antes de enviar el texto al Senado, el PSOE se abstuvo. Una posición “insuficiente” para Podemos, pero “un paso” en la buena dirección, tal y como lo definió Pablo Iglesias.

“Hay que salirse de la imagen lamentable del PSOE de la gestora, que ayudó a sacar adelante los Presupuestos Generales”, señaló el lunes la portavoz, Noelia Vera, acompañada ante la prensa del secretario de Organización, Pablo Echenique. Desde la perspectiva de Podemos, esto está ocurriendo en algunos aspectos cruciales.

Del techo de gasto a la participación directa

Desde Podemos señalan algunos de los cambios introducidos por el XXIX Congreso Federal del PSOE tanto a nivel interno como de políticas concretas.

El rechazo al techo de gasto de gasto no es una de ellas. La decisión de votar en contra del objetivo y reparto del déficit para 2018 la tomó la ejecutiva de Pedro Sánchez el lunes, casi a la vez que el Gobierno lo anunciaba a los españoles en una rueda de prensa. El no de Podemos estaba cantado y el partido de Iglesias ha optado por elevar un poco la presión sobre Sánchez al exigirle que su socio canario, Pedro Quevedo, no preste su voto al PP como hizo con las cuenta de 2017.

Los líderes regionales socialistas le pusieron esta vez fácil la decisión a su nuevo, y no deseado por todos, líder. Los presidentes autonómicos del PSOE ya se plantaron ante la oferta que el Ministerio de Hacienda hizo en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Los barones ya no tenían la misma necesidad de financiación que el año pasado, con los presupuestos del Estado prorrogados (y congelados) dos veces.

En el plano económico también encuentra Podemos motivos para la alegría. El PSOE aprobó en su congreso “fijar el Salario Mínimo Interprofesional, respetando el diálogo social, en 1.000 euros mensuales para 2020”. Una propuesta que supera incluso a la de Unidos Podemos, que presentó una proposición de ley en el Congreso para alcanzar los 950 euros.

Sobre Sánchez pesaba la duda porque en las dos elecciones generales a las que ha concurrido llevaba propuestas similares. Y, sin embargo, en su acuerdo con Ciudadanos de 2016 fijó una subida del 1% anual, lo que llevaba a 2046 el cumplimiento de su promesa.

Tras la reunión que mantuvieron Sánchez e Iglesias la semana pasada, el secretario general de Podemos aseguró que había propuesto al líder del PSOE una subida anual del 7%, aunque se desconoce la respuesta de Sánchez.

Otro de los aspectos más polémicos desde el surgimiento de Podemos fue el de establecer una renta garantizada en alguna de sus diversas modalidades. El PSOE siempre rechazó esta opción. Hasta ahora. El congreso socialista ha aprobado “el Ingreso Mínimo Vital” como primer paso “hacia una renta de naturaleza estructural” que permita “progresar en el futuro hacia una Renta Básica”. Podemos añade como objetivo final el concepto “Universal”.

También a la interna el PSOE ha cambiado. Uno de los ejemplos más claros, y en Podemos no lo ocultan, es que Pedro Sánchez se ha comprometido a aumentar la participación directa de los militantes y simpatizantes. Con dos ejemplos muy claros: primarias para elegir a los números uno de las listas a nivel estatal, autonómico y municipal; y la obligatoriedad de que la militancia deba ratificar los acuerdo de investidura.

Desacuerdos: La cuestión catalana y la continuidad de Rajoy

La cercanía entre el PSOE y Podemos encuentra algunos obstáculos. Y uno en concreto de difícil encaje. Los partitos de Sánchez e Iglesias mantienen posiciones encontradas sobre cómo resolver la crisis territorial abierta entre Catalunya y el Estado.

Aunque Pedro Sánchez ha comenzado a utilizar la palabra “plurinacionalidad”, el sentido con el que lo hace difiere del de Podemos y sus aliados catalanes. La ponencia aprobada por los delegados del XXIX Congreso Federal del PSOE señala: “Proponemos una reforma constitucional federal, que mantenga la unidad del Estado, perfeccionando el carácter plurinacional del mismo, y que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español, de acuerdo con los arts. 1 y 2 de la CE”.

El PSOE no acepta un referéndum o consulta de independencia que llame a las urnas solo a los ciudadanos de Catalunya. Podemos, Unidos Podemos y Catalunya en Comú, sí. Es más: es una de las patas de su solución al conflicto.

El partido de Iglesias, además, ha puesto sobre la mesa otro concepto: confederal. Lo hizo el secretario general durante la moción de censura a Mariano Rajoy. Y lo defiende el líder de Catalunya en Comú, Xavier Domènech, quien el sábado participó en la tercera reunión de Rumbo 2020, el llamado gobierno en la sombra de Pablo Iglesias y que estuvo precisamente centrado en la “plurinacionalidad” española.

Precisamente la fórmula para arrebatar al PP el Gobierno de la Nación es otro escollo entre ambos partidos. Tanto Pedro Sánchez como su secretario de Organización, José Luis Ábalos, han defendido la necesidad de un entendimiento con Ciudadanos. Una opción descartada del todo por Podemos. Y por Albert Rivera.

Desde el partido de Iglesias ofrecen a Sánchez una suma más complicada con los grupos nacionalistas e independentistas: PNV, ERC y PDeCAT. Una opción de la que Sánchez no quiere saber nada.

Las posiciones son muy similares a las de la legislatura fallida de 2016, al menos en este aspecto. En otros, el nuevo PSOE todavía no ha tenido que pronunciarse.