Nadie hablaba esta vez de ETA hasta que lo hizo el Partido Socialista. La noticia durante gran parte de la carrera electoral del 21 de abril en Euskadi era que la desaparecida banda terrorista había dejado por fin de operar en campaña después de más 40 años haciéndolo a través de la violencia y de más de una década desde el cese de su actividad utilizada como recurso habitual de la derecha para arremeter contra el PSOE. Pero entonces la política volvió a ofrecer un giro de guion inesperado.
“Creo que este es un buen lugar para recordar la figura de Santi Oleaga (asesinado por la banda terrorista en 2001) y de tantos y tantos que perecieron por el terrorismo de ETA”, dijo el lunes el candidato socialista, Eneko Andueza, en un debate organizado por el Diario Vasco y en plena recta final de la campaña. El momento más tenso de ese debate lo protagonizó el propio Andueza cuando interpeló directamente al candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano.
“Hoy, señor Otxandiano, tiene una buena oportunidad de dar un paso al frente y decirle a la sociedad vasca que todo lo que hicieron estuvo mal. Asuman esa responsabilidad que tuvieron, condenen el terrorismo de ETA y exijan la verdad, justicia y reparación a todas las víctimas”, le reclamó.
La maniobra cogió por sorpresa en EH Bildu, uno de los socios parlamentarios más estables del Gobierno de Pedro Sánchez desde hace cinco años. Acostumbrados a la ofensiva de la derecha y la ultraderecha, los de Arnaldo Otegi no vieron venir que esta vez el dardo le venía por la izquierda. Otxandiano respondió: “Nuestra responsabilidad es absoluta y tenemos que avanzar también en otros términos. En los últimos años hemos avanzado en construir puntos de encuentro. Yo me reúno con víctimas de ETA y manifiestan estar preocupadas de la utilización partidista de este tema. Tenemos que ser capaces de plantear este debate en términos constructivos”.
El candidato socialista recriminó entonces a Otxandiano que no fuera explícito en su condena. Y no se quedó ahí. Ante la propuesta electoral de EH Bildu de “desmilitarizar” la Ertzaintza para reducir la posesión de armas, Eneko Andueza afirmó: “EH Bildu ve a la Ertzaintza como un enemigo cuando ellos mismos han sido los enemigos de ésta durante muchos años”.
Después de ese cuerpo a cuerpo, el candidato de EH Bildu concedió esa misma noche una entrevista a la Cadena SER. “¿Qué es terrorismo hoy en día? ¿Lo que está haciendo Israel contra Palestina es terrorismo?”, se preguntó Otxandiano para no contestar a la pregunta de si consideraba o no una banda terrorista a ETA. “Podemos discutir qué es terrorismo y qué no es terrorismo, pero la cuestión principal es diagnosticar en términos políticos cómo se superan los conflictos y creo que en este país hemos avanzado muchísimo”, se limitó a responder.
La reacción en tromba a esas palabras de Otxandiano por parte del PSE, del PSOE e incluso del Gobierno de Pedro Sánchez envuelven la recta final de la campaña de Eneko Andueza. El candidato socialista tildó de “cobarde” al cabeza de cartel de EH Bildu por no atreverse a condenar el terrorismo etarra de manera explícita. Desde el Gobierno central también insistieron en ese término, el de “cobarde”, en boca de la ministra portavoz Pilar Alegría, que añadió: “Es un desprecio a las víctimas y una postura negacionista incompatible con la historia y con la democracia, que fue quien acabó con el terrorismo de ETA”.
Otras voces del PSOE se pronunciaron este miércoles en la misma línea. El ministro de Transportes, Óscar Puente, aseguró sentirse “decepcionado” con Bildu por no calificar a ETA como terrorista. “Soy una persona bienintencionada, de buena fe, y que tenía confianza en que ese mundo estaba en condiciones de dar los pasos que son absolutamente inevitables, que hay que dar, y que iban a tener la valentía de llamar a las cosas por su nombre”, dijo en un acto organizado por El Español.
Cuestionados por esa actitud de cuerpo a cuerpo con uno de sus aliados parlamentarios en el Congreso en una estrategia recurrente hasta ahora en la derecha, en el equipo del presidente en la Moncloa echan balones fuera sobre los réditos de ese plan de cara a las elecciones. “Nos da igual que beneficie o perjudique, son palabras inadmisibles e intolerables y en ese sentido nos pronunciamos”, aseguran.
En Ferraz sí admiten que el plan de ir a chocar con EH Bildu por ETA en la campaña vasca implica contradicciones respecto a su política de pactos en el Congreso y también respecto a la pedagogía que los socialistas intentan hacer en torno a las relaciones con la izquierda abertzale. “Quien dice que Bildu es ETA es la derecha y la extrema derecha. Nosotros les hemos reconocido los pasos que han dado pero también que les falta un recorrido por hacer que ahora vuelve a demostrarse que no han hecho. Y siempre hemos defendido que para sacar adelante políticas progresistas estábamos dispuestos a pactar con quien fuera. Pero no son nuestros socios porque no gobernamos con ellos en ningún sitio”, puntualizan desde la dirección del PSOE.
EH Bildu lo achaca “a los nervios”
La lectura política desde EH Bildu es, lógicamente, muy distinta. Están convencidos los de Arnaldo Otegi que la estrategia de los socialistas en la última semana de campaña solo se debe “a los nervios” por las encuestas. “Están hundidos en los trackings, están haciendo una campaña malísima. Y nosotros no dejamos de subir”, apuntan desde la formación independentista vasca.
EH Bildu está convencida de que ETA está lejos de ser uno de los ejes sobre los que pivota el interés de la ciudadanía vasca de cara a las elecciones del domingo. “Nosotros hablamos de vivienda, de sanidad, de educación, de pensiones. Hablamos de futuro”, apuntan.
No dejan de reconocer en la coalición abertzale, sin embargo, que después de cinco años de una relación política “estable y consolidada” con el PSOE que ha propiciado, entre otras cosas, dos investiduras de Pedro Sánchez, otras dos de María Chivite en Navarra y ahora también la alcaldía de Pamplona para Bildu de la mano de Joseba Asiron, se sienten decepcionados con el último giro socialista.
“Estamos viendo lo que está pasando y lo que están haciendo y a ver qué pasa a partir del lunes. El tema es que todo el mundo sabe que somos honestos y que nunca en la vida dejaríamos caer al Gobierno para abrirle paso a la derecha”, responden en EH Bildu a la pregunta de si esta escaramuza de campaña enturbia el futuro de una legislatura en la que sus votos también resultan imprescindibles.