El PSOE ha renunciado en su Congreso en Valencia a cambiar el modelo de Estado, como pedían algunas de las enmiendas de la militancia, que solicitaban, entre otras opciones, la celebración de un referéndum sobre la forma de Estado y avanzar hacia la III República. “El PSOE se reafirma de forma clara y contundente en los valores republicanos y democráticos que ha defendido a lo largo de toda su historia, a la vez que confirma su lealtad al pacto constitucional de 1978”.
Otras enmiendas se dirigían hacia el emérito y sus escándalos por el presunto cobro de comisiones en las obras del AVE a La Meca o las dos regularizaciones fiscales. Pedían, entre otras, aumentar la transparencia de la Casa Real, abrir una investigación en el Congreso a Juan Carlos I, o terminar con la inviolabilidad de la figura del monarca. En este sentido, el PSOE “apuesta por profundizar en la transparencia y la rendición de cuentas de todas las instituciones del Estado, también de la Casa Real”. “La justicia ha de aplicarse de manera igual para quienes vulneran la ley. El PSOE confía en la actuación independiente de la justicia para determinar las responsabilidades que correspondan en cada caso”, ha concluido.
“Cada día de este mandato que me disteis he tenido un norte: preservar el papel de la socialdemocracia”. Hace cuatro años Pedro Sánchez se reivindicaba como la izquierda y ahora confiesa que la receta socialdemócrata es la que ha impregnado su mandato al frente del PSOE y también del Gobierno. Hasta una veintena de veces ha enarbolado esa bandera en su discurso de cierre del 40º Congreso que pasará a la historia por ser el del reencuentro -después de la pandemia y de años de luchas encarnizadas en el socialismo-. Y esa es la otra pata que ha ensalzado el líder socialista, la unidad del partido. “Un partido unido y fuerte. Más fuerte porque está más unido”, le ha dicho a los cerca de 9.000 militantes que han acudido al cónclave festivo en Valencia en el que los socialistas ponen rumbo al ciclo electoral de 2023 en un momento en el que las encuestas no son favorables.
Escribe Irene Castro.
El 'Congreso de la unidad' se vio ratificado en el amplio margen con el que se aprobaron los nuevos órganos de dirección de Pedro Sánchez. La nueva Ejecutiva, a la que se incorporan seis ministros, ha sido ratificada con un 94,94% de los votos de los delegados. Un 5,06% de los votos han sido en blanco. El Comité Federal, que es el máximo órgano entre congresos, ha recibido el aval del 94,16% de los delegados y la comisión de ética y garantías, que presidirá la exministra Luisa Carcedo, un 95,1%.
En el cónclave de 2017, en el que Sánchez solo se rodeó de sus fieles en la batalla con Susana Díaz, la dirección salió adelante con el 70% de los sufragios.
Por Irene Castro.
Llevaban casi dos años sin poder hacerlo y la cita del fin de semana fue la ocasión perfecta para recuperarlo. Recuperar los encuentros, los abrazos, los bailes. El año en el que el cuadro de Genovés vuelve a ser un símbolo de pacto, la familia socialista celebra su 40° Cónclave ordinario y el primero de la concordia devolviéndose los abrazos que les había robado la pandemia. Y la disputa.
Los corrillos de las conspiraciones ya son un recuerdo en la memoria de dirigentes y periodistas. En esta cita se sustituyen por corrillos con pizzas y vasos de plástico. Ya no se planea un asesinato en el comité federal; se planea quién hará la cola para las consumiciones. El congreso pasa de ser una novela de Vázquez Montalbán a una versión soft de un festival indie. Dónde volaron los puñales ahora vuelan los tickets para las food trucks que han inundado el recinto de Feria Valencia y permiten a los asistentes cenar con un espectáculo pirotécnico. “Aquí sólo nos matamos cuando no mandamos”, bromea un diputado. Y lo secunda un delegado, una parlamentaria, otro dirigente mientras bailan. Solo hay guerra cuando no hay poder. Cuando se gobierna no hay opción de derribo. No se toca lo que funciona y lo que funciona se llama Pedro Sánchez.
Escribe Laura Martínez.
