La convocatoria de elecciones anticipadas en Catalunya deja a la política nacional en stand by hasta que las urnas diluciden el próximo Govern de la Generalitat. Tras el anuncio de los comicios hecho oficial por el president catalán, Pere Aragonès, muchas cosas quedan en el aire. Ocurre, por ejemplo, con los Presupuestos Generales del Estado, a los que el propio Ejecutivo de Pedro Sánchez ha renunciado. Y el calendario electoral paraliza también las reuniones de la Mesa de Diálogo previstas en el acuerdo de investidura entre el PSOE y ERC.
En un comunicado conjunto emitido este viernes, los socialistas y los republicanos anuncian que “debido a la convocatoria de elecciones al Parlament de Catalunya, se ha decidido suspender la reunión pública de la Mesa prevista para este trimestre, como se ha hecho en anteriores contiendas electorales”.
Pese a ello, ambas formaciones explicitan que “todos los actores implicados apuestan por el diálogo y la negociación continuos como forma para encontrar una solución política”. Aunque está por ver cómo quedarán esos canales de interlocución entre ambas administraciones dependiendo de la conformación del nuevo Ejecutivo catalán.
En el comunicado, PSOE y ERC exponen que durante los últimos meses “se han reunido de forma discreta y periódica en el espacio entre partidos para avanzar en la solución política desde el acuerdo de investidura”. “Este espacio cuenta con un mecanismo internacional que tiene las funciones de acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación”, añade la nota.
El anuncio llega justo el día después de que el eurodiputado y expresident, Carles Puigdemont, oficialice que será el candidato de Junts a la Generalitat. “No podría explicarme a mí mismo que después de seis años no buscara la restitución de la presidencia ilegalmente destituida por el 155 por razones de comodidad”, dijo.
Por primera vez, además, Puigdemont dio pistas de sus planes de futuro, que ligan con los intereses electorales de Junts. El expresident anuncia que volverá a Catalunya si tiene mayoría para ser investido aunque no esté amnistiado, por lo que, salvo giro de guion, Puigdemont volverá a realizar toda la campaña desde Waterloo (Bélgica).