El Partido Socialista y Podemos llevan meses hablando sobre la posibilidad de un entendimiento para desbancar a Cristina Cifuentes de la presidencia de la Comunidad. La operación, que requiere el concurso de Ciudadanos podría servir al PSOE de puente para un pacto en el Congreso participado por Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera. Pero la idea, de momento, se encuentra dormida.
El entendimiento entre los diputados del PSOE y los de Podemos ha sido siempre “muy bueno”, según fuentes del grupo parlamentario socialista. Los conocedores de esas conversaciones señalan que ante los continuados casos de corrupción que afectan al PP en relación con la Operación Púnica planteaban la necesidad de empezar a explorar la posibilidad de un acuerdo que hiciese presidente a Ángel Gabilondo, con el apoyo de Podemos y Ciudadanos.
Los llamamientos al partido de Albert Rivera para que cese en su apoyo a Cifuentes han sido mucho más evidentes que las conversaciones con Podemos. La secretaria general del PSOE-M, Sara Hernández ha realizado numerosas referencias a esta posibilidad en sus comparecencias públicas e, incluso, desde la tribuna algúnos diputados socialistas han llegado a realizar la petición formal.
En esta línea, el diputado socialista Juan Segovia pedía el pasado 18 de febrero al portavoz de Ciudadanos que dejase caer a Cifuentes para convertir a Gabilondo en presidente.
Fuentes oficiales del PSOE-M han señalado a eldiario.es que “no ha habido reuniones formales para tratar un pacto con Podemos o Ciudadanos que implicase una moción de censura. Otra cosa es que haya habido conversaciones en los pasillos de la Asamblea que se hayan producido en esos términos”. Ferraz se mantiene oficialmente al margen de esos contactos pero no ve con malos ojos conseguir en la Asamblea madrileña un entendimiento que pueda servir de puente para un pacto en el Congreso participado por Sánchez, Iglesias y Rivera.
Las fuentes consultadas en el PSOE señalan que ese acuerdo está ahora más lejos, tras el golpe en la mesa que ha ejercido Pablo Iglesias llevándose por delante al número tres del partido por su gestión de las desavenencias en Madrid.