Pese al empellón de los partidos independentistas catalanes con el acto de presentación del borrador de la ley catalana de reférendum, el Gobierno de Mariano Rajoy ha optado por seguir la estrategia de reforzar el discurso del “diálogo y la negociación”, descalificar por su “baja calidad democrática” las actuaciones del Ejecutivo autonómico de Carles Puigdemont y mantener una actitud prudente sin anunciar medidas beligerantes con el objetivo de atraer al PSOE a conformar un bloque constitucionalista con Ciudadanos.
La vicesecretaria de Estudios y Programas del Partido Popular, Andrea Levy, reiteró que la situación en Cataluña puede tener “una reconducción política a la altura” para que se encuentren “muchas vías de entendimiento” con los partidos independentistas.
Mientras, la maquinaria judicial sigue alerta y dando pasos ante cada iniciativa por el referéndum de los partidos independentistas. El pleno del Tribunal Constitucional dictaminó por unanimidad este miércoles declarar inconstitucionales las partidas de los presupuestos catalanes destinadas a convocar elecciones y consultas en el caso que finalmente se usen para el referéndum soberanista anunciado para el 1 de octubre. El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, resumió la estrategia con la frase: “Todos a una y con toda la ley”.
“En la reunión Rajoy tenderá la mano a Pedro Sánchez para ir todos a una, también con Ciudadanos, para dar respuesta a un desafío absolutamente inaceptable”, añadió Casado. El secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, y el presidente del Gobierno se ven este jueves en su primer encuentro tras la victoria de Sánchez en las primarias del PSOE.
Sánchez ha criticado reiteradamente la falta de respuesta política del Gobierno ante el desafío soberanista y su inmovilismo ante un problema que se ha ido enquistando. “Hace tres años nos enfrentábamos al 9N y hoy desgraciadamente nos estamos enfrentando a un 1 de octubre. ¿Dónde están las soluciones por parte del Gobierno del PP? ¿Dónde está el diálogo?”, le recriminó el líder socialista.
En este sentido, Levy insistió en la idea de que “la democracia es un diálogo permanente, fluido y continuo. Lo que no se puede es poner un chantaje encima de la mesa y decir que debe continuar esa negociación y ese diálogo”.
“Si reconocen su fracaso será posible que ese reconocimiento se convierta en terreno fértil para que iniciemos un diálogo y una negociación, ver cuánto provecho se puede sacar de esa situación. Pero apearse del chantaje es imprescindible”, apuntó la vicesecretaria del PP.
La actitud firme en la legalidad y más dialogante en política del PP deja de lado las peticiones desde otras instancias. Ni las recomendaciones de expresidentes como Felipe González, que hizo una defensa de la aplicación del artículo 155 de la Constitución por el que se puede intervenir desde el Ejecutivo central el gobierno de una Comunidad autónoma, ni las llamadas a la acción por parte de Ciudadanos van a apartar del camino trazado por el Ejecutivo de Rajoy.
Como ya hizo el exvicepresidente Alfonso Guerra, González, con la aquiescencia de José María Aznar, reivindicó este miércoles que “tan constitucional es la estructura autonómica como el 155” que sirve como fórmula legal “graduable” para exigir “de los responsables del Gobierno que si se vulneran las normas constitucionales y estatutarias den una respuesta para devolver la realidad al ámbito constitucional”.
Con otro objetivo más político, el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Parlamento catalán, Fernando de Páramo, pidió al Ejecutivo de Rajoy que no repita la actuación que tuvo ante la consulta del 9N cuando “hizo campana y miró hacia otro lado” y aplique “toda la normativa jurídica”.
Este miércoles el presidente del Gobierno se limitó a recordar que “los delirios autoritarios y frentistas no podrán vencer a la serenidad y al equilibrio de nuestro Estado democrático” como respuesta a la presentación de la Ley del Referéndum, con la que los independentistas catalanes buscan dar cobertura legal a la convocatoria del 1-O.
Además de la reunión entre Rajoy y Sánchez, el Gobierno y el PSOE mantendrán un diálogo fluido sobre el asunto de Cataluña. Los socialistas han designado como interlocutor para este tema a su secretario de Política Federal, Patxi López, que se verá con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para analizar la situación catalana. Fuentes del PSOE abundaron en que tras la reunión de ambos líderes de este jueves se acordará la fórmula de reuniones entre López y Sáenz de Santamaría.
Salvo el asunto catalán, habrá pocos temas más de consenso entre el presidente y el secretario general del PSOE. Aunque Rajoy resaltó que adoptaría una actitud para buscar acuerdos con los socialistas “en los grandes asuntos de Estado” como pensiones, financiación autonómica, educación o violencia de género Sánchez ya se ha posicionado claramente contrario las políticas del Ejecutivo y ha hecho un llamamiento al resto de las fuerzas de la oposición “para desalojar al PP del Gobierno”.