Un mes después de su descalabro en las generales, el Partido Popular de Pablo Casado ha logrado recuperar el poder en Madrid: Isabel Díaz Ayuso gobernará la Comunidad y José Luis Martínez Almeida relevará a Manuela Carmena en el Ayuntamiento, gracias a la suma de las tres derechas.
El PSOE gana en votos en las municipales, autonómicas y también en las europeas y está en disposición de retener la mayoría de feudos donde gobernaba: Extremadura, Asturias, Castilla-La Mancha, Baleares e incluso en La Rioja, si logra acuerdos con otras fuerzas de izquierdas. En Castilla y León los socialistas son primera fuerza con Luis Tudanca por primera vez en 30 años y ahora es Ciudadanos el que tiene la llave de la gobernabilidad en esa región.
Otro de los barones del PSOE que ha arrasado es Guillermo Fernández Vara, que se prepara para gobernar en solitario Extremadura. Igual que Emiliano García Page, en Castilla-La Mancha, que se dejó ver triunfante al lado de otro ex de la Comunidad, José Bono. En Aragón los socialistas han ganado, pero el PP suma con Ciudadanos que podría darle el gobierno de la Comunidad.
Carmena, la gran derrotada
En el Ayuntamiento de la capital de España, la gran derrotada es Manuela Carmena, que no logra sumar junto a los socialistas. La candidatura de Carlos Sánchez Mato, su exconcejal de Hacienda, Madrid en Pie, se queda fuera del consistorio. La regidora descartó cualquier posibilidad de pacto con Ciudadanos y se despidió esta misma noche de la alcaldía: “Yo que ya sé que no voy a seguir siendo alcaldesa, quiero decir que Madrid seguirá siendo una grandísima ciudad, progresista y abierta”.
El 26 de mayo pasará a la historia como la primera noche plácida de Pablo Casado en sus diez meses al frente del PP . El partido sigue en caída libre pero los pactos con Ciudadanos y la extrema derecha de Vox dan un salvavidas a un líder que ya había empezado a recibir críticas internas por la radicalización del discurso y el abandono del centro. La designación de la controvertida candidata, Isabel Díaz Ayuso, que protagonizó una disparatada campaña, fue una elección personal del propio Casado, que anoche decidió comparecer sonriente junto a ella y al previsible futuro alcalde, Martínez Almeida. “Los españoles han decidido votar al original. Por mucho que intenten cantar en el karaoke nuestros grandes éxitos”, se refirió eufórico el líder del PP a sus rivales en la derecha, los socios a los que necesita para formar gobierno en las dos instituciones madrileñas y en otras autonomías como Castilla y León.
Ciudadanos se ha quedado otra vez a las puertas del ansiado sorpaso al PP. No lo logra en el Ayuntamiento de Madrid Begoña Villacís, tampoco en la Comunidad, Ignacio Aguado, ni en ninguno de sus feudos importantes. Si en las generales el partido de Rivera se quedó a poco más de 200.000 votos de Casado, este domingo no ha logrado recortar posiciones. Ciudadanos no es primera fuerza en ninguna autonomía ni en los grandes ayuntamientos y ahora tiene que decidir si fortalece con sus votos al que es su principal rival electoral. Y a cambio de qué. Ahora mismo Rivera tiene en sus manos que el PP gobierne Castilla y León, Aragón, Murcia y Madrid, tanto en el Ayuntamiento como la Comunidad.
La debacle de Podemos
Ningún partido sale peor parado que Podemos de las elecciones de este 26 de mayo. El partido de Pablo Iglesias se desploma: se queda sin representación en Cantabria y en Castilla-La Mancha, donde su líder, José García Molina, presentó su dimisión anoche. Tampoco obtiene representación en la ciudad de Valencia. En la Comunidad de Madrid, Isabel Serra saca siete concejales, frente a los 20 de Íñigo Errejón, que ha barrido para Más Madrid todo el porcentaje de votos que ha perdido Podemos.
Los comicios de este domingo pueden tener efectos secundarios sobre la formación del Gobierno. El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, había advertido durante la pasada semana que la votación del 26M condicionaría los acuerdos. La formación de Iglesias sale muy debilitada de la noche electoral aunque Podemos será clave para que el PSOE pueda gobernar en Asturias, Aragón, Baleares o La Rioja. Nadie de la dirección de Podemos compareció durante la noche del 26M para valorar sus pésimos resultados.
Sí lo hizo Íñigo Errejón, para lamentar la victoria de la derecha y anunciar de paso que “ha nacido una nueva izquierda”. El fundador de Podemos tuvo un recado para el que fue su partido: “Podemos tiene que hacer una valoración de los resultados en Madrid y en otras comunidades autónomas, espero que no se echen balones fuera”.
Este 26M confirma también que la extrema derecha se desinfla pese a las previsiones preelectorales. Vox irrumpe tímidamente en ayuntamientos (cuatro en la lista de los más poblados) y comunidades (Madrid, a la cabeza, con once diputados). Pese a que su porcentaje de voto en muchas autonomías y ciudades está lejos del 10% que consiguió en las andaluzas y las generales, va a tener opción de formar parte de gobiernos, apoyando o en coalición, en lugares tan clave como Madrid, tanto en la ciudad como en la comunidad, donde superó el listón del 7%.
También en la región de Murcia y en la ciudad de Granada la extrema derecha puede facilitar un gobierno de derecha que desbancará al PSOE. Este poder recién estrenado dará al partido de Abascal influencia en la España local y autonómica. En las europeas, Vox tampoco ha logrado un gran resultado pese a la circunscripción única: tres eurodiputados.
En el europarlamento ha ganado con claridad el Partido Socialista (20 de los 54 escaños asignados a España) y el PP ha caído de 16 a 12. Garicano (Cs) ha aumentado de 2 a 7 escaños la representación de su grupo y Podemos sigue su senda y se ha quedado con seis escaños, mientras que en 2014 había irrumpido con cinco. Ahora Repúblicas, encabezada por Oriol Junqueras, se impone por un escaño más sobre la lista de Carles Puigdemont, cuyo JxC obtendrá dos representantes.