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El policía municipal que elaboró el informe técnico sobre si las mascarillas que importó el Ayuntamiento de Madrid a través de los comisionistas Luis Medina y Alberto Luceño ha reconocido este viernes ante el juez que no comprobó lo que decía el documento procedente de China, donde se fabricaron, porque era una fotocopia de ínfima calidad, escrita en el idioma de ese país y que tan solo se ocupó de constatar de que aparecía el nombre del modelo, KN95.
Además, el policía ha declarado, a preguntas de la abogada de Más Madrid, que las fotos que analizó de las mascarillas de grafeno son distintas a las que había aportado el proveedor. El policía ha querido disculpar que si su informe no iba firmado ni fechado es porque era de carácter interno, informan fuentes jurídicas. Su trabajo consistió en analizar la documentación y no las mascarillas en sí, ha remarcado.
Asimismo, el policía municipal ha admitido, respecto a los organismos internacionales que supuestamente avalaban el uso de las citadas mascarillas, que se limitó a leer lo que ponía en su página web, ignorando la advertencia del Ministerio de Trabajo de la invalidez de cualquier certificado emitido por ECM. Del otro organismo, la FDA, el policía ha dicho que se trata de un simple documento de patente.
El juez abrió un nuevo frente al Ayuntamiento de Madrid al interesarse por el “el grado de idoneidad de dichas mascarillas en relación con la normativa vigente en el año 2020”, a petición de la acusación que ejerce el PSOE. El magistrado Adolfo Carretero también solicitó al Ayuntamiento que especificara a qué se destinaron esas mascarillas, cómo se distribuyeron y también si queda alguna. Y solicitó igualmente información sobre qué pasó con las mascarillas que donaron y que fueron a parar al Hospital Puerta de Hierro donde trabajaba entonces la esposa de uno de los comisionistas, Alberto Luceño, tal y como este recomendó al Ayuntamiento.
En este sentido, el juez pidió, a solicitud del PSOE, que declarara el responsable de un informe de la Policía Municipal sobre si las mascarillas KN95 cumplen o no con los estándares de calidad necesarios. El juez, por tanto, quiere saber, no solo si hubo sobreprecios, sino también si el Ayuntamiento compró mercancía defectuosa y qué uso se le dio. Hasta ahora, la Fiscalía Anticorrupción solo había puesto el foco en el carácter defectuoso de los guantes y los test adquiridos a Luceño y Medina.