El PSOE ha rendido homenaje este domingo a su exsecretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, fallecido en 2019, como último acto antes de la clausura del 40 Congreso. La dirección socialista ha querido recordar a su último dirigente con un busto y un breve vídeo de la despedida como diputado y secretario general.
El presidente del congreso, el socialista Ximo Puig, se ha referido al dirigente como “un maestro del parlamentarismo, del sentido de Estado y de la decencia”. Un hombre “audaz, humilde y sincero” que “encarnó la mejor actitud del partido”, en referencia al compromiso político y el talante conciliador, un valor “en estos tiempos líquidos”.
Visiblemente emocionada y acompañada por Pedro Sánchez, la mujer del exsecretario general, Pilar Goya, ha agradecido el reconocimiento. “Eligió el camino difícil de la política pero nunca se arrepintió”, ha expresado, recordando que la próxima semana se cumplen 10 años del fin de ETA. “Pienso como pensaba Alfredo: los socialistas somos más necesarios que nunca”, ha sentenciado.
Lo cuenta Laura Martínez.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado que sale del 40º Congreso Federal del PSOE “mejor” de lo que entró el viernes, una situación que ha comparado con la vivida hace cuatro años. “Estábamos abiertos en canal, es algo legítimo y pasa de vez en cuando”, ha recordado antes de dejar claro que ahora todos los socialistas están “más cómodos”.
De hecho, ha augurado que el PSOE está situado ahora “en una nueva legitimación de la Constitución del 78 adaptada a los tiempos de hoy”. “Estamos preparados para los cambios que haya que plantear, incluso en la Constitución de manera consensuada”, ha declarado a su llegada al último día de cónclave en Valencia. Page ha abogado así por estudiar cualquier cambio “sin frivolizar y sin cuestionar nada de lo esencial de la Constitución”, defendiendo que el partido “en buena medida” se ha reivindicado como una de las espinas dorsales de la Carta Magna.
En general, ha valorado que la nueva Ejecutiva “va en la sintonía de los movimientos que lleva haciendo Pedro Sánchez en los últimos meses”, que cree que van en la dirección correcta, y que el 40 Congreso “claramente ha sido útil para el país”. “Afortunadamente, no hemos perdido nada de tiempo en debates orgánicos y de personas”, ha resaltado, lo que a su juicio se espera de un partido que está gobernando y que “por supuesto no puede permitirse ninguna frivolidad”.
Tras recordar que el PSOE en su momento “peleó por los liderazgos e incluso por su modelo”, Page ha hecho hincapié en que hoy hay más “dosis de cohesión”, algo que ve importante en “un partido que presume de tener muchas opiniones y que convive con ellas sin problemas; un partido esponja”.
En clave autonómica, ha valorado positivamente la presencia castellanomanchega en la nueva Ejecutiva, con dos personas de su “máxima confianza” como la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, y el presidente de la Diputación de Cuenca, Álvaro Martínez Chana, como vocales. Es más, ha destacado que esta vez le hayan consultado a él para dar su opinión previa.
Estaban todos. Pedro Sánchez, José Luis Rodríguez Zapatero, Joaquín Almunia, Felipe González…. Por estar, estaba hasta Pablo Iglesias (Posse). En holograma, sí, pero con esa voz que Machado dijo, y recordó el valenciano Ximo Puig, “tenía el timbre inconfundible de la verdad humana”. Allí que se plantó el fundador para advertir a los socialistas del siglo XXI contra la tiranía, la injusticia, la esclavitud, la corrupción y “todo lo que es mezquino y ruin”. Y les llamó también a acabar con la injusticia y la explotación -“porque ese es el ideal supremo del partido”- y a permanecer unidos porque “juntos serán invencibles”.
Socialdemocracia y unidad para el saludo con el que Pablo Iglesias inauguró el cónclave. Socialdemocracia y unidad en el discurso de José Luis Rodríguez Zapatero, Y socialdemocracia y unidad en el parlamento con el que Felipe González se reconcilió con el PSOE y viceversa. Justo los dos ejes sobre los que Pedro Sánchez planteó un cónclave sin apenas debate interno. Socialdemocracia para enfilar el carril de la centralidad con la vista puesta en el próximos ciclos electoral que arrancará previsiblemente en Andalucía y llegará hasta las municipales, autonómicas y generales de 2023. Unidad para cerrar heridas del pasado y reconectar emocional y políticamente al partido y a sus dirigentes durante tres jornadas de charlas, mítines, fiesta y culto a las siglas, por encima de cualquier otra cosa.
