El anuncio de la puesta en marcha de una moción de censura a Mariano Rajoy por parte de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea ha sido asumida como agua de mayo por el Gobierno del Partido Popular. Fuentes de la formación conservadora en el Congreso aseguran que la propuesta fortalece la imagen de Mariano Rajoy como única figura con capacidad para formar un Gobierno y desvía el foco de la corrupción, que les ha azotado fuertemente durante las últimas semanas, hacia una medida “que se sabe que va a fracasar desde que ha sido presentada”.
De hecho, el portavoz del PP en la Cámara Baja, Rafael Hernando, salió a jalear la iniciativa de la confederación de izquierdas tras conocer su anuncio: “Que la presenten. Ya están tardando. Para presentar una moción de censura se necesitan 35 escaños y Podemos tiene 70”.
La rápida salida del resto de los partidos políticos calificando el movimiento de Unidos Podemos como “un circo”, “una irresponsabilidad” o “una torpeza absoluta” ha ratificado la idea entre los populares de que la moción les quita protagonismo en el relato de la corrupción.
La lectura política de la moción de censura que han hecho el PP va más allá de desenfocar el debate sobre la últimas actuaciones policiales y judiciales contra miembros de su formación. La seguridad con la que Pablo Iglesias anunció que presentarían esta herramienta parlamentaria, aunque no cuente con los votos para que tenga éxito, retrotrae el escenario político a los momentos de inestabilidad de 2016, con lo que Mariano Rajoy vuelve a aparecer como única figura que puede ofrecer la opción más estable de gobernabilidad, según los populares.
El fracaso de la moción de censura va a otorgarle “un aporte de legitimidad mayor” a Rajoy como jefe del Ejecutivo, reconocen en el PP. Frente al discurso de un Gobierno del PP ilícito por su minoría parlamentaria en la Cámara Baja, “queda claro que no hay alternativa estable” a un Gobierno del Partido Popular.
El paso dado por el partido de Pablo Iglesias es asumido por el PP como una táctica de desgaste del PSOE. “Con este movimiento, Podemos busca dejar al PSOE sin discurso. Que solo queden dos polos, ellos como oposición y nosotros, una estrategia que tampoco nos viene mal porque Podemos no tiene capacidad para articular un discurso de gobierno creíble entre los españoles”, reconoce un miembro del Partido Popular.
“Esta jugada de comunicación política solo puede influir en la pelea interna que tienen ahora en el PSOE, para la estabilidad del Gobierno son fuegos de artificio”, explican desde el PP.
La idea de que la fallida maniobra de Unidos Podemos fortalece al Gobierno de Rajoy no solo era patente entre los miembros del grupo parlamentario popular. Varios dirigentes del PSOE mostraron su disconformidad por una actuación que, además de ser considerada como un ataque directo a los socialistas, diluye el foco de la corrupción sobre el PP.
Aitor Esteban, portavoz parlamentario del PNV, también apuntó que, lejos de ser una práctica de desgaste al Gobierno, va a “reforzar al presidente Rajoy al dejar en evidencia que no hay una mayoría alternativa”.
Foco en los Presupuestos
Con una moción de censura de Unidos Podemos sin peso real ni opciones de convertirse en un riesgo para el Ejecutivo Rajoy, el PP tiene el principal reto y la mayor preocupación en la aprobación de los presupuestos de 2017. No hubo intervención parlamentaria durante la jornada de ayer que no estuviera relacionada con la “necesaria aprobación” de las cuentas de este año.
El diputado del Grupo Popular, Víctor Píriz, el portavoz de Interior del PP en el Congreso, José Alberto Martín Toledano, la portavoz de Medio Ambiente del Grupo Parlamentario Popular, María Teresa de Lara, la portavoz adjunta de Turismo, Águeda Reynés, o el propio Hernando, entre otros, centraron ayer sus discursos en la necesidad de la aprobación de los presupuestos de 2017 para asegurar la buena marcha de la economía.
Este viernes termina el periodo en el que se pueden presentar enmiendas a la totalidad. El equipo del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, sigue negociando con el PNV, una vez que ya tiene asegurado el apoyo de Ciudadanos y Coalición Canaria, aunque fuentes del PP aseguran que el propio Rajoy podría intervenir en las negociaciones con los nacionalistas vascos para conseguir su apoyo.