En la negociación con Ciudadanos y PP para conformar gobierno en Andalucía, los populares se quieren reservar la cartera de Hacienda, una consejería que la dirección nacional del PP considera “clave” para poner en marcha el “cambio de régimen” en la Junta andaluza. Sería el primer paso de la batalla con la que pretenden arrebatar a la izquierda gobiernos autonómicos, municipales e incluso la Moncloa a partir del próximo año.
Fuentes del equipo de Pablo Casado explican que el acuerdo “con Ciudadanos y Vox” está ya cerca y que cuando se conforme el nuevo gobierno -siempre con Juanma Moreno como presidente- habrá “muy pocos meses para demostrar que el cambio es positivo”. Será, según explican, la prueba de fuego para demostrar que la triple alianza de la derecha es una coalición solvente de cara al ciclo electoral que proseguirá la próxima primavera con las elecciones municipales, autonómicas y europeas.
Génova quiere, por ello, que en el primer Consejo de Gobierno de la nueva Junta se aprueben “las propuestas más importantes” del programa del PP, entre las que incluyen una “reforma fiscal” que permita una “bajada generalizada” de impuestos y la eliminación de varios tributos a los andaluces. Para poner en marcha esas iniciativas Casado quiere asegurarse el control de la Consejería de Hacienda, ya que para la dirección del PP las materias clave para controlar un Ejecutiuvo son “las cuentas y la seguridad”, si bien en esta última las comunidades autónomas no tienen competencias.
Sin embargo, la cartera de Hacienda también es “irrenunciable” para Ciudadanos. El líder nacional Albert Rivera la señaló como una de sus competencias en un Gobierno repartido al 50% con el PP. Los naranjas quieren equilibrar el peso con los populares y entienden que si la Presidencia de la Junta recae en Moreno, su portavoz y candidato, Juan Marín, debe ostentar la vicepresidencia “con rango económico”. La estructura orgánica del futuro Gobierno no está, ni mucho menos, diseñada. La negociación está abierta -este lunes es la segunda reunión al más alto nivel- y ambas formaciones se esfuerzan en difundir que las áreas más importantes del nuevo Ejecutivo han caído en su lado. Hacienda es la cartera que diseña los Presupuestos Autonómicos y, por tanto, pone número a las políticas de la Junta.
Ciudadanos aspira a controlarla, entre otras cosas, porque una de las primeras medidas del primer Consejo de Gobierno será la bajada del impuesto de sucesiones y donaciones, una bandera que los naranjas le “arrancaron” al anterior gabinete del PSOE, y que se la disputan también el PP para marcarse “la primera medalla para las próximas elecciones”. Los populares han propuesto, como compensación, desgajar el área de Hacienda de la de Economía (como está ahora), y dejar la segunda en manos de Cs, pero Marín rechaza de plano esta estructura.
En plenas negociaciones con Ciudadanos, el socio preferente del PP para el nuevo ciclo electoral, las fuentes de la dirección del PP consultadas reconocen que el de Albert Rivera es “un partido muy táctico”, por lo que no descartan que Ciudadanos rompa el bloque que se está conformando ahora en Andalucía e impida llevarlo a otras instituciones el año que viene.
A diferencia del PP que, según Génova, es una formación “más estratégica”, Ciudadanos “se fija más en las encuestas” y “es más sensible a la prensa”. El equipo de Casado considera que los de Rivera “van a girar a la izquierda”, ya que van a buscar los votos de los descontentos del PSOE que buscan un discurso a favor de la unidad de España.
La dirección nacional de los populares reconoce que si el pacto en Andalucía “no sale bien” está el riesgo de que el electorado del PP sufra una “decepción como la de 2012” cuando los populares ganaron las elecciones en Andalucía pero, sin embargo, no pudieron gobernar al no lograr la mayoría de escaños necesaria en el Parlamento para desbancar al PSOE de la Junta.
Lo que ocurra los próximos tres meses en Andalucía es un “ejemplo para toda España”, por lo que la dirección del PP se imagina su gestión en la Junta como un “ensayo” y una larga campaña electoral de cara a las generales.