El PSOE busca dar respuesta a la guerra de Ayuso contra Sánchez entre un gran malestar por el perfil bajo de Gabilondo
La tensión en el PSOE de Madrid ha llegado a Ferraz. El profundo malestar en la organización regional ante la falta de respuesta por parte de Ángel Gabilondo a los constantes ataques de Isabel Díaz Ayuso contra el Gobierno de Pedro Sánchez y su perfil moderado, contrario a entrar en el cuerpo a cuerpo, ha desatado las alarmas en la cúpula del partido. La dirección socialista busca la fórmula de dar respuesta a la presidenta madrileña, convertida de facto en la principal adversaria de Moncloa, y punta de lanza de la estrategia de acoso y derribo que ordena el líder del PP, Pablo Casado.
Lo que inquieta entre los socialistas es la falta de respuesta no solo a los ataques de Ayuso al Gobierno central sino la falta de oposición a su controvertida gestión en la Comunidad donde la pandemia ha sido más devastadora, y que incluye su polémico traslado a un apartamento de lujo propiedad del hotelero Kike Sarasola, con intereses en la región y supuesto beneficiario de un contrato fantasma de más de 500.000 euros de la Comunidad de Madrid que el Gobierno regional primero publicó en su web y que tras las primeras informaciones de prensa desapareció y se atribuyó a un “error”.
En medio de la cruzada de Ayuso contra Sánchez y en el peor momento para el Gobierno regional, los socialistas reprochan prácticamente de forma unánime “el vacío” que supone tener como líder de la oposición a Ángel Gabilondo, que está de salida hasta que Pedro Sánchez le encuentre nuevo destino. “Cuanto más hace el ridículo [Isabel Díaz Ayuso] más canta que el PSOE no está encima”, lamenta un alcalde madrileño, quien lo achaca a que no haya “dirección política”.
Es un capítulo más en la siempre convulsa federación socialista madrileña que algunos anticiparon con la marcha de algunas figuras como el propio secretario general, José Manuel Franco, a la Delegación del Gobierno; Pilar Llop a la presidencia del Senado; José Manuel Rodríguez Uribes al Ministerio de Cultura; o Llanos Castellanos a Patrimonio Nacional. Las posibilidades de recambio para liderar la oposición desaparecieron en la organización madrileña y hay cierta indignación, puertas adentro.
La gestión de Ayuso apenas encuentra respuesta en la oposición que realiza Gabilondo, que evita a toda costa la confrontación e incluso ha pedido a los diputados del grupo parlamentario que eviten entrar en la polémica, lo que ha generado estupor en las filas socialistas, que temen que Más Madrid les coma todo el terreno. “A mí me llega incluso por los grupos de militantes del partido más lo que hace Más País, como la intervención de Mónica García, que lo que hacemos nosotros”, lamenta un exdiputado regional.
“No vamos a preguntar por los contratos”, se quejaba una parlamentaria la víspera del Pleno en la Asamblea que se celebró un par de días después del escándalo de la desaparición del Portal de Transparencia del contrato fantasma para Room Mate, la empresa propietaria del apartamento en el que se hospeda Ayuso desde hace ya más de dos meses. Los socialistas han reclamado esos contratos a través de la Asamblea, donde han impulsado una veintena de iniciativas sobre el asunto. Ese tema lo sacó el portavoz de Más Madrid, Pablo Perpinyá, obligando a Ayuso a admitir que llevaría a cabo una investigación sobre lo ocurrido.
Gabilondo se interesó por los criterios técnicos de la Comunidad de Madrid para pasar a fase 1, pero no entró en las deficiencias que esgrime el Ministerio de Sanidad para descartar la evolución, entre ellas los problemas en la Atención Primaria. En plena guerra de la presidenta regional contra Sánchez, a quien ha acusado de mantener a los madrileños como “rehenes” y de provocar la “ruina absoluta” incluso alentando las concentraciones en las que se reclama la dimisión del presidente, el jefe de la oposición ha insistido en la necesidad de buscar un gran acuerdo –que Ayuso no tardó en rechazar nada más proponerse– y en la propuesta de crear una comisión de reconstrucción social y económica en la Asamblea semejante a la constituida en el Congreso. “En el grupo hay esa directriz, pero porque lo ha dicho Pedro Sánchez”, concede un dirigente regional.
“Se puede pedir un pacto y ser crítico con la gestión”, resume un destacado dirigente socialista. Esa fue la reclamación que expusieron varios miembros de la Ejecutiva regional en su última reunión hace unas semanas. “Tenemos un problemón muy grande. Entiendo que Gabilondo es como es, pero alguien tiene que defender al Gobierno y nadie sale”, expresa otra de las fuentes consultadas.
Esa situación ha obligado a Moncloa y Ferraz a preparar una respuesta desde otro nivel pero con un complicado equilibrio ya que la intención de Sánchez es que el Gobierno no caiga en el cruce de reproches. El PP ha convertido, además, la situación de la Comunidad de Madrid en uno de los principales asuntos de la política nacional. Sánchez se vio obligado a responder -en este caso a Ciudadanos- sobre la decisión de mantener a la región en fase 0 ante las acusaciones de haberse basado en criterios políticos: “Han sido expertos y profesionales sanitarios los que están diciendo que la Comunidad de Madrid no está preparada para pasar a fase 1”.
