De sesión de control a sesión de control, el Senado va camino de ser un refugio para los exabruptos del PP. Auspiciados por su mayoría absoluta, protegidos por un control férreo de la Mesa de la Cámara, los senadores de la derecha afilan sus lenguas contra el Gobierno. Pero no solo. También contra jueces o periodistas, con la anuencia del presidente, Pedro Rollán. Y cuando uno de los insultos escala a los titulares y hace tropezar la estrategia de los líderes se rectifica. Porque siempre hay otro dispuesto para la sustitución.
La semana pasada el senador del PP José Antonio Monago señaló con nombres y apellidos desde la tribuna a uno de los jueces de la Audiencia Nacional que juzgó a su propio partido en el llamado ‘caso Gürtel’. La sentencia, que condenaba al PP, sirvió de palanca a la moción de censura que sacó de la Moncloa a Mariano Rajoy. Su lugar lo ocupó Pedro Sánchez. Y hasta hoy.
El PP ha criticado abiertamente en los últimos años al magistrado, José Ricardo de Prada, al que han acusado de ser el autor de uno de los párrafos clave en la sentencia. El documento lo firmaron otros dos jueces, pero el PP señala a De Prada desde 2018 hasta el punto de vetarlo para el Consejo General del Poder Judicial.
Pero ahora la crítica a los jueces se ha convertido en anatema a cuenta de las quejas por el ‘lawfare’, la guerra política desde los tribunales, lanzadas por el independentismo catalán y por Podemos. El PP ha asido la bandera de la defensa de la independencia judicial. Y se ha erigido en garante del buen nombre de los jueces. Las críticas a los tribunales están proscritas en la nueva doctrina de Génova.
El PP salió así en tromba cuando la portavoz parlamentaria de Junts, Miriam Nogueras, citó a algunos jueces, a guardias civiles e incluso a periodistas desde la tribuna del Congreso, a los que acusó de ejercer ese ‘lawfare’ que los independentistas quieren llevar a una investigación parlamentaria. Ese mismo día, el PP reclamó por boca de su portavoz, Miguel Tellado, que la presidenta del Congreso retirara las palabras de Nogueras del Diario de Sesiones. Francina Armengol no lo hizo.
Pero apenas unas horas después, el miércoles, un senador del PP hizo algo parecido: “El mayor caso de 'lawfare' lo mecieron ustedes porque un juez, el juez De Prada, introdujo un párrafo en la sentencia de la Gürtel que provocó la caída del Gobierno de Rajoy y que finalmente, esa frase de marras, fue sacada por el Tribunal Supremo de ese auto”.
El presidente del Senado no pidió una rectificación y solo una semana después, cuando el PP ha visto cómo las palabras del senador extremeño cortocircuitaban su estrategia, el propio Monago ha pedido disculpas y ha reclamado que se eliminen las palabras que profirió del Diario de Sesiones.
Pero el PP apenas ha necesitado unos minutos para lanzar una nueva andanada de insultos contra el Gobierno. Pero no solo. También contra quienes han sido designados por el Ejecutivo para determinados puestos en la administración.
Ha sido este martes, durante una nueva sesión de control al Gobierno. El senador Vicente Azpitarte inquiría a la vicepresidenta cuarta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por el nombramiento del periodista y ex secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, como presidente de la Agencia Efe, a quien también ha criticado casi al tiempo de comenzar a ejercer sus funciones.
“Usted y el conjunto de vicepresidentas del Gobierno son unas meras grupis del peor presidente de la historia de la democracia”, ha espetado el senador al final de su turno. El grupo socialista ha reclamado al presidente del Senado que retire estas palabras del Diario de Sesiones. Sin éxito hasta el momento de escribir estas líneas. Tampoco el senador ha hecho el amago de rectificarse a sí mismo.
Montero le ha espetado en su réplica: “¿Usted es grupi de Feijóo o es porque somos mujeres?”. La pregunta ha quedado sin respuesta.