La portada de mañana
Acceder
El jefe de la Casa Real incentiva un nuevo perfil político de Felipe VI
Así queda el paquete fiscal: impuesto a la banca y prórroga a las energéticas
OPINIÓN | 'Siria ha dado a Netanyahu su imagen de victoria', por Aluf Benn

Alberto Fabra y José Antonio Monago se enzarzan por el aborto

La polémica reforma del aborto de Alberto Ruiz Gallardón protagonizará este miércoles el primer Comité Ejecutivo Nacional con el que el PP empieza el año. Como aperitivo, dos barones regionales se han enzarzado ya por la cuestión.

Alberto Fabra y José Antonio Monago se han cruzado mensajes a propósito de las críticas que el presidente extremeño hizo públicas durante su mensaje de fin de año. Con este panorama, la reunión en Génova amenaza con caldearse por el gran debate interno que rodea la cuestión pese a que Mariano Rajoy intentará evitarlo por todos los medios. Su intención es centrarse en las próximas elecciones europeas y la futura convención del partido, prevista para febrero aunque aún sin fecha.

Aunque Rajoy se refirió al aborto como “ese asunto” durante su última comparecencia pública, sus barones se andan con menos reservas a la hora de expresar sus opiniones. De todos ellos, el más duro ha sido Monago, quien sentenció el 31 de diciembre que “nadie puede negar a nadie su derecho a ser madre ni tampoco nadie puede obligar a nadie a serlo”.

Por estas palabras, el presidente de la Comunidad Valenciana ha deslizado este martes sus críticas aunque sin citarlo por su nombre: “Creo que alguno quiere quedar bien con otros que a lo mejor están apoyando su Gobierno y no con aquellos que le están votando”. De esta forma, Fabra acusa a Monago de dejarse llevar por la necesidad de seguir contando con el apoyo de IU Extremadura. Por este motivo, el presidente autonómico es conocido por sus compañeros de partido como “el barón rojo”.

Fabra ha invitado a los críticos como Monago a que se expresen con la misma sinceridad dentro del Comité Ejecutivo y en presencia de Rajoy, ya que es el órgano interno adecuado para debatirlo.

El debate se producirá “si lo plantea Rajoy”

Preguntado Monago por si sacará a relucir el tema en la reunión, el extremeño parece haber dado un paso atrás ya que ha asegurado que opinará solo “si lo plantea Rajoy porque en el orden del día no figura como punto específico”. Sin embargo, no ha tenido problemas en criticar veladamente a sus compañeros más conservadores en esta cuestión: “A ver si es que el más centrado del PP soy yo y los demás están un poco confusos con este tema”, ha insinuado a preguntas de los medios en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno autonómico.

Según Monago, su posición es “clara” y la reforma de la ley debe buscar un acuerdo que tenga “durabilidad en el tiempo, al menos 20 años”. El presidente extremeño ha recordado además que en países como Francia, Italia, Alemania, Gran Bretaña y EEUU se han instaurado leyes de plazos y no de supuestos, con lo que su partido es la única formación conservadora que escapa de esta tónica común. Hasta ahora, la primera y única en aplaudir el cambio ha sido la ultraderecha francesa, liderada por Marine Le Pen. Monago ha recordado que otros partidos de derecha como el PP no critican las normativas que imperan en Francia o Portugal, por ejemplo.

Además de responder a Fabra, Monago no ha perdido la ocasión de insinuar los motivos del valenciano para criticarlo. “Se ha cogido un suplemento de un periodico nacional y en el ránking de los políticos más influyentes no está por delante del presidente extremeño. Si yo le cedo mi puesto, si se trata de eso”, ha bromeado.

Otro de los barones conservadores, Juan Vicente Herrera, también ha terciado en el debate. El presidente de Castilla Y León ha defendido la conveniencia de esperar al fallo del Tribunal Constitucional sobre el recurso del PP a la ley del Gobierno socialista. Herrera ha calificado de “opiniones extraordinariamente sensatas” las expresadas por el alcalde de Valladolid o la alcaldesa de Zamora. Tanto Javier León de la Riva como Rosa Valdeón son contrarios a los nuevos obstáculos para abortar en caso de malformación fetal ya que se exige que la madre sufra “un menoscabo duradero” en su salud psíquica.