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“No le damos una oportunidad a Rajoy, desbloqueamos el país”

La exportavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez.

Irene Castro

Soraya Rodríguez (Valladolid, 1963) ha recuperado cierta actividad como portavoz socialista tras la salida de Pedro Sánchez, que la relevó de ese puesto en el Congreso cuando fue elegido secretario general. Próxima a Alfredo Pérez Rubalcaba, la diputada socialista defiende que el PSOE solo tiene la opción de permitir que gobierne Mariano Rajoy o “bloquear” la situación para que haya nuevas elecciones.

Rodríguez apuesta por una abstención en bloque de todo el grupo parlamentario: “Un partido como el PSOE, si no puede formar gobierno, no puede bloquear que lo forme el que puede hacerlo, en este caso la lista más votada que ha llegado a un acuerdo con otra fuerza que le da 170 escaños”.  

¿El PSOE se enfrenta a su nuevo 135? (por la reforma de ese artículo de la Constitución pactada con el PP)

Creo que no. El PSOE asume una decisión difícil en un contexto muy complejo y en una situación interna de enormes dificultades. Saldremos de esta situación mirando hacia delante indudablemente, analizando cuál es nuestra situación y cuál debe ser nuestro papel en el futuro. 

En esa situación interna complicada, hay dirigentes, algunos de su federación como el propio secretario general o el alcalde de Valladolid, que mantienen el no con mucha vehemencia. ¿Va a ser posible restablecer las relaciones no solo a nivel federal sino en las federaciones o habrá ruptura?no

No creo que vaya a haber una ruptura. Estamos abordando un debate político en el que existen distintas posturas que deben defenderse con argumentos. Hay que bajar el diapasón del debate y centrarlo más en argumentos políticos y no tanto en sentimientos. En todo caso, vamos a recomponer la situación de división interna. El PSOE saldrá de esta unido. 

Cuando habla de sentimientos, es que los que están manteniendo el “no es no” ¿están siendo poco prácticos?

No. El debate no se ha centrado bien, porque se ha cometido un error de importantes dimensiones que ha sido el de plantear una decisión en torno a la gobernabilidad de España con la existencia de dos bandos en el PSOE. Haciendo que decir no y yendo a unas terceras elecciones era posicionarse en torno a una posición más de izquierdas, más auténtica. Y a los que no estaban en ese planteamiento situarles en el otro bando, que se suponía de menos izquierdas, de menos autenticidad o más cerca de la derecha. 

No hay bandos en el PSOE. Es la alternativa al PP. Nadie quiere que gobierne el PP, por eso todos deseamos ganarle que es la garantía de que no gobierne. Y en relación al no o a la abstención hay que centrarlo en lo que es. ¿Podemos repetir indefinidamente unas elecciones negándonos a que un nuevo escenario parlamentario fragmentado permita ofrecer soluciones?

Pues no, es malo para la democracia, las elecciones no son una consulta en la que se consulta tantas veces hasta que sale el resultado que te gusta, hay que asumir lo que dicen los ciudadanos en las urnas y gestionarlo. Un partido como el PSOE, si no puede formar gobierno, no puede bloquear que lo forme el que puede hacerlo, en este caso la lista más votada que ha llegado a un acuerdo con otra fuerza que le da 170 escaños.  

Quienes ahora apuestan por la abstención, ¿han sido poco valientes al no haberlo defendido antes?

No. Se ha dado un contexto bastante complejo para plantear un debate abierto sin tramas y que no fuera trucado. Es un debate realista en base a las dos opciones posibles: terceras elecciones o facilitar la gobernabilidad absteniéndonos para que gobierne la lista más votada. El gobierno alternativo no era una opción real. Dejó de serlo aquel día de marzo en el que el PSOE presentó un acuerdo parlamentario de 131 diputados, que era la opción que más respaldo tenía, y que fue frustrado por Podemos que votó junto con el PP para evitar un gobierno alternativo. La opción de un gobierno del PSOE con Podemos y apoyo de los de la derecha independentista y de la izquierda secesionista era imposible para el PSOE. 

¿Le preocupa que se vincule la rebelión contra Pedro Sánchez con la intención de algunos de abstenerse, que no se había planteado hasta entonces?

