Prisión incondicional para las acusadas de asesinar a Isabel Carrasco

elDiario.es

Pedro Águeda —

María Montserrat González Fernández y su hija Montserrat Triana Martínez han ingresado esta madrugada en la cárcel de Mansilla de las Mulas después de que la jueza encargado del caso haya decretado prisión incondicional para ambas por el asesinato de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco. Ambas han sido trasladadas desde el juzgado tras cerca de ocho horas de interrogatorio a las 4 de la madrugada.

Las detenidas han sido interrogadas por la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de León con la participación del fiscal y el abogado de la defensa, después de que a primera hora de la tarde de ayer llegase el atestado de la Policía a las dependencias judiciales, informaron a Efe fuentes judiciales.

González se derrumbó en la noche del martes al miércoles y confesó a la Policía la autoría del crimen. En su declaración, la madre de la otra detenida explicó a los investigadores que el móvil del asesinato fue la venganza por el despido de su hija, que llevaba queriéndo materializarla desde entonces, hace más de tres años, y que lo había intentado en cuatro o cinco ocasiones.

El asesinato, como sospechaban los agentes, no fue fruto de un arrebato. Montserrat González había salido de casa con la pistola en varias ocasiones para intentar matar a la presidenta de la Diputación, pero nunca la encontraba sola. O caminaba acompañada o iba en coche oficial, relató anoche. El lunes por la tarde, en una de sus vigilancias, comprobó que iba a cruzar sola el puente sobre el río Bernesga y disparó. Su relato, sin embargo, no concretó el papel de Montserrat Triana Martínez.

La rápida investigación de la Policía ha permitido conocer que el revólver utilizado en el crimen de Isabel Carrasco y la pistola hallada en el piso que utilizaban las detenidas fueron adquiridos a un delincuente común, toxicómano, que falleció hace un año, informaron a eldiario.es fuentes policiales. Al parecer, las mujeres se desplazaron a otra ciudad del norte para adquirir las armas. A partir de ese momento, hace unos dos años, comenzaron a cerrar el plan para matar a la presidenta de la Diputación.

Los agentes todavía no han determinado si las armas fueron adquiridas por la madre, la hija o por las dos. Se trata de un revólver 32 HR Magnum, con el que la madre disparó en tres ocasiones por la espalda a Carrasco. El otro arma es una pistola del calibre 7,75. Ambas tenían el número de serie borrado.

La tercera imputada, que prestará declaración en los próximos días, es la policía municipal de León que entregó en la noche del armas el arma homicida en comisaría. La agente, de 41 años, es amiga de Triana y asegura que se la encontró casualmente después del crimen y que la detenida se dejó una bandolera en su coche, con el revólver dentro, sin que ella se percatase. Los investigadores no creen su versión.