“Huracán Sánchez”. Así definen en Ferraz la irrupción en el panorama político de Pedro Sánchez, el secretario general del PSOE elegido por primarias hace tan solo dos meses y en el que la nueva dirección ha depositado toda su confianza para remontar el profundo bache en el que ha caído el partido. Un bache que tiene una cifra reciente y preocupante como botón de muestra: entre septiembre de 2013 y septiembre de 2014, el PSOE ha perdido más de 12.000 afiliados. O, dicho de otro modo, más de mil al mes, según se desprende del dato ofrecido entonces por Ferraz, de unos 210.000 afiliados, y del censo oficial que entregó durante las primarias a los aspirantes a liderar el PSOE, establecido en 197.480.
Este importante abandono de militancia corresponde fundamentalmente a la última etapa de Alfredo Pérez Rubalcaba, cuya imagen entre la ciudadanía y los propios votantes socialistas estaba por los suelos, según reflejaban todas las encuestas.
La sangría había empezado mucho antes, en 2008, año en el que el goteo de bajas comenzó a ser incesante hasta alcanzar las 20.000 en menos de cuatro años. El partido lo achacaba tanto entonces como ahora a que la crisis económica había hecho especial mella entre sus afiliados “de clase media y trabajadora”. Y también a la “desafección de la ciudadanía a la clase política”, que estaba afectando a todos los partidos.
Para frenar esa tendencia, la anterior dirección estableció una rebaja en la cuota -fijada en cinco euros mensuales- para los parados o las personas en dificultad, a los que se les cobraba tan solo un euro. También intensificó su campaña de afiliación. Ninguno de estos planes palió la situación.
Pero la llegada de Pedro Sánchez a la secretaría general ha desatado tal optimismo en la nueva dirección que en Ferraz dan por frenada la sangría de bajas. La secretaría de Organización que dirige César Luena, de la que depende el departamento de censo, asegura a eldiario.es que desde el 28 de julio hasta la fecha ha habido 3.781 altas de militantes frente a 384 bajas voluntarias o por fallecimientos. “Una media de 63 altas al día y eso con agosto de por medio”, afirman ufanos.
Algunos de los actuales dirigentes están convencidos de que los que se han marchado incluso pueden volver a votarles “si ahora hacemos las cosas bien”, porque lo han hecho como “castigo a los errores cometidos”. Lo que no creen es que Podemos les esté “robando” militantes. En tal caso, piensan, “se los está quitando a IU”.
Entre las 384 bajas figura la de un veterano militante de 72 años, de la agrupación madrileña de Moratalaz, Antoine Candelas, al que todos conocen como “el jubilado de Moratalaz”, que en su despedida publicó en Facebook una carta abierta a sus compañeros, muy dura contra el partido y especialmente crítica con Sánchez.
“Me fui porque es difícil seguir defendiendo cosas en las que uno ya no cree”, afirma a eldiario.es. En la carta, Candelas, hijo de un militar republicano, tilda la elección de Sánchez de “mera operación cosmética” y afirma que “la gota que colmó el vaso” de su desencanto fue el triunfo de éste frente a Pérez Tapias -al que él apoyó- y Madina, dos dirigentes que considera “mucho mejor preparados”.
Aun entendiendo que puede haber algunas “desafecciones”, en Ferraz insisten en que lo peor ya ha pasado. “Los nuevos militantes están llegando por la ilusión que despierta ahora la nueva etapa del partido que tiene nombre y apellido: Pedro Sánchez”, asegura Luena. Según los datos de su departamento, el censo actual está ahora por encima de los 201.000 militantes, de los que 16.000 pertenecen al PSM, 17.000 a la federación valenciana y 45.000 a la de Andalucía, las tres más “potentes” del PSOE.
En Ferraz han diseñado una “campaña de afiliación masiva” en todos los ámbitos, no solo en las redes sociales, que dejarán recaer bajo las espaldas del propio lider, que pronto harán pública. De hecho, aunque aún no la hayan oficializado, en el partido la dan por empezada con la presencia “masiva” de Sánchez en los medios de comunicación. El socialista se ha dejado entrevistar por la mayoría de las emisoras de radio, por los principales periódicos en papel o digitales, y prácticamente por todas las televisiones.