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PSOE y Podemos rompen el hielo sin confiar en un acuerdo en un futuro inmediato

PSOE y Unidos Podemos han roto el hielo en el debate de la moción de censura contra Mariano Rajoy, que este miércoles fue rechazada en el Congreso de los Diputados. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, deslizó en todas sus intervenciones un mensaje de acercamiento tras la vuelta al liderazgo de los socialistas de Pedro Sánchez. Al portavoz del PSOE, José Luis Ábalos, le emplazó directamente a intentar un “entendimiento” para echar al PP del Gobierno “antes de las Navidades”.

El número dos de Sánchez en el PSOE ha agradecido el tono, el gesto y ha asegurado que coge “el guante” para “construir mayorías alternativas”, aunque no ha respondido a la invitación, lanzada también desde Compromís. Las formas entre ambos han mejorado, pero las posiciones políticas y los vetos cruzados que impiden esa mayoría son los mismos que en 2016.

La moción de censura estaba abocada al fracaso numérico casi desde su anuncio en abril. El objetivo político declarado era presentar un “proyecto de país alternativo” al del PP. Algo que en Unidos Podemos creen que han logrado. El grupo confederal considera que se ha trasladado “un nuevo mensaje claro” al PSOE: “Los síes y las abstenciones suman más que los votos en contra”, según fuentes de la dirección del grupo. “Si el PSOE quisiera, hay números, y se podría cambiar el Gobierno del PP”, reiteran las mismas fuentes. “Y nosotros estamos dispuestos a echar a los populares de las instituciones antes de Navidad”, zanjan, replicando el mensaje lanzado por el líder del grupo en la tribuna.

Pedro Sánchez aún no se ha hecho formalmente con las riendas del PSOE, a la espera del congreso federal de este fin de semana, y ya tiene la oferta de Iglesias sobre la mesa. Aunque en el inicio de su carrera para recuperar el poder del partido el ahora secretario general descartó la idea de presentar una moción de censura contra Rajoy, el líder socialista abrió la puerta a intentarlo de nuevo cuando se acercó la fecha de las primarias. Su discurso sobre el eje del “no es no” a Rajoy se complicaba en el nuevo escenario abierto por Iglesias.

Recuperado su despacho en Ferraz, Sánchez ha salido al paso de la iniciativa de Unidos Podemos con una abstención. El motivo: Rajoy es censurable, pero Iglesias no es un buen candidato. La intención de la nueva dirección socialista es no cerrar la puerta a la posibilidad de presentar su propia moción de censura, pero quitarse de encima la presión y manejar sus tiempos.

El portavoz parlamentario interino, José Luis Ábalos, ni siquiera ha contestado al ofrecimiento concreto de Iglesias. Un planteamiento que también lanzó el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, que ha intentado hacer de puente en varias ocasiones entre ambos grupos, sin ningún éxito y ganándose los reproches de sus aliados.

Ábalos ha ignorado ambos mensajes en sus réplicas, aunque ha agradecido el nuevo tono del líder de Podemos –“siempre es mejor que ser insultado”, le ha dicho–. “Este fair play no se había visto nunca”, señalan fuentes socialistas.

En Podemos, por su parte, ha extrañado precisamente el tono de Ábalos, más duro de lo que se esperaban en el partido de Pablo Iglesias y en el grupo confederal. El portavoz socialista ha esgrimido desde su primera intervención un documento interno de Podemos que analizaba el nuevo escenario político tras el triunfo de Pedro Sánchez y que no gustó nada en la filas socialistas.

Ábalos ha hecho equilibrios durante el debate para coger “el guante” del entendimiento sin mojarse sobre la posible moción de censura. “Somos los primeros dispuestos a construir mayorías alternativas en esta Cámara, para desmontar las políticas injustas del PP y para sacar adelante las reformas justas que reclama la sociedad española. Ahí nos encontraremos siempre”, ha dicho Ábalos, que después ha deslizado que la “censura” a Rajoy llegará en las urnas.

Los mismos vetos cruzados que en 2016

La primera interpretación que el portavoz socialista quiere que se haga es que hay un acercamiento para intentar llegar a acuerdos puntuales en el Parlamento. La dirección socialista entiende que a Podemos y al grupo confederal le interesa mantener ese “nuevo tono”, que será todavía más amable según “las encuestas vayan dando mejor” al PSOE. En cualquier caso, los socialistas no quieren cerrar la puerta a la presentación de una moción de censura en el futuro: “No hay nada seguro”, dicen fuentes de la dirección.

En Unidos Podemos-En Comú-En Marea, y en Compromís, tampoco se tiene mucha esperanza en que sea posible un entendimiento global que permita desalojar al PP del Gobierno. “No van a hacer nada”, se lamentaba un diputado conocedor de lo que está ocurriendo en todas las orillas en conversación con eldiario.es.

Los números tampoco ayudan al entendimiento. Al menos, los que se han puesto sobre la mesa en el debate de la moción de censura. El cara a cara entre Iglesias y Ábalos, aun con buen tono, reveló que las posiciones políticas y vetos cruzados que impidieron una suma en 2016 se mantienen.

Ábalos ha reconocido que Ciudadanos “tiene una política social similar a la del PP”, aunque ha reiterado la necesidad de buscar un entendimiento con el partido de Albert Rivera: “Sabemos que Ciudadanos no está a la izquierda, pero hay momentos en la política en que hay que sumar”.

Iglesias, por su parte, arremetió el miércoles con mucha dureza contra Rivera, al que ninguneó intelectual y políticamente. Podemos insiste en que Ciudadanos es “la filial naranja” del PP y ha pedido al PSOE “que no criminalice a ERC” por su actual posición a favor de un referéndum unilateral y la independencia de Catalunya.

“Van a estar cada día con lo mismo”

En las filas socialistas ha gustado, en general, el discurso de Ábalos. No obstante, hay diputados que expresan el temor a que la decisión de dejar la puerta abierta a la posible moción de censura se les acabe viniendo en contra. “Van a estar cada día con lo mismo”, pronostica sobre Podemos un parlamentario alejado de Sánchez.

Otra de las frases que ha causado cierto estupor en un sector de la bancada socialista ha sido la justificación de la abstención que ha hecho Ábalos: “A veces abstenerse no es tan grave”. Los sanchistas ironizan con que quienes apostaron por el voto en blanco que permitió a Rajoy seguir en Moncloa pueden entender la frase como una “absolución” por esa decisión, pero que no se refería a eso sino que iba dirigida a los de Iglesias, a quienes el PSOE pidió la abstención para que Sánchez fuera presidente.