La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, será la candidata del PSOE para el Ayuntamiento de Madrid, una plaza que a los socialistas se les resiste desde hace más de tres décadas. El reto de Maroto, una dirigente muy próxima a Pedro Sánchez desde que ocupó un escaño en la Asamblea de Madrid de la mano de Ángel Gabilondo en 2015, será sacar al PSOE de la cuarta posición a la que quedó relegado en las elecciones de hace cuatro años con el exseleccionador de baloncesto Pepu Hernández como cabeza de cartel. La titular de Industria continuará en el Gobierno hasta abril, según fuentes del Ministerio.
“Admiro la fuerza que tiene esta ciudad abierta, vital como ninguna, que crece a pesar de un alcalde indolente, impasible, un político al servicio del PP de Génova y no de los madrileños y las madrileñas”, ha dicho Maroto durante su intervención en la I Jornada de Turismo organizada por Europa Press en la que ha anunciado su aspiración: “Por eso he decidido dar el paso y presentar mi candidatura a la alcaldía de la ciudad de Madrid”. “Quiero ser la próxima alcaldesa, porque amo esta ciudad”, ha terminado. “Soy una ministra que conoce muy bien Madrid, llevo aquí más de 25 años. He visto las cosas buenas que tiene pero también los problemas”, ha explicado posteriormente en declaraciones a los periodistas.
A la intervención de Maroto han acudido seis ministros socialistas para arroparla: la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño; la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero; la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría; el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños; la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez; y el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta. También han asistido el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán; el secretario general de la federación, Juan Lobato; la delegada del Gobierno y secretaria de Madrid Ciudad, Mercedes González, que aspiraba a a la candidatura hasta hace dos meses; la actual portavoz en el Ayuntamiento, Mar Espinar, y la concejala Emma López.
A pesar de que Maroto ha dicho que tomó la decisión “ayer” [por el domingo], su candidatura estaba clara desde hace semanas. De hecho, tenían la intención de hacerla pública el pasado lunes, pero la retrasaron para que se cerrara antes el PERTE del vehículo eléctrico con Volkswagen y Seat. Maroto ha insistido en que ha dado el paso porque se lo han pedido los militantes y se ha comprometido a permanecer en el Ayuntamiento pase lo que pase. “Soy muy perseverante”, le ha dicho a los periodistas.
La federación madrileña bullía desde que hace un par de meses Sánchez tomara la decisión de pasar a un plan B al descartar a la delegada del Gobierno, Mercedes González, como aspirante a la alcaldía, que era a quien se había señalado inicialmente desde Ferraz. El nombre de Maroto sonaba en las filas socialistas desde hace semanas y el propio Sánchez había dejado la puerta abierta a su designación, que en el partido dan por hecho que será directa al no prever ningún rival en el proceso de primarias que se abre en los próximos días. “Yo como militante estoy a disposición del partido, pero es cierto que en este momento me ocupa y mucho mi cartera de Industria, Comercio y Turismo”, dijo la propia Maroto hace tan solo cuatro días.
La marcha de Maroto, que previsiblemente se sume a la de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, con destino Las Palmas, obligará a Sánchez a hacer una nueva remodelación en el Gobierno de coalición, aunque la intención es aguardar hasta el mes de abril, cuando la campaña de las municipales comience formalmente, como ocurrió con el exministro Salvador Illa en las catalanas de 2021.
El PSOE ha ido deshojando la margarita de la candidatura al Ayuntamiento hasta el punto de que la semana pasada el secretario general regional, Juan Lobato, anunció que sería una mujer quien encabezara la lista. Previamente había asegurado que sería un aspirante “reconocible” por la militancia socialista, acostumbrada a los paracaidistas de Moncloa y Ferraz, y preparado para quedarse en el consistorio los próximos cuatro años si la izquierda no logra arrebatar el poder al PP. La siempre convulsa federación madrileña está en tregua por ahora a expensas de lo que ocurra en las próximas elecciones municipales y autonómicas.