La rápida investigación de la Policía ha permitido conocer que el revólver utilizado en el crimen de Isabel Carrasco y la pistola hallada en el piso que utilizaban las detenidas fueron adquiridos a un delincuente común, toxicómano, que falleció hace un año, informaron a eldiario.es fuentes policiales. Al parecer, las mujeres se desplazaron a otra ciudad del norte para adquirir las armas. A partir de ese momento, hace unos dos años, comenzaron a cerrar el plan para matar a la presidenta de la Diputación.
Los agentes todavía no han determinado si las armas fueron adquiridas por la madre, la hija o por las dos. Se trata de un revólver 32 HR Magnum, con el que la madre disparó en tres ocasiones por la espalda a Carrasco. El otro arma es una pistola del calibre 7,75. Ambas tenían el número de serie borrado.
El ático de la calle Cruz Roja de León es el escenario principal del proceso de transformación de las dos dos mujeres, de clase media y vida rutinaria en una capital de provincias, en las asesinas del más destacado político local. Ese proceso fue paralelo y secreto, tanto que el padre y esposo jamás sospechó que tenía lugar. El inspector jefe Pablo Antonio Martínez será destinado a un cargo burocrático de otra ciudad, después de que él mismo pidiera el relevo al frente de la comisaría de Astorga.
Fuentes policiales destacan la serenidad y profesionalidad con al que el policía se ha comportado desde que conoció la noticia. “Está destrozado, pero ha aguantado el tipo magníficamente. A los que le conocemos no nos ha sorprendido esta entereza”, asegura un compañero del inspector jefe. En un primer momento, Martínez fue objeto de la investigación, que ha descartado participación o colaboración alguna del inspector jefe en los planes de su mujer y su hija.
La madre, Montserrat Martínez, pasaba la mayor parte del tiempo con su hija Triana en el ático tipo ‘loft’ de León. Las citadas fuentes destacan que en el registro se encontraron ‘croquis’ y otras anotaciones que describen la obsesión de madre e hija con Carrasco. La seguían casi a diario, pero nunca la encontraban sola. O caminaba acompañada, o su novio la llevaba en moto, o se desplazaba en coche oficial. El lunes, Carrasco cruzó a pie, de forma inusual, el puente sobre el río Bernega y las detenidas no dudaron en ejecutar su plan.
En ese registro también se ha encontrado medio kilo de marihuana, una cantidad de droga que en la calle puede superar los 3.000 euros. El volumen de la sustancia ha sorprendido a los investigadores que, por el momento, desconocen si el potente psicoactivo era para consumo personal de alguna de las detenidas o está vinculado al trapicheo.
Por otra parte, los investigadores no creen la versión de la policía local que entregó el arma 30 horas después del crimen. La agente, de 41 años, es amiga de Triana y asegura que se la encontró casualmente después del crimen y que la detenida se dejó una bandolera en su coche, con el revólver dentro, sin que ella se percatase. Un testigo sitúa a Triana en el lugar del asesinato. Después, se separa de su madre para encontrarse siete minutos después en otro punto. Cuando la joven llegó, Montserrat ya estaba arrestada.