No era la primera vez que la batalla de Ayuso protagonizaba un debate parlamentario. La portavoz socialista, Adriana Lastra, ha tenido que defender al Gobierno de España de las acusaciones del PP en varias sesiones para prolongar el estado de alarma. La número dos del PSOE criticó que Casado trate de “imitar” a Ayuso, a quien reprochó que dijera que “cuando sales a la calle también te puede atropellar un coche”. “Que la presidenta de la comunidad que más está sufriendo la pandemia diga esto es impropio porque lo que viene a decir es que los madrileños se apañen como puedan”, expresó Lastra.
El discurso de la portavoz socialista en el Congreso y el de otros dirigentes nacionales contrasta con el de Gabilondo, que este mismo jueves en el Pleno de la Asamblea de Madrid insistía en pedir un pacto de reconstrucción, el mismo que previamente había promovido Sánchez desde el Gobierno. A diferencia de Lastra y otros miembros del PSOE que han comenzado a responder a los ataques de la presidenta madrileña, Gabilondo prefiere mantener la mano tendida.
“La sociedad reclama que evitemos la división y la crispación y usted no puede ignorarlo. Llame a la serenidad”, reclamaba el líder de la oposición en Madrid a una Ayuso que de nuevo rechazaba cualquier acuerdo “con el desastre”, como ha bautizado en las últimas semanas al Gobierno de la Moncloa. “Ni el aislamiento ni la conflictividad ni la judicialización y menos el enfrentamiento con el gobierno de España son el camino”, insistía Gabilondo.
Desde el entorno del portavoz aseguran que “trabaja sin descanso” en la actividad parlamentaria como principal líder de la oposición tras ganar las elecciones hace un año, pero que no haber visos de ruptura en el bipartito de PP y Ciudadanos con el apoyo de Vox, “el trabajo ha de ir ahora focalizado a evitar olvidar a los más vulnerables y desprotegidos por la crisis”. “Así lo entendemos nosotros. Queremos acordar líneas de trabajo que deban tener obligatoriamente en cuenta atender a los sectores que solo la izquierda representa”, explican en el equipo de Gabilondo.
Las principales respuestas articuladas desde la cúpula socialista no han estado exentas de polémica. La primera fue la campaña que el partido lanzó en Twitter cuando el Ministerio de Sanidad denegó por segunda vez el paso a fase 1 a la Comunidad de Madrid. PP y Ciudadanos se rebelaron contra los socialistas por un tuit en el que acusaban al Gobierno regional de gestión “irresponsable e ineficaz” de la crisis. Dirigentes socialistas consideran que esa afirmación fue un “error”, pero el lema de la campaña “Protegemos Madrid” fue secundado por miembros de la cúpula del PSOE, entre ellos Lastra, frente al ataque que recibía el Ejecutivo.
“¿Por qué España está en cifras tan altas de contagiados y de fallecidos por la Covid? Porque en España está la Comunidad de Madrid”, expresó en una entrevista Rafael Simancas, que había recibido la orden de dar respuesta a los ataques de la Comunidad. El diputado socialista se llevó un rapapolvo de José Manuel Franco y del propio Gabilondo. “La prudencia no está de moda”, expresó el portavoz en la Asamblea.
La beligerancia de Ayuso también fue respondida por José Luis Ábalos, que es secretario de Organización del PSOE pero también ministro de Transportes, al acusar a la presidenta madrileña de “convocar manifestaciones en la calle sin ninguna distancia social”. “Un gobernante responsable tiene que estar pensando en cómo mejorar las cosas y no cómo empeorarlas”, expresó en Los Desayunos de TVE.
El PSOE también ha impulsado una iniciativa en el Senado para reclamar a la Comunidad de Madrid todos los contratos con la empresa de Kike Sarasola realizados por administración madrileña desde el 1 de marzo al 10 de mayo, especificando órgano contratante, número de expediente, fecha, objeto, cuantía y partida presupuestaria. “Tenemos a la presidenta de la Comunidad de Madrid que se dedica a hacer numeritos y broncas para esconder su manifiesta incapacidad para gestionar la COVID-19”, expresó el portavoz en la Cámara Alta, Ander Gil, que compareció este martes acompañado del senador José Cepeda, quien aseguró que la oposición en la Asamblea está “maniatada” dado que ese tipo de peticiones se califican pero no se cursan.
Los socialistas han optado por ahora por articular la respuesta más dura a través de un grupo de parlamentarios, entre ellos Cepeda y también la portavoz adjunta en la Asamblea, Pilar Sánchez Acera, que ofreció una rueda de prensa para dar una respuesta a la polémica del apartamento de Ayuso, y también del diputado en el Congreso Daniel Viondi, uno de los más combativos contra el Gobierno regional a través de las redes sociales. Esa reacción, aseguran varias fuentes socialistas, está “coordinada” con la dirección regional.
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