- La negativa inicial de los de Rivera al documento del presidente en funciones es considerada como una mera postura de “estrategia política”
Nadie dice querer nuevas elecciones. Pero ni el PSOE parece dispuesto a rectificar su rechazo a Rajoy ni Ciudadanos a volver a cambiar de postura. Al menos tan pronto. Sin embargo, en el PP están convencidos de que Albert Rivera terminará cediendo y decidirá votar a favor de la investidura de Mariano Rajoy, si no puede ser en este primer intento –para el que ya se han marcado la fecha del 2 de agosto–, sí en el siguiente, posiblemente ya después del verano.
En Génova creen que si finalmente logran sumar los 32 escaños del partido de Rivera a los 137 del PP –más el de Coalición Canaria–, “el PSOE tendría muy difícil justificar el bloqueo a una mayoría de 170 escaños”, argumentan desde la dirección del PP.
La tarea saben que no va a ser fácil. “Esto es muy parecido a las negociaciones entre sindicatos, Gobierno y patronal. Se alargan hasta el último día y solo a las tantas de la madrugada, cuando el plazo está a punto de finalizar, se cierra el acuerdo”, afirma un experimentado dirigente del PP a eldiario.es.
A cambio del hipotético apoyo de Ciudadanos, los populares les garantizarían cesiones en algunas de sus propuestas estrellas, como un pacto por la Educación, la posibilidad de abrir la reforma laboral al contrato único y mejoras para el colectivo de autónomos.
El PP considera que en ese programa de mínimos que ha enviado a los partidos hay además otros asuntos “pactables”, como el debate europeo, la creación de empleo, la lucha contra el terrorismo yihadista, el modelo de financiación autonómica o un pacto contra la violencia machista. Y los presupuestos, a lo que le dan prioridad.
Presión al PSOE
El primer dirigente del PSOE que ha invitado a los populares a intentar esa vía de apoyo ha sido el líder del PSC y presidente del grupo socialista en el Parlament de Catalunya, Miquel Iceta, que ha apuntado que, si finalmente el PP suma los votos a favor de Ciudadanos, el PSOE deberá valorarlo y “reflexionar”.
El líder catalán ha asegurado que si el presidente en funciones consigue ese objetivo, le situaría “en una posición de mucha fortaleza para ir a una investidura y completarla”. Pero si por el contrario Rajoy se presenta a la investidura únicamente con el apoyo de los 137 votos de su propio grupo para Iceta “sería temerario dar la abstención a un candidato que después no podría gobernar”.
La postura del líder catalán no es compartida por muchos diputados del PSOE que no quieren ni oír hablar de la posibilidad de abstenerse. Algunos de estos diputados recuerdan que la postura del partido ya quedó fijada por Pedro Sánchez el otro día, a la salida del encuentro con Rajoy en el Congreso.
¿Podría haber una “cesión” de cinco o seis abstenciones, que son las que necesitaría Rajoy para desbloquear la situación y no ir a nuevas elecciones si Ciudadanos ofrece su sí'? “Yo veo díficil que eso ocurra”, replica un veterano diputado socialista.
En Ciudadanos tampoco están –de momento– en esa operación. Es más, la respuesta que de entrada han dado los de Rivera al documento programático ha echado un jarro de agua fría al optimismo que hay en las filas del PP: lo han calificado como “muy genérico y poco ambicioso”. “Solo es una declaración de intenciones, poco concreto, que no aborda las reformas que hay que llevar a cabo y que necesita el país”, han señalado portavoces de la formación.
“No vamos a entrar en una negociación para la investidura. Estamos dispuestos a sentarnos a negociar a partir del minuto uno del inicio de la legislatura con nuestro programa de reformas, que es más ambicioso y concreto y que intentaremos sacar adelante”, añaden en Ciudadanos.
En el PP tampoco esperaban otra cosa. Al menos de momento, y lo ven como una mera postura de “estrategia política”. Admiten que van a tener que emplearse a fondo en una negociación con ambos partidos. Y que será el propio Rajoy quien se involucrará directamente en el diálogo tanto con Albert Rivera como con Pedro Sánchez, aunque a estos contactos no se les dará publicidad. “Serán conversaciones discretas”, ha apuntado ya María Dolores de Cospedal.
Paralelamente, habrá reuniones y negociaciones a nivel parlamentario, también discretas, que pilotarán los equipos del Congreso y de los partidos. Por el PP, están en ello el portavoz, Rafael Hernando, su número dos, José Antonio Bermúdez de Castro, Pablo Casado y la propia Cospedal.
Pero el primer asalto será ver como queda el pacto en la Mesa del Congreso que tiene que estar cerrado antes del martes, día de la constitución de Las Cortes. Aunque Ciudadanos quiere desligar este tema de la investidura, a nadie se le escapa que si el PP les deja sin representación en la institución, la posibilidad de que se avance hacia un cambio de postura quedará definitivamente frustrada.