El PSOE y Junts se disponen a rematar la negociación más difícil de cuantas hayan afrontado en mucho tiempo. Los equipos negociadores de ambas formaciones llevan más de tres meses discutiendo el fondo y la forma de la ley de amnistía, la principal exigencia de los de Carles Puigdemont para investir a Pedro Sánchez presidente. Según todas las fuentes al corriente de la negociación consultadas, el acuerdo es total en torno al 95% de ese texto, pero los escollos que aún se afrontaban a última hora de este miércoles, aunque pocos, eran todavía relevantes.
Tras la foto del número 3 del PSOE, Santos Cerdán, con el expresident Puigdemont en Bruselas este pasado lunes, y después de hacerse oficial el acuerdo entre los socialistas y Esquerra Republicana de Catalunya respecto a la amnistía, la intención de los negociadores era que el pacto con Junts, muy encarrilado desde hace semanas, pudiera rematarse este mismo miércoles. Las reuniones fueron constantes durante todo el día con ese objetivo. El cruce de documentos con propuestas sobre el redactado de esos escollos finales se intensificó bien entrada ya la noche.
La idea sigue siendo la de presentar en el registro del Congreso la proposición de ley de amnistía esta misma semana para que incluso pueda ser calificada por la Mesa antes de la sesión de investidura. Todo en el Congreso está preparado para que ese pleno que ha de investir a Pedro Sánchez se pueda celebrar a finales de la semana que viene. Un calendario que es el preferido por el PSOE pero que también ven con buenos ojos el conjunto de sus potenciales socios.
El único obstáculo pendiente para poder cumplir esos plazos es que los socialistas y los independentistas catalanes rematen la negociación y encuentren una salida aceptable para ambas partes a puntos muy concretos de la ley de amnistía que, aunque no afectan al corazón del texto, implican una carga simbólica relevante, según las fuentes consultadas.
En el PSOE aún extreman la cautela sobre un acuerdo que, en realidad, esperan que sea inminente. Nadie ya a estas alturas piensa que los últimos flecos que quedan por resolverse puedan hacer peligrar el pacto y, por tanto, la investidura. Aunque insisten en el mensaje que repite Pedro Sánchez desde hace semanas de que “hasta que no esté todo acordado, no hay nada acordado”.
Si todo va como esperan los socialistas, la oficialidad del acuerdo con la formación de Puigdemont podría producirse incluso este jueves. Un anuncio que daría paso a la concreción definitiva de la fecha de investidura por parte de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, y al registro de la ley con la firma de todos los grupos políticos que se disponen a investir a Pedro Sánchez.
A esos pasos se espera también para hacer públicos los acuerdos con otras formaciones imprescindibles para investir a Sánchez, como el PNV o EH Bildu. Los votos de los partidos vascos los tienen amarrados los socialistas desde hace semanas, al igual que los de ERC desde el comunicado de este pasado martes. Con los republicanos se ultima la negociación respecto a la financiación autonómica y sobre las competencias de los trenes de cercanías.