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El PP moviliza a los ayuntamientos y las autonomías en su cruzada para defender al rey “ante los ataques” del Gobierno

Las comunidades autónomas y los ayuntamientos, las dos principales administraciones que están centradas en gestionar la segunda oleada de la pandemia, deberán debatir en los próximos días acerca de la monarquía, a instancias del Partido Popular. La dirección de Pablo Casado decidió este lunes llevar a todos los parlamentos regionales y a los plenos de los consistorios su particular cruzada a favor del rey “ante los ataques” que a su juicio sufre la monarquía por parte del Gobierno, sobre todo a raíz de la polémica generada por la ausencia de Felipe VI de la entrega de los despachos de los nuevos jueces del pasado viernes, en Barcelona.

El Comité de Dirección del PP acordó registrar en las cámaras autonómicas y en todos los ayuntamientos “una moción en defensa del orden constitucional ante los ataques del Gobierno de PSOE y Podemos”. En ella, explican fuentes de la dirección popular, “se reivindica la Constitución de 1978, la separación de poderes, la unidad nacional, la igualdad de todos los españoles y las instituciones del Estado con el Rey a la cabeza”. 

La teoría del equipo de Casado es que España sufre una “degradación institucional” promovida desde la Moncloa para acabar con el sistema democrático y que el PP debe ser “un freno a la deriva con la que el Gobierno está conduciendo” al país. “Nosotros no permitiremos que el Gobierno radical siga arremetiendo contra la monarquía parlamentaria, el sistema que nos dimos todos los españoles en 1978”, sostiene la dirección popular en sus argumentarios, las consignas que envía cada día a todos sus cargos para que las repitan en sus intervenciones públicas.

Génova 13 ha visto en el debate sobre la monarquía la vía de escape ante las dos grandes crisis que vive el PP: la cuestionada gestión de la pandemia en su Gobierno insigne, el de la Comunidad de Madrid –cuyas políticas son siempre citadas por Casado como un “ejemplo” de lo que haría él en toda España si llega a la Moncloa–; y la Operación Kitchen que investiga el espionaje del Gobierno de Mariano Rajoy al extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, por la que están imputados el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz y el exsecretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, que salpica además a la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal, el principal apoyo que decantó la victoria de Casado en las primarias de 2018.

La “cobardía” de Sánchez

La ausencia del rey en Barcelona y la posterior petición de neutralidad al monarca realizada por el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, tras conocer que Felipe VI telefoneó al presidente del Poder Judicial, Carlos Lesmes, para lamentarse por no haber actuado al citado acto en la capital catalana, han servido de acicate para el PP, que trata de erigirse en la única fuerza política que defiende a la monarquía frente a los que considera unos “ataques” de la izquierda.

Casado llevó esa estrategia al límite este lunes, cuando en una entrevista en Onda Cero sostuvo que el rey fue elegido por la votación de los españoles, a diferencia, según él, de Garzón e Iglesias. En las últimas elecciones generales, el vicepresidente y el ministro de Consumo concurrieron como cabezas de lista de Unidas Podemos por las circunscripciones de Madrid y Málaga, respectivamente, obteniendo ambos sendos escaños en el Congreso antes de entrar a formar parte del nuevo Gobierno de Sánchez.

“Sánchez lleva tres días sin defender al rey de España, es decir, a todos los españoles que votamos hace cuarenta años que la forma de Estado fuera la monarquía parlamentaria y, hace seis, que quien la encarnara fuera Felipe de Borbón. Repito, lo votamos los españoles, un recordatorio para el señor Garzón y para el señor Iglesias, a los que no votaron los españoles para estar en el Gobierno porque Sánchez se comprometió a no contar nunca con ellos”, aseguraba Casado en la citada entrevista.

Minutos después, la dirección del PP sintetizaba la idea defendida por Casado en un tuit. “A Felipe VI lo votamos los españoles, a Garzón y a Iglesias no”, señaló Génova 13 citando a las palabras de su máximo jefe. “Es de una gran cobardía, a nivel personal, que Sánchez no dé la cara para defender al Rey y a la unidad constitucional”, añadían los populares en el mensaje publicado en la citada red social.

El apoyo de FAES

Todos los cargos populares han pasado el fin de semana utilizando sus cuentas personales de las redes sociales con mensajes de apoyo al monarca y con vivas al rey. Casado llegó a improvisar el sábado una declaración institucional que no estaba prevista en la agenda del PP, con la que el presidente popular denunció “una erosión de las instituciones democráticas del Gobierno de Sánchez”. Su mensaje, que se proyectó en la clausura de la Escuela de Verano 'Antonio Torres' del PP de Aragón, se grabó en su despacho de la sede nacional del partido en el que se podía ver una foto del propio Casado con el rey.

En su plan para acusar al Gobierno de tratar de acabar con el régimen establecido Casado cuenta con la Fundación FAES de su padrino político, el expresidente del Gobierno José María Aznar. Este lunes, el think tank ultraliberal hacía público un nuevo editorial, titulado El error fatal, en el que carga con dureza contra el PSOE por su “deriva” proclive a llegar a acuerdos con fuerzas de izquierda y nacionalistas. Se trata, apunta FAES, de “una combinación de fuerzas que une a la extrema izquierda populista, a los independentistas y a los legatarios de ETA que han encontrado en la deriva del Partido Socialista desde la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, el terreno abonado para avanzar en su siniestro proyecto de polarización política y ruptura territorial”. 

“Han conseguido que el Partido Socialista asuma la impugnación de la Transición y del acuerdo constitucional surgido de aquella como el cemento que mantendrá unida una mayoría de gobierno con sus socios actuales. En este proyecto, la oposición quedará relegada a la periferia del sistema, lo que garantizará a la izquierda y al nacionalismo la ocupación indefinida del poder, una vez que la sociedad civil y las demás instituciones del Estado asuman que sus opciones se reducen al sometimiento o la destrucción”, zanja la fundación de Aznar.