La confirmación que a última hora del lunes recibió el líder del PP vasco, Alfonso Alonso, por parte del presidente nacional de su partido, Pablo Casado, asegurándole que sería candidato de los populares en Euskadi, no ha servido para despejar las dudas extendidas durante la última semana desde las propias filas populares sobre la idoneidad del exministro como aspirante a la presidencia vasca.
Pese a que este martes por la tarde el Comité Electoral Nacional del PP aprobó oficialmente la candidatura de Alonso, dirigentes de la cúpula de Casado mantienen la puerta abierta a que el actual líder de los populares vascos sea sustituido como cabeza de cartel del 5A en el País Vasco si finalmente se alcanza un acuerdo con Ciudadanos para concurrir en una única lista conjunta a los comicios que se celebrarán en menos de dos meses.
“Debemos respetar el orden lógico de las cosas”, explicaba una fuente de la dirección popular al ser preguntada por si Alonso, considerado como un barón crítico con la deriva derechista de Casado, seguiría siendo el cabeza de lista si finalmente hay pacto con Ciudadanos. “Hay que respetar al otro”, señalaba la misma fuente, de la máxima confianza del líder del PP, en alusión al partido que lidera provisionalmente Inés Arrimadas y a las negociaciones que este mismo martes llevaron a reunirse al secretario general del PP, Teodoro García Egea con el secretario de Acción Institucional de la Gestora de Ciudadanos, José María Espejo-Saavedra.
Otros dirigentes de la cúpula nacional del PP dan por segura la elección de Alonso pase lo que pase en las conversaciones con Ciudadanos que pilota García Egea y que los populares quieren llevar a cabo siguiendo “el modelo andaluz”. “Pocas estridencias y trabajar con discreción”, insisten en Génova 13. Según explican las fuentes oficiales, existe una “interlocución permanente” entre ambos partidos así como entre Casado y Arrimadas.
Después de semanas de especulaciones y de falta de claridad, a última hora de este martes el propio Casado manifestaba públicamente su apoyo al candidato a la reelección para presidir la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y también a Alonso. “He propuesto al comité electoral la designación de Alfonso Alonso como candidato del PP a las elecciones vascas. Su experiencia como alcalde de Vitoria y ministro de Sanidad, y su defensa de las libertades frente al terrorismo son un ejemplo para el País Vasco. Zorionak, Alfonso!” exclamaba en un tuit.
Especialmente contrario a la designación de Alonso se manifestó en los últimos días y siempre en privado el sector aznarista del partido, el más conservador, del que forma parte la portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo. Su entorno reconocía en las últimas semanas que el dirigente vasco, con quien mantuvo enfrentamientos sonados en el pasado, no era de su agrado y que ella abogaba por buscar otro aspirante que le sustituyera y sirviera como “revulsivo” a un PP vasco hundido.
Contra la “rumorología malediciente”
El argumento de ese sector contrario a Alonso es que en las últimas elecciones generales los populares vascos apenas consiguieron un diputado y por la mínima –el escaño por Bizkaia le fue adjudicado a la formación conservadora al contabilizarse el voto de los residentes en el extranjero–. Así, entre los nombres que figuraron en las quinielas estuvo el de la joven diputada por Bizkaia, Beatriz Fanjul, el de la eurodiputada Maite Pagazaurtundua o incluso la fundadora de UPyD, Rosa Díez, que en su último giro ideológico pidió el voto para Casado durante la campaña del 10N.
Este martes, una vez que Génova 13 confirmó a Alonso como candidato, Álvarez de Toledo cargó contra la “rumorología malediciente” y las “especulaciones” que a su juicio ha provocado la prensa en torno a la candidatura del líder del PP vasco. Pero al ser preguntada sobre si creía que el nombre de Alonso debía ser innegociable e inamovible a la hora de llegar a un acuerdo con Ciudadanos, Álvarez de Toledo indicaba que ella no es quien dice qué nombres son “negociables o no negociables”.
“Es el partido el que decide los candidatos. A partir de ahí, creo que los candidatos que tiene el PP, es decir [matizaba], los líderes de nuestros partidos en los tres territorios, son los mejores”. A renglón seguido, añadía que espera que su formación política haga las “mejores candidaturas para el constitucionalismo”.
En medio de la polémica y mientras desde la dirección nacional del PP se abría la puerta a un relevo en Euskadi si se produce un acuerdo con Ciudadanos, el propio Alonso se veía obligado a recalcar que su candidatura es “un tema zanjado”. En una entrevista en Onda Cero, el exministro señalaba, además, a diferencia de lo dicho por dirigentes de Génova 13, que es un asunto que “no estará sobre la mesa” en la negociación con Ciudadanos para intentar una coalición de cara a los comicios autonómicos.
“Devolver la ilusión”
Sobre esta posible candidatura, Alonso incidía en que las conversaciones ya se han iniciado con el partido que pilota Inés Arrimadas. “Hemos hablado y tenido los primeros contactos”, apuntaba. El líder del PP vasco es favorable a esta unión, aunque este martes señalaba que sería más relevante en términos cualitativos que cuantitativos. “Ayudará a devolver la ilusión”, apuntaba. Sin embargo, también recordaba que Ciudadanos es un partido con un 1,1% de voto en Euskadi y que “tiene una dificultad para entrar porque no tiene raíces”. “Su realidad es esa ahora mismo”, subrayaba.
Apenas unos minutos después de esa entrevista su excompañero de filas, el exportavoz del PP en el Parlamento Vasco Borja Sémper, aprovechaba un desayuno informativo organizado por la revista Vanity Fair para alertar de posibles maniobras en las filas populares para impedir la candidatura de Alonso.
Sémper advertía que en el caso de que finalmente Alonso no sea el cabeza de una probable lista conjunta de PP y Ciudadanos a los comicios vascos no será porque lo rechace el partido que encabeza de forma interina Inés Arrimadas. “Ciudadanos no tiene ningún problema para que Alonso sea candidato en el País Vasco. Si hay algún problema no vendrá de esa parte”, alertaba el también expresidente del PP de Gipuzkoa.
En su opinión, sería un “profundo error” no designar a Alonso dado que es la persona “más sólida” políticamente y con formación. “Va a ser el candidato a las elecciones por una cuestión fundamental: es el mejor del País Vasco y porque los compañeros del País Vasco así lo quieren”, afirmaba Sémper, para luego añadir que “hacer otra cosa sería muy extraño y sorprendente”.
“No hay nadie más”
Sin mencionarlos directamente pero en clara alusión a dirigentes nacionales del PP como la portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, o el secretario general, Teodoro García Egea, que en los últimos meses habían evitado confirmar a Alonso como candidato, Sémper señalaba no ha sido “edificante” ver cómo se ha cuestionado en público la “idoneidad de un candidato” como el líder del PP vasco.
Y recalcaba, además, que “no parece que sea una estrategia muy acertada” a la hora de “ganar confianza” en el cabeza de cartel para el 5A. “Sembrar sospechas o que afloren nombres alternativos al del presidente actual del PP en el País Vasco, esto a mí me ha sorprendido negativamente”, lamentaba. En todo caso, Sémper y distintos dirigentes populares consultados por este diario se han mostrado convencidos de que Alonso será finalmente el candidato “porque no hay nadie más”.