El Consejo Ciudadano Estatal de Podemos ha aprobado este viernes reanudar los procesos asamblearios suspendidos tras la irrupción del coronavirus. Las primarias de la III Asamblea Ciudadana Estatal se celebrarán del 15 al 21 de mayo. Inmediatamente después se retomarán las votaciones autonómicas, también pendientes, que tendrán que concluir el 19 de junio. Así, el partido afrontará la segunda mitad del año con las direcciones renovadas.
El CCE se ha reunido por primera vez de forma telemática, debido a las limitaciones de movimiento decretadas por el Gobierno para paliar la expansión de la pandemia. En su discurso inicial, Pablo Iglesias ha defendido la labor del Ejecutivo de coalición, del que forma parte Unidas Podemos y en el que él es vicepresidente. Aunque ha reconocido que el llamado “escudo social” podría ser mejor, ha asegurado que “nunca antes” un Gobierno había respondido de esta forma ante una crisis económica.
Iglesias ha conminado a sus bases a que “siga movilizada, en las redes sociales, en los grupos de solidaridad en los barrios, en los centros de trabajo, para empujar junto a nuestro pueblo la posibilidad de hacer realidad los consensos sociales que refuercen lo público y que nos construyen como sociedad. Porque son los que nos unen y nos cuidan a todos y todas”. El secretario general ha advertido de que, ante el proceso de reconstrucción económico y social que se plantea cuando se supere la crisis sanitaria, existe la posibilidad de que “ganen los que siempre ganan” y que están “dispuestos a lo que sea, a gritar, a insultar y mentir, a hacer política con la muerte, para conseguir que esta vez sea igual que casi siempre”.
Para afrontar mejor ese trance, y para que las bases puedan centrarse en la tarea encomendada, Podemos ha pisado el acelerador después del parón en el proceso asambleario.
La Asamblea Estatal tiene poca intriga. La única candidatura que se ha presentado con opciones de ganar es la que encabeza el propio Pablo Iglesias, que se dirige así a su tercer mandato al frente del partido que fundó en 2014. Esta vez no estarán Íñigo Errejón, que abandonó el partido para fundar Más Madrid y luego Más País, ni la corriente de Anticapitalistas, que dejará formalmente el partido en un congreso también aplazado por la epidemia.
La votación será, pues, de trámite y, ante los problemas de salud pública, la dirección ha optado por no convocar el habitual acto presencial de fin de asamblea, que hasta ahora se había celebrado en el Palacio de Vistalegre de Madrid y que este año tenía previsto hacerse en Leganés (Madrid).
Del proceso deberán salir las bases programáticas, organizativas y éticas del próximo Podemos. Entre los cambios más reseñables está el de modificar el sistema por el que los cargos del partido se venían limitando los sueldos. Los documentos avalados por Iglesias plantea dejar de usar el SMI como referente y establecer un sistema de porcentajes en función del sueldo que se gane y de las cargas familiares que se tengan. Además, Iglesias introduce la posibilidad de poder postularse más allá de los 12 años al frente de Podemos, siempre con el respaldo previo de la militancia.
El diseño definitivo, los diferentes niveles y las salvedades, los debatirá y aprobará el Consejo Ciudadano que salga elegido de las primarias de mayo.
A nivel autonómico la situación es más variable. No todas las comunidades están llamadas a celebrar una asamblea, pero sí lo hará una de las más importantes: Andalucía. Tras el anuncio de la actual líder del partido, Teresa Rodríguez, de no optar a un nuevo mandato, y su apuesta por profundizar en la construccion de Adelante Andalucía, queda por resolver quién liderará el territorio que se había convertido en el más problemático para el liderazgo de Iglesias.
Además, en este momento hay siete Comunidades Autónomas en las que Podemos está dirigido por gestoras. Se trata de la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Cantabria, La Rioja, Aragón y Murcia, informa Europa Press. Todas deberán pasar también por primarias.