Casado decide mantener a Cospedal en uno de los cargos más deseados del Congreso de los Diputados

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, mantiene a la exsecretaria general de su partido María Dolores de Cospedal como presidenta de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados a pesar del escándalo de las grabaciones del excomisario José Manuel Villarejo que forzaron a la exministra de Defensa a dejar el lunes su cargo en el Comité Ejecutivo del PP tras demostrarse sus tratos con el policía, que actualmente está en prisión provisional.

El puesto es uno de los más codiciados del Parlamento, ya que, además de aportarle un complemento salarial de más de 1.400 euros al mes, permite a Cospedal disponer de un pasaporte diplomático para ella y solicitarlo para su marido, Ignacio López del Hierro, también involucrado en los tratos con el excomisario.

Casado colocó a la exnúmero dos del PP en la presidencia de la comisión en septiembre, cuando el líder popular reorganizó los grupos parlamentarios del Congreso y el Senado tras ganar las primarias a Soraya Sáenz de Santamaría. El puesto fue precisamente una de las contraprestaciones que el hoy presidente del PP concedió a Cospedal por el apoyo que esta le brindó durante el proceso interno y que decantó su victoria sobre la exvicepresidenta del Gobierno. También concedió a la exsecretaria general un 25% de los puestos de su dirección, entre ellos el de la portavoz parlamentaria, Dolors Montserrat.

El régimen económico de los diputados aprobado por el Congreso en julio establece que los parlamentarios que ostenten la presidencia de una comisión cobran 1.470,92 euros al mes en concepto de gastos de representación, una cuantía que deben sumar a los 2.891,42 euros de asignación constitucional que les corresponde por ocupar un escaño en la Cámara Baja. Gracias al puesto al que la ascendió Casado –presidenta de la Comisión de Asuntos Exteriores– y en el que el líder del PP le mantiene a pesar del escándalo de las cintas, Cospedal cobra, por tanto, 4.362 euros al mes.

Inmunidad penal en el extranjero

Otra prerrogativa que concede la presidencia de la citada comisión es la posibilidad de solicitar un pasaporte diplomático que facilita inmunidad penal en el extranjero. Fuentes oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores han confirmado a eldiario.es que “la señora Cospedal tiene pasaporte diplomático y tiene derecho a tener pasaporte diplomático como presidenta de la Comisión de Exteriores del Congreso”, aunque al departamento no le consta que lo tenga López del Hierro.

Desde el Congreso de los Diputados explican que ha sido un “hábito” que los presidentes de la Comisión de Exteriores hayan solicitado el pasaporte diplomático al Ministerio de Asuntos Exteriores y que este departamento se lo haya concedido por los viajes que en función de su cargo realizan como representantes de España en el exterior. Así lo obtuvo, por ejemplo, el exdirigente de CiU Josep Antoni Duran i Lleida, que fue presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso en anteriores legislaturas.

Además de la Familia Real, presidentes y expresidentes del Gobierno, ministros, presidentes del Congreso y el Senado y embajadores, entre otros, la legislación española establece que los pasaportes diplomáticos pueden ser concedidos también “a las personas, especialmente cuando ejerzan altos cargos en la Administración General del Estado, que realicen, con carácter temporal, misiones oficiales en el exterior que por sus características lo requieran, a juicio del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación”.

La ley de 2008 explica, además, que “la concesión de pasaporte diplomático comprenderá siempre al cónyuge o a la pareja de hecho del titular directo”. Según este apartado, Ignacio López del Hierro, marido de Cospedal que también se ha visto involucrado en las grabaciones del excomisario Villarejo, podría igualmente solicitar el documento a Exteriores.

Cuestión de “índole personal”

La exnúmero dos del PP y su marido ya tuvieron derecho a ese pasaporte diplomático entre noviembre de 2016 y junio de este año, durante el tiempo en el que Cospedal fue ministra de Defensa. Pero la ley establece que los titulares directos e indirectos del derecho a poseer pasaporte diplomático “deberán devolverlos al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación cuando se extinga su derecho a poseerlos” y en “el plazo de un mes”. Es decir, que Cospedal tendría que haber entregado el suyo entre junio y julio, antes de poder volver a tenerlo en septiembre al ser nombrada presidenta de la Comisión de Exteriores del Congreso.

Desde el lunes, cuando Cospedal anunció que dejaba su puesto en la Comisión Ejecutiva Nacional del PP –máximo órgano de dirección del partido– la dirección del PP ha insistido en que no tiene margen de maniobra para exigir a la exsecretaria general que deje su escaño por ser una cuestión de “índole personal”. Pero Casado, que este martes volvía a desmarcarse de Cospedal negando ser “partícipe” de prácticas que le puedan “avergonzar”, sí puede pedir a la exnúmero dos que abandone el Grupo Parlamentario Popular en aplicación del Código Ético y forzarle a dejar la presidencia de la Comisión de Exteriores a la que le aupó hace solo dos meses o incluso suspenderla de militancia.

Por el momento, Casado se resiste a exigir más responsabilidades a la diputada sin cuyo apoyo no habría logrado la presidencia de los populares. Génova confía en que sea ella la que deje su acta de diputada y, por tanto, la presidencia de la Comisión de Exteriores. Temen que nuevas entregas de audios de Villarejo convierten su situación todavía en más insostenible.