PSOE y PP llegan sin acuerdo al debate de la comisión de reconstrucción del Congreso
PSOE y PP estuvieron reunidos hasta última hora de la tarde del jueves para intentar sellar un acuerdo en materia sanitaria y de política europea para la reconstrucción, pero no fue posible. Los dos principales partidos llegan sin acuerdo al debate y votación de la comisión que se celebra este viernes y se culpan mutuamente de la situación, pero también aseguran que seguirán atornillados a la mesa dialogando para intentar llegar a un entendimiento de cara a la votación definitiva del dictamen que tendrá lugar en el Pleno del Congreso la semana del 20 de julio.
El encuentro de los equipos negociadores –integrados por Adriana Lastra, Rafael Simancas, Félix Bolaños y José Antonio Montilla por la parte socialista y por Ana Pastor y Guillermo Mariscal por parte del PP– acabó sin acuerdo. “La pelota está en el tejado del Gobierno”, decía en un comunicado Génova nada más acabar la reunión. Casi dos horas después, el PSOE confirmaba que “lamentablemente no ha sido posible” llegar a un acuerdo. Tan solo hace 48 horas, Pablo Casado aseguraba que estaban avanzadas las negociaciones y los socialistas confiaban en llegar a un acuerdo en materia sanitaria y europea con los conservadores ante la inminencia de las elecciones vascas y gallegas.
Los socialistas dan por perdido poder llegar a un acuerdo antes de la votación de este viernes, aunque los borradores que presentaron junto a Unidas Podemos será el que salga adelante al menos con el apoyo de Ciudadanos -en el caso del sanitario, económico y europeo-. El Gobierno da por hecho, además, la aprobación porque Vox se levantó de la comisión por lo que cuenta como una abstención.
PSOE y PP se reprochan mutuamente que no haya un acuerdo. “A pesar del esfuerzo hecho por el Gobierno y el Grupo Parlamentario Socialista en acercar posturas, el PP no ha respaldado ninguno de los cuatro acuerdos que nos piden los españoles”, decía el partido de Pedro Sánchez en el comunicado.
Fuentes socialistas aseguran, además, que “no hay voluntad” del PP por llegar a un entendimiento y que plantean cuestiones inaceptables para ellos como mantener los copagos. También temen que el PP pretenda retardar el consenso para evitar que Sánchez llegue a la negociación del Consejo Europeo sin un acuerdo con el principal partido de la oposición.
“El Gobierno y el Grupo Parlamentario Socialista seguirán dialogando y negociando con el PP (y con el resto de fuerzas políticas) con el objetivo de alcanzar grandes acuerdos transversales de Estado para superar las consecuencias sanitarias, sociales y económicas de la pandemia”, remataba el comunicado.
“Hay margen para llegar a acuerdos”
Pese a sus intentos por presionar a los partidos en el Gobierno, el PP sigue insistiendo en que “hay tiempo” para seguir negociando las medidas de la Comisión para la Reconstrucción hasta que los dictámenes que se aprueben este viernes se lleven al Pleno del Congreso.
El Partido Popular se abstendrá en las votaciones de la Comisión para la Reconstrucción referidas a los bloques de Sanidad y Unión Europea, al ver posible un acuerdo con el Gobierno en ambas áreas de aquí al día 22, cuando los dictámenes de la citada comisión se votarán en el Pleno del Congreso. Así lo ha anunciado en rueda de prensa la principal negociadora del PP, Ana Pastor, que ha recalcado que “el PP ha estado sentado trabajando y que hasta el día 22” va a “seguir trabajando, para seguir planteando propuestas y alternativas que sean buenas para los españoles”.
“Mano tendida y a seguir trabajando, creo que en 20 días podemos trabajar y acercar posturas”, ha insistido Pastor. “Seguimos trabajando, lo importante y el momento definitivo, es el día 22. Todos votaremos con responsabilidad, pensando en los españoles. Tenemos muchos días por delante para llegar a acuerdos y hay base para seguir trabajando”, ha recalcado.
Según ha explicado la también vicepresidenta de la Cámara Baja, el PP ha presentado 309 enmiendas a los documentos de la Comisión para la Reconstrucción “de las que siguen vivas 217”. Al haber logrado el respaldo de PSOE y Unidas Podemos para algunas de esas enmiendas, el PP ha decidido abstenerse en los bloques de Sanidad y Unión Europea, como gesto para facilitar el pacto antes del día 22.
Los socialistas han negociado, además, a varias bandas. También han intentado atraer a Ciudadanos para que apoye el documento del grupo de trabajo sobre políticas sociales. El partido de Inés Arrimadas quería que se reconociera a la educación concertada dentro de la inversión de la reconstrucción mientras que los partidos que sustentan al Gobierno sostienen que se debe circunscribir a la escuela pública de gestión directa.
Rufián: “Tiene mala pinta”
Sin embargo, las reticencias no solo llegan por parte del PP sino que los aliados de Sánchez en la investidura también han mostrado su disconformidad con la posición que han mantenido los partidos del Gobierno. El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha asegurado, por su parte, que “tiene mala pinta” todo lo referido a las conclusiones que se pretenden aprobar hoy en el citado órgano parlamentario. “Hay un fantasma que recorre esta comisión, el de la recentralización”, ha denunciado Rufián, que ha considerado que la comisión se ha demostrado como “una oportunidad perdida”. “Es una especie de Juan Palomo entre el PSOE, PP y Ciudadanos para intentar tender unos puentes inexistentes”, ha señalado, para concluir que “el coste es llevarse por delante las competencias de las autonomías”.
El PNV ha amenazado con rechazar los documentos de los cuatro grupos de trabajo. Aitor Esteban ha sido muy crítico con la parte económica de la reconstrucción, que ha calificado de “decepcionante” y “preocupante” por no ser más que “pequeños parches” y “adornos coloridos”.
Bildu ha advertido a los partidos de la coalición que han “decidido caminar” de la mano de la derecha, por lo que les ha emplazado a “rectificar”. Por su parte, el diputado de Compromís, Joan Baldoví, ha anunciado que no impedirá la aprobación del documento económico pero ha reconocido que “no va en la buena dirección”. Su posición se explica por que han aceptado algunas enmiendas, relativas por ejemplo al impuesto de patrimonio o sucesiones pero no el referido a la derogación de la reforma laboral.
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