El PP ha regalado este lunes en el Senado una tribuna perfecta para la campaña del candidato de ERC para las elecciones catalanas del próximo 12 de mayo, Pere Aragonès. “La amnistía, de la noche a la mañana, dejó de ser inconstitucional, dejó de ser imposible, como sucederá con el referéndum. Más tarde o más pronto, será aceptada como la vía para resolver el conflicto de soberanía entre Catalunya y el Estado”, ha dicho el presidente de la Generalitat en su alocución ante la Comisión General de Comunidades Autónomas que hoy ha aprobado un informe contra la ley de amnistía.
La Cámara Alta ha convocado a todos los presidentes autonómicos a una sesión extraordinaria para estudiar el informe sobre la implicación que la aprobación de la norma tendría para las comunidades. Un dictamen ‘ad hoc’ cuyo contenido contrario a la norma se daba por descontado antes de que se hiciera público como parte del choque de legitimidades que el PP ha abierto contra el Congreso desde el Senado.
Ni el debate ni la votación han deparado ninguna sorpresa. Tras cinco horas de sesión, los miembros de la ponencia (el grupo de senadores que redacta el documento) se han reunido durante unos minutos para decidir someter el texto a votación sin ninguna modificación. Nada de lo dicho por los presidentes autonómicos, los portavoces de los grupos o los senadores que han participado en la jornada ha merecido una mínima referencia directa o indirecta en el informe. Ha habido 36 votos a favor, 24 en contra y ninguna abstención.
Lo previsible de la jornada puede explicar que, a diferencia de lo ocurrido hace medio año en una convocatoria similar, muchos presidentes autonómicos han optado por ausentarse. No solo los del PSOE, amarrados a la estrategia de usarlos contra la amnistía. Esta vez han declinado la invitación importantes jefes de gobierno del PP: el gallego Alfonso Rueda, el andaluz Juan Manuel Moreno, la balear Marga Prohens, la cántabra María José Sáenz de Buruaga o el riojano Gonzalo Capellán.
Ni siquiera Alberto Núñez Feijóo ha aparecido en el Senado y se ha ido a hacer campaña a Euskadi. “Estar aquí es lo mínimo, qué menos”, ha dicho el senador madrileño Alfonso Serrano en referencia a los líderes socialistas, pero con aplicación a muchos otros.
Aragonés cita a Aznar
En los respectivos discursos proferidos a lo largo de toda la mañana en la Cámara Alta, ninguna novedad. Ni siquiera la promesa inconcreta de Aragonès de que, tras la amnistía, se abrirá el camino a un referéndum de autodeterminación que, a diferencia del convocado el 1 de octubre de 2017, debería ser pactado.
El president ya lanzó el mismo mensaje el pasado mes de octubre en una sesión de la comisión solo distinguible de la celebrada este lunes por las importantes ausencias de presidentes autonómicos del PP, que han decidido mantener sus agendas regionales antes que acudir a Madrid a posicionarse contra la amnistía.
Ni entonces ni hoy recibió ningún comentario de ningún cargo del PP la renuncia a la unilateralidad por parte del, hoy por hoy, principal partido del campo independentista
La anterior cita de los líderes regionales españoles en el Senado fue el pasado mes de octubre, cuando la norma no era más que una intención sin registrar. Entonces, todo el PP se trasladó a Madrid para posicionarse ante el inicio de la tramitación de una ley que hoy ya ha sido aprobada por el Congreso.
La diferencia es que dentro de cinco semanas se celebrarán elecciones en Catalunya. Y Aragonés ha optado por usar el Senado para su campaña, en la que se juega el liderazgo del independentismo con el Junts de Carles Puigdemont. El president ha tachado de “injusta” la sentencia del procés, y ha defendido el posibilismo de ERC con un nuevo objetivo: negociar un nuevo sistema de financiación.
Aragonès se sube así a una reivindicación que ya los barones del PP hicieron el pasado mes de octubre, y que han recuperado este lunes: más dinero. Otra prueba del regreso de ERC a la institucionalidad, siquiera de forma temporal.
“Al Estado, quien mejor ha entendido de qué va la amnistía es Aznar”, ha asegurado Aragonès con ánimo provocador, para desplegar la idea de que, como asegura el expresidente español, ningún independentista debería enfrentarse a cargos penales por su actividad política una vez la ley entre en vigor.
La sesión de este lunes, como la del pasado mes de octubre, tenía como objetivo establecer un debate sobre el impacto de la ley de amnistía en la normativa o competencias de las comunidades autónomas. Un extremo que ninguno de los comparecientes ha abordado en profundidad. Como ha recordado uno de los senadores que ha participado en el tramo final del acto, “no se ha demostrado que la ley vulnere uno solo de los estatutos de autonomía”.
Del “Catalunya es de todos” a ETA y la Corona de Aragón o el Reino de León
Las comparecencias de los presidentes autonómicos han supuesto una letanía de frases ya conocidas sobre los riesgos que la amnistía supondrá para España, su unidad y su futuro. El nexo común de las alocuciones han sido las críticas a Catalunya y los supuestos agravios hacia el resto de regiones.
“Catalunya es de todos”, ha dicho la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. “Lo mismo que Madrid”, ha añadido. “Pero ninguna de las dos regiones, como ningún rincón de España, es disponible. Señor Aragonés, Catalunya no es una nación soberana. La soberanía nacional reside en el pueblo español. Es única, indivisible y no es disponible. Siglos de historia no son disponibles”, ha concluido.
Una referencia a la historia a la que han recurrido otros presidentes. Desde el aragonés Jorge Azcón, quien ha apelado a la Corona de Aragón que incluía a Catalunya en su interior, al valenciano Carlos Mazón, quien ha cargado contra una supuesta reivindicación a los Països Catalans que nadie ha escuchado (y que, de paso, ha renegado del término País Valencià para llamar a su comunidad) o al castellanoleonés Alfonso Fernández Mañueco, quien se ha retraído incluso al Reino de León, previo al de Castilla.
Ayuso ha citado a ETA y al Espíritu de Ermua, como antes lo hizo Azcón. El presidente aragonés también apeló al 23F. Ambos, ha dicho “fueron combatidos de forma democrática por los gobiernos del momento”. Azcón los ha puesto al mismo nivel que los independentistas catalanes que, ha dicho, “cuenta con la colaboración activa del Gobierno de Sánchez” lo que convierte la ley de amnistía “en el mayor atentado y la mayor corrupción de nuestra democracia”.