El PP no tiene tiempo para lamerse las heridas que le ha dejado la fuga de casi cuatro millones de votos del 28A. Pablo Casado se juega en menos de un mes la segunda vuelta que determinará si el batacazo al que ha llevado al partido en la generales se traslada a las municipales y autonómicas. El pasado domingo Ciudadanos se quedó a nueve diputados y menos de tres puntos de los populares; el 26M puede superarlo en cuatro comunidades autónomas y en algunas de las grandes ciudades.
Casado afronta esa cita electoral tratando de dar un giro a su estrategia que tiene que ver con su propia supervivencia en medio de una grave crisis interna y con algunos de los barones territoriales cuestionando su gestión. La debacle ha reabierto las guerras intestinas entre diferentes bandos que se responsabilizan unos a otros de la derrota. El aznarismo defiende que la caída había empezado ya con Rajoy. Y la propia Esperanza Aguirre ha puesto fecha al inicio del retroceso, 2008, a pesar de que después de eso Rajoy logró una mayoría absoluta y ganó las elecciones dos veces más.
Tras diez meses de discurso cada vez más escorado a la derecha, con un sprint en la recta final de la campaña en la que llegó a ofrecer ministros a Vox, tiene menos de un mes para convencer a los votantes de que ahora quiere llevar el partido al centro. El problema para el líder del PP es que los votantes que perdió por tratar de acercarse a los postulados de Vox se han ido a un partido que le pisa los talones.
En la batalla por los escaños del pasado domingo, el PP sacó más que Ciudadanos en 14 provincias. Ciudadanos se impuso en cuatro -Madrid, Cádiz, Barcelona y Tarragona- y en el resto hubo empate a diputados ante ambos partidos -en algunos también se coló Vox en la pelea- que hacen presagiar una batalla por el primer puesto de cara al 26M.
El partido de Albert Rivera se quedó a 219.423 votos del PP. El candidato de Ciudadanos no logró el sorpasso por nueve diputados, pero ya se ha autoproclamado líder de la oposición. El próximo 26M puede además arrebatarle al PP el liderazgo de la derecha en cuatro comunidades autónomas. En algunas tiene además a su alcance el Gobierno, porque el bloque de la derecha suma más que el de la izquierda.
Es el caso de la Comunidad de Madrid. En menos de un mes las urnas aclararán si el PP retiene el Gobierno que ha presidido durante 30 años, los últimos cuatro en coalición con Ciudadanos. Los datos del pasado domingo apuntan a que no le va a ser fácil: Ciudadanos ganó en la Comunidad de Madrid al PP por 86.000 votos. Si los resultados del 26M se parecen a los del 28A, los de Rivera se llevarán 29 diputados, cuatro más que el PP. Eso refleja la proyección elaborada por eldiario.es.
Con esos resultados, los partidos de derechas tendría mayoría para gobernar la región. Vox aportaría 19 diputados a un bloque que lideraría Ignacio Aguado por delante de Isabel Díaz Ayuso, la apuesta personal de Casado para la Comunidad de Madrid. Con esa proyección de escaños se sentará en la Asamblea el número 13 de la lista de Ciudadanos, Ángel Garrido, sucesor de Cristina Cifuentes y hasta hace unas semanas presidente autonómico con el PP.
Para la capital la perspectiva pinta algo mejor para el PP, pero no mucho. Se impusieron en su batalla particular con Ciudadanos con una ventaja mínima de menos de 20.000 votos. La cabeza de lista de Ciudadanos, Begoña Villacís, tiene a su alcance superar a José Luis Martínez Almeida. En esta ciudad el PP tiene dos exconcejales que se presentan por Vox, que el 28A se hizo con el 12,7% de los votos. Los tres suman para gobernar, pero PP y Ciudadanos se pelearán por ganar la batalla interna y hacerse con la Alcaldía.
Aragón es otro de esos sitios donde el PP ve peligrar su hegemonía en la derecha. Los datos de este 28A, además, muestran que la derecha se ha impuesto a la izquierda, así que quien gane dentro del primer bloque podría optar a gobernar esa comunidad autónoma.
El pasado domingo Ciudadanos se impuso con unos 12.000 votos de ventaja. Eso, trasladado a escaños autonómicos, podrían ser unos 15, uno más de los que sacaría el PP y el doble de Vox. Las tres derechas no tendrían dificultad para sumar, pero si eso pasa el presidente autonómico será Daniel Pérez Calvo, que ya se ha presentado como la única alternativa al socialista Javier Lambán. En Zaragoza el PP también ha caído por debajo de Ciudadanos por 17.000 votos. Los populares se han dejado casi la mitad de los votos en cuatro años.
La derecha no tiene, según los datos de este 28A, opciones de gobernar en Baleares y Asturias, pero en estos dos territorios también se va a librar una batalla por ver quién es el primero en la derecha y el PP tiene posibilidades de perder. En las islas, Ciudadanos quedó por delante el pasado 28A por algo más de 3.000 votos. Aquí, otro territorio donde un expresidente del PP se ha pasado a las filas de Ciudadanos, los populares podrían quedarse en cuarto lugar el próximo 26M.
En Asturias ganó el PP, pero Ciudadanos no se ha quedado muy lejos de arrebatarle la primera posición de la derecha. Menos de 10.000 votos separan a ambos partidos, menos de un punto porcentual. Eso sí, al igual que en Baleares, aquí los datos del 28A dieron una victoria clara al PSOE. Si se repiten el 26M, la derecha tendrá imposible gobernar.
Hay grandes ciudades donde las elecciones municipales pueden deparar un sorpaso. Por ejemplo en Valencia, donde hace una semana Ciudadanos se impuso por algo más de 1.000 votos al PP -que se dejó, como en muchos otros territorios, la mitad de los apoyos que había conseguido cuatro años antes-.
En Sevilla los populares afrontan el 26M después de haber quedado por delante de Ciudadanos, pero solo han sacado algo menos de 4.000 votos de ventaja. Además de la capital, otras dos ciudades andaluzas donde el partido de Rivera podría superarles: Málaga, donde Ciudadanos ganó por 10.000 votos, y Huelva, donde la distancia fue de 6.000 votos.