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El PP mantendrá los acuerdos con Vox pese a que crece el malestar interno por su negación de la violencia machista

El presidente de Vox, Santiago Abascal, y el presidente del PP, Pablo Casado, durante la concentración de Colón de febrero.

Iñigo Aduriz / Sofía Pérez Mendoza

La dirección del Partido Popular no va a cambiar su relación con Vox a pesar de la negación de la violencia machista por parte del partido de Santiago Abascal y tiene previsto mantener todos los acuerdos que han permitido el apoyo de la formación de extrema derecha a los gobiernos de coalición de PP y Ciudadanos en Andalucía, la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de la capital o la Región de Murcia. Este mismo miércoles, los de Pablo Casado cerraban filas en Madrid con la extrema derecha votando en contra de la reprobación del portavoz municipal, Javier Ortega Smith, por boicotear el acto institucional del pasado 25N para condenar la violencia de género.

Fuentes de la dirección popular han confirmado a eldiario.es que el líder del PP no se plantea romper esos pactos tras los vetos planteados por Vox a las declaraciones institucionales contra la violencia de género que el resto de los partidos, incluido el PP, han querido aprobar en ayuntamientos, parlamentos autonómicos y hasta el Congreso de los Diputados esta semana con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer del 25 de noviembre.

Existe, no obstante, un creciente malestar entre cargos y dirigentes populares por la actitud negacionista de Vox ante la violencia machista. Miembros de la dirección de Casado y líderes territoriales confiesan a este diario que en el partido “ha sentado mal” que la extrema derecha que les apoya en distintos gobiernos boicoteara las condenas a la violencia de género del 25N planteadas en las instituciones.

“Desde luego que sienta mal que Vox tenga este posicionamiento”, reconoce un cargo con responsabilidad en Génova 13, que en cambio no cuestiona que se mantengan los acuerdos con los de Abascal en Andalucía, Madrid y Murcia.

La pelea por el mismo electorado

Otro dirigente aboga por dejar claras las posiciones de cada partido por escrito en el caso de que se tengan que lograr nuevos pactos con la extrema derecha. “La única forma de confirmar los acuerdos es dejando fuera de los textos esta negativa de Vox a condenar la violencia machista o fijando nuestra sensibilidad con la lucha contra la violencia de género en la hoja de ruta de los acuerdos de gobernabilidad”, apunta.

Los cargos consultados celebran, en todo caso, que esta discrepancia les permita “distinguirse” del partido de Abascal. Consideran que les facilita dejar claro su compromiso frente a la violencia contra las mujeres en plena batalla con Vox por el electorado más conservador y apenas dos semanas después de que la extrema derecha lograra convertirse en tercera fuerza del país en las elecciones del 10N con 52 escaños, frenando el crecimiento que registraron los populares en las urnas –pasaron de los 66 escaños del 28A a los 89 actuales– e impidiendo así la llegada de Casado a la Moncloa.

La postura oficial de Génova 13 la sintetizaba este miércoles el secretario general del PP, Teodoro García Egea, en una entrevista en La Sexta en la que volvía a remarcar que el partido no participará en un cordón sanitario para que la extrema derecha entre en la Mesa del Congreso. El 'número dos' de Casado evitaba criticar directamente a Vox, pero sí le emplazaba a llevar a los distintos parlamentos sus propuestas en materia de violencia de género en vez de “llamar la atención” planteando vetos a las declaraciones institucionales que se impulsan desde las instituciones.

La última afrenta entre Vox y el resto de los partidos políticos españoles se producía este mismo miércoles, cuando la extrema derecha impedía también que el Congreso hiciera una declaración unitaria al negarse a firmar un texto impulsado por el PSOE sobre esta materia que sí contó con el apoyo de todas las demás formaciones representadas en la Cámara Baja.

El partido de extrema derecha era también protagonista en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid. Aquí la reprobación del portavoz municipal de Vox por su “falta de respecto a las víctimas de la violencia de género” tras reventar un acto del 25N dividía al Gobierno municipal formado por PP y Ciudadanos.

Mientras los de Casado optaban por mantenerse del lado de Vox y condenaban que la moción acataba la “libertad de expresión” de Ortega-Smith, Ciudadanos se desmarcaba de la ultraderecha y votaba junto a Más Madrid y PSOE. “Hay una cosa que no está reñida con la ideología y es el respeto y la humanidad. No se puede presentar delante de mujeres víctimas a hacer esa arenga”, argumentaba la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, para explicar su postura.

La brecha entre los socios de Gobierno y, a la vez, entre las tres derechas en Madrid llega en un momento comprometido. PP y Ciudadanos dependen de los cuatro concejales de Vox para sacar adelante los presupuestos de 2020. El acuerdo debe estar firmado en el mes de diciembre pues las cuentas se elevarán al Pleno antes de que acabe el año.

“Hacer política” con la violencia

En alusión a Vox, García Egea aseguraba que “hay partidos que intentan hacer política con estas cuestiones”. “Creo que si alguien quiere mejorar una ley lo que tiene que hacer es registrar su propuesta de mejora en el Congreso de los Diputados”, señalaba, sin plantear en ningún momento la opción de romper con el partido de Abascal en las instituciones en las que el apoyo de Vox resulta imprescindible para que el PP siga en los correspondientes gobiernos autonómicos o municipales.

A juicio del secretario general de los populares hay “un consenso y una línea de actuación” en torno al pacto de la violencia de género y “nadie está en contra de que se mejoren las leyes”. “Pero para hacer eso, hay que sentarse en una mesa, redactar una propuesta y registrarla en el Congreso. Y todo lo demás, son ganas de llamar la atención”, advertía.

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