El PP ha restado importancia al hundimiento que dibuja el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en su barómetro correspondiente al mes de abril. Consciente del terremoto que acaba de sufrir con el escándalo de Cristina Cifuentes, se ha escudado en el “desgaste de la acción de gobierno”. Sin embargo, la encuesta arroja una serie de datos que deben de ser motivo de preocupación en Génova.
Una tercera parte de los votantes del PP se avergüenza de haberlo hecho ante los encuestadores del CIS. Frente al 33% de los electores que tuvo el 26J, solo un 22,8% de los entrevistados confiesa haberse decantado por Mariano Rajoy. Es una tendencia habitual en los últimos años.
En los sondeos de la institución pública desde las generales de 2016, el recuerdo de voto al PP oscila entre el 20% y el 25% con un único repunte hasta el 27% en enero de 2017. Esa ocultación justifica en buena parte la 'cocina' de los organismos demoscópicos, según explican los sociólogos.
Albert Rivera 'pesca' de todos
Pero hay otros motivos de alarma tanto en Génova como en Ferraz, que también ha restado importancia a su estancamiento, ante el auge de Ciudadanos. Albert Rivera es el que más votantes del resto de partidos logra captar.
La principal fuga de votos hacia Ciudadanos procede de los votantes del PP: un 16,6% de los que optaron por Rajoy el 26J declara ahora que lo harían por Rivera. Al PSOE le roba un 7,5% de sus electores; pero también se van a Ciudadanos quienes depositaron la papeleta de Podemos o sus confluencias hace dos años (un 3,7% en el caso de la matriz Unidos Podemos; un 12,5% en el caso de En Marea; y un 4,2% en el de la confluencia valenciana; y en la catalana se rebaja el porcentaje al 1,6%).
También es el partido que más abstencionistas logra convencer: un 8,6% frente al 6,9% del PSOE y el 5,8% del PP. El índice de fidelidad de Ciudadanos también es el mayor en comparación con el resto de formaciones (77,3%).
El votante del PP, el menos fiel
Por el contrario, el que tiene una menor capacidad de retener a sus electores es el PP: solo se queda con Rajoy el 56,4%. Los conservadores tienen un 15,9% de indecisos. En el caso del PSOE, tiene convencidos al 61,9% de sus votantes de 2016 mientras que un 18,2% no lo sabe todavía y un 6,3% se declara abstencionista.
La candidatura de Pablo Iglesias tiene el segundo porcentaje más bajo de fidelidad (un 58,6%) y el mayor de indecisos (21,9%). En Comú es la confluencia que más convencidos tiene a quienes introdujeron la papeleta de Xavier Domènech (71%).
Ciudadanos, el centro
Ciudadanos crece en la derecha. Más allá de robar votos al PP, logra penetrar en su espacio ideológico, tal y como explica el politólogo Lluís Orriols:
Es uno de los argumentos que ha usado la dirección socialista para justificar el estancamiento del PSOE: la “movilización” de la derecha por la “disputa en terreno ideológico”. No obstante, que Ciudadanos gane terreno en el centro también preocupa en algunos sectores del partido de Pedro Sánchez que consideran que “quien gana las elecciones es quien consigue convencer al centro”.
El PP cae entre los jubilados...
En un momento en el que los jubilados han protagonizado movilizaciones masivas para reclamar la revalorización de las pensiones conforme al IPC, la preocupación en España por ese asunto se ha incrementado considerablemente. Y esa situación coincide con la bajada del PP en su principal núcleo de votantes.
.... Y el PSOE entre las mujeres
En plena efervescencia del movimiento feminista, el PSOE, que es tradicionalmente el partido preferido por las mujeres, también cae. Mientras que en enero la intención directa de voto para el PSOE entre el electorado femenino era del 16%, tres meses después ha bajado al 13,8%.
Los votantes de PP y PSOE castigan a sus líderes
Otro dato preocupante para Génova y Ferraz es el castigo de sus votantes a la gestión que hacen en el Gobierno y en la oposición, respectivamente, así como a sus líderes. Solo el 36% de los electores del PP consideran buena la gestión del Gobierno frente al 14,8% que la califica de mala. El grueso (48,6%) la define como regular.
En el caso de la confianza que les da el presidente, un 43% dice que le da bastante confianza y un 15,7%, mucha. Sin embargo, un 39,7% declara que Rajoy le da poca o ninguna confianza al frente de la Moncloa. En el sector crítico del PSOE advierten de que al PP aún le queda la baza de cambiar de candidato.
Para los socialistas los datos son menos alentadores. El 'efecto Sánchez' se ha desdibujado. Un 60% de sus votantes confiesan que les da poca o ninguna confianza mientras que un 32,2% dice que le da bastante y un 7%, mucha, es decir, que solo gusta al 39,2% de los que le votaron.
Ese dato ha ido empeorando paulatinamente: nada más ganar las primarias, Sánchez gustaba al 54% de su electorado, pero en el barómetro de octubre el porcentaje descendió cerca de seis puntos.