72 horas. Es el margen que tienen los distintos sectores de Podemos en la Comunidad de Madrid para acordar una lista unitaria para las primarias que el partido ha convocado a toda prisa para elegir a su candidatura en las elecciones autonómicas de Madrid. Las posiciones de los dirigentes y referentes del partido permanecen inamovibles y todas las opciones están abiertas. Incluso unas primarias donde haya vencedores y vencidos, un escenario impensable hace apenas un mes.
Los equipos de Íñigo Errejón, Ramón Espinar y de Anticapitalistas trabajan ya en todos los escenarios, según han confirmado eldiario.es de fuentes de cada sector. Las opciones son cuatro: que, finalmente, haya una lista conjunta que aglutine a todos; que registren sendas listas separadas; que algunos de los actores sí agrupen fuerzas frente al tercero; e, incluso, que alguien decida en el último momento bajarse del proceso y no concurrir.
Todas las partes reconocen, eso sí, que hay tiempo para el acuerdo. Y tratándose de Podemos a nadie le podría extrañar que se cerrara en el último momento. Este mismo domingo, por ejemplo, no fue hasta el filo de la medianoche cuando las personas afines a Errejón en el Consejo Ciudadano Autonómico votaron a favor del reglamento de primarias.
Aunque el documento recogía de forma amplia las exigencias planteadas por el candidatable, este se resistía a ratificarlo ante la falta de acuerdo sobre otros aspectos de la negociación que van más allá del propio proceso de primarias y que tienen que ver con el control de la candidatura: desde la representación legal ante la Junta Electoral hasta la composición final de la lista y la inclusión de representantes de otros partidos con los que se pueda confluir, como IU o Equo.
La dirección autonómica, que controla Espinar, y la estatal rechazan dar a Errejón la capacidad de controlar la candidatura. El secretario general de Madrid y el secretario de Organización, Pablo Echenique, lo dejaron claro el pasado lunes. En Podemos aseguran que sería un agravio para otras comunidades o candidatos. Y se piensa, sin citarla, en el caso de Teresa Rodríguez en Andalucía, que reclama una organización confederal para Podemos que, de momento, está lejos de los planes de Pablo Iglesias.
Podemos también ha conocido ya escenarios de enfrentamiento abierto en primarias regionales como este. Pero, normalmente, con Anticapitalistas como verso suelto. El más duro se produjo en Vistalegre 2 y supuso la ruptura del tándem mediático Iglesias-Errejón. Su preludio fue, precisamente, Madrid. Corría el otoño de 2016 y se produjo el primer gran enfrentamiento entre los antiguos aliados. Espinar se impuso entonces a Rita Maestre.
Diversas fuentes conocedoras de las negociaciones confirman a eldiario.es que los equipos no tienen prevista ninguna reunión ni conversación en las próximas horas. Esto no quiere decir que no se vayan a producir. Solo que, de momento, no están en agenda.
El llamado a ser el candidato, Íñigo Errejón, insistía este martes en La Sexta en que el “encargo” que recibió de Pablo Iglesias hace ahora un año, justo después de su derrota en Vistalegre 2, no era “ser el candidato, sino ganar la Comunidad de Madrid”. Para ello, Errejón quiere manos libres para poner en práctica sus hipótesis, las mismas que perdieron en aquella asamblea que se celebró bajo los gritos de “unidad, unidad”.
“Tengo hambre”, aseguraba Errejón en Al Rojo Vivo dando a entender que no piensa retirarse. Pero ponía condiciones: “Si hay buenas condiciones y puedo desarrollar un proyecto ganador”.