Escribe Esther Palomera.
Cambio de tercio. Lo que el 39º Congreso Federal aprobó, lo suprimirá el 40º. Al menos para modificar el artículo que impedía que un afiliado del PSOE desempeñara simultáneamente más de una cargo institucional o público de elección directa. El precepto tenía “truco” porque era, al final, la dirección federal la que podría establecer excepciones como así hizo. Todo para que los ministros, y el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, puedan formar parte de la dirección federal del partido. Hablamos del artículo 557, el que establecía incompatibilidades de cargos públicos y orgánicos, y que para ser burlado necesitaba un informe motivado de la Comisión Ejecutiva regional para que la Federal, con posterioridad, autorizara la compatibilidad para ostentar simultáneamente más de un cargo institucional o público de elección directa por un mismo militante.
El impedimento desaparece ahora tras el nuevo cónclave socialista para que Sánchez pueda incluir en la dirección a seis de sus ministros. Se incorporan al mando de Ferraz el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que tendrá una secretaría de Reforma Constitucional y Nuevos Derechos; la de Ciencia, Diana Morant, que tendrá esa misma responsabilidad en la dirección del partido; y la de Sanidad, Carolina Darias, que asume también Consumo. La titular de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez; la de Hacienda, María Jesús Montero; y la de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, se suman como vocales.
Lo cuentan Esther Palomera e Irene Castro.
Pedro Sánchez ya tiene cerrados los nuevos órganos de dirección del PSOE. A la Ejecutiva, esta vez de integración, se incorporan seis ministros y le ha imprimido una importante renovación ya que solo repiten una docena de miembros de la anterior.
La exministra de Sanidad Luisa Carcedo, que hasta ahora formaba parte de la dirección y era secretaria de actas, será la presidenta de la Comisión de Ética y Garantías. El Comité Federal, que es el máximo órgano entre congresos, lo presidirá la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, según han informado fuentes socialistas a elDiario.es. De ese órgano formarán parte todos los dirigentes que salen de la ejecutiva que ha acompañado a Sánchez desde 2017.
Informa Irene Castro.
Andrea Fernández, la diputada más joven del Grupo Socialista, será la nueva secretaria de Igualdad del PSOE, un puesto en el que releva a Carmen Calvo. Fernández, nacida en León en 1992, ya estaba inmersa en ese área. Persona de la máxima confianza de la vicesecretaria general, Adriana Lastra, tendrá que pelear por un espacio que siempre ha sido una bandera de los socialistas y que desde la cesión del ministerio a Unidas Podemos ha sido un foco de conflictos entre ambos partidos.
Informa Irene Castro.
El PSOE ha renunciado en su Congreso en Valencia a cambiar el modelo de Estado, como pedían algunas de las enmiendas de la militancia, que solicitaban, entre otras opciones, la celebración de un referéndum sobre la forma de Estado y avanzar hacia la III República. “El PSOE se reafirma de forma clara y contundente en los valores republicanos y democráticos que ha defendido a lo largo de toda su historia, a la vez que confirma su lealtad al pacto constitucional de 1978”.
Otras enmiendas se dirigían hacia el emérito y sus escándalos por el presunto cobro de comisiones en las obras del AVE a La Meca o las dos regularizaciones fiscales. Pedían, entre otras, aumentar la transparencia de la Casa Real, abrir una investigación en el Congreso a Juan Carlos I, o terminar con la inviolabilidad de la figura del monarca. En este sentido, el PSOE “apuesta por profundizar en la transparencia y la rendición de cuentas de todas las instituciones del Estado, también de la Casa Real”. “La justicia ha de aplicarse de manera igual para quienes vulneran la ley. El PSOE confía en la actuación independiente de la justicia para determinar las responsabilidades que correspondan en cada caso”, ha concluido.