El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, pidió hoy a la comunidad internacional que apoye los esfuerzos realizados para imponer la estabilidad y la paz en el territorio, coincidiendo con el séptimo aniversario de la independencia del país que antes estaba unido con su vecino Sudán.
En un discurso televisado, Kiir destacó el “compromiso” de su Gobierno para trabajar con el objetivo de llegar a un acuerdo que termine con la guerra actual y detenga “la muerte y el desplazamiento” de los ciudadanos.
Desde hace dos semanas, una delegación encabezada por Kiir y otra liderada por el líder de la oposición, Riek Machar, se reúnen en Jartum, la capital de Sudán, para intentar llegar a un pacto definitivo que culmine con la paz en el país más joven del mundo devastado por la guerra que se prolonga desde hace cuatro años.
“La situación económica y la vida no se pueden mejorar si no es logrando la paz”, dijo el líder sursudanés en la alocución.
Además, subrayó que el Gobierno da prioridad a la paz ya que es “la manera de atraer a los inversores al país” y, como consecuencia, “prospera el sector económico”.
Sudán del Sur es rico en petróleo, uno de los motivos que le llevaron a separarse de Sudán, pero la producción se ha visto gravemente afectada por los combates y ha disminuido a más de la mitad, de 350.000 a 150.000 barriles diarios, mientras el gasto militar ha aumentado y el Estado se ve incapacitado de pagar el sueldo a los funcionarios.
“Para mantener el significado de la independencia, deberíamos unirnos todos como un pueblo y trabajar para imponer la estabilidad”, destacó Kiir.
El pasado 5 de julio las autoridades de Sudán del Sur decidieron anular, por tercer año consecutivo, las fastuosas ceremonias a las que estaban acostumbrados con motivo del aniversario de la independencia debido a la crisis económica que atraviesa el país.
La independencia se logró tras una histórica consulta estipulada en los acuerdos de paz de 2005, que pusieron fin a una guerra de más de dos décadas que se saldó con dos millones de muertos.
El conflicto actual en Sudán del Sur estalló en diciembre de 2013 entre las fuerzas de Kiir, de la etnia dinka, y las del entonces vicepresidente Machar, de la tribu nuer.
La guerra ha causado miles de muertos y ha llevado al país al borde de la hambruna, con seis millones de personas sin acceso a alimentos suficientes y cuatro millones de desplazados.