Es una lectura que no se corresponde con la realidad. No estoy siquiera de acuerdo con la rebelión. En el Comité Federal del 1 de octubre, más allá de la terrible escenificación de lo que venía siendo ya una fractura del partido, lo que sucedió fue la aplicación de los mecanismos internos. El secretario general sometió a votación una propuesta que ya se había rechazado, resolver el liderazgo interno antes de que se resolviera la gobernabilidad. Sánchez sabía que, de ser rechazada, suponía una desautorización que conllevaría su dimisión. Por eso ni rebelión ni vinculación con otra decisión. 

¿Permitir a Rajoy tener otra oportunidad puede pasar factura electoral al PSOE?

El que Mariano Rajoy tenga otra oportunidad en el gobierno lo han decidido los ciudadanos. La lista más votada el 20D, no entiendo cómo después de los escándalos de corrupción y las políticas de recortes, fue la del PP, y el 26J. Después del 26J sucedieron dos cosas: no solo tuvo más escaños sino que el resto de fuerzas retrocedimos y la izquierda, en su conjunto, lamentablemente también. Si optamos por desbloquear, lo que vamos a hacer es dar una salida democrática a una situación de bloqueo de diez meses en la que sin pactar, sin votar con el PP, vamos a dejar que gobierne quien ha sido más votado.

Con la misma vehemencia que defendí en marzo que no habiendo otra mayoría posible el PSOE había conseguido una con Ciudadanos de 131 diputados y que era democráticamente aceptable que pudiera dar una salida, hay que entender que cuando no puedes formar gobierno no puedes bloquear que otro lo haga. No le damos una oportunidad a Rajoy, desbloqueamos el país.

El otro debate es si se abstienen once diputados o todo el grupo parlamentario. ¿Qué se debe hacer?

Lo decidirán los órganos de dirección, pero mi posición personal es que si el próximo domingo el Comité Federal cambia de posición y adopta la de que se eviten terceras elecciones y, por tanto, abstenernos, esa es la posición política del partido. Por tanto, el grupo parlamentario deberá seguir la decisión política. No entiendo que tras un largo camino de debate se decida abstenernos y que eso lo hagan solo once diputados. Creo que el grupo parlamentario debe votar en bloque. Me parece más claro para explicar a la ciudadanía y, en definitiva, votar como siempre lo hemos hecho, que es manteniendo la unidad del grupo. 

¿Teme que quede patente la división en el grupo porque haya diputados que mantengan, como ya han dicho, el no a Rajoy?no

No lo temo. Indudablemente el que se separe de la decisión política de las siglas del partido con el que ha concurrido a las elecciones tendrá que explicarlo. Tendrán que explicar por qué votan con otros partidos. 

¿Qué debería hacer la dirección del grupo? 

No quiero entrar en especulaciones. Hay un reglamento que hay que seguir. No estamos frente a una votación más de una ley, es una decisión de cierta envergadura, que va a marcar la posición de esta legislatura: hacer una oposición constructiva pero muy firme a un gobierno en minoría con una mayoría parlamentaria distinta. Es una situación inédita que supone hacer política con mayúsculas que nos obliga a negociar, ceder y consensuar mucho. Puede llegar a ser bueno que haya mucho consenso para tomar determinadas reformas estructurales, pero hay que creer en ello. Por eso digo que es una decisión de calado. 

Si Pedro Sánchez se mantiene en el no, ¿debe abandonar el escaño o votar en conciencia?

No seré yo quien diga lo que tiene que hacer el exsecretario general. Él sabrá medir sus actuaciones.

En el caso del PSC, ¿entiende el posicionamiento que está manteniendo?

El PSC forma parte del grupo parlamentario, tenemos un acuerdo en virtud del cual establecemos nuestra relación, pero creo que si está dentro del grupo socialista no puede plantear una situación de autonomía parlamentaria cuando las decisiones de calado, sustanciales, se planteen. Todavía queda tiempo para que podamos hablar, dialogar, y que el PSC actúe en consecuencia. No entiendo que solo se acepten las posiciones que ellos plantean. La esencia de la democracia es aceptar el diálogo, una votación, pero también el resultado mayoritario de esa votación. Si todos vamos al Comité Federal con intención de dialogar, pero de aceptar solo la decisión que salga si es la que defendemos nosotros, sería una reunión que nos podríamos ahorrar. 

Si el PSC decide saltarse al Comité Federal, ¿el PSOE deberá replantearse la relación?

Deberíamos tener un debate conjunto y profundo sobre la posición que en el futuro quiera adoptar el PSC respecto a su autonomía parlamentaria. 

¿El congreso para renovar el liderazgo debe ser cuanto antes o se deben dejar reposar las aguas?

De lo que no hay ninguna duda es que se va a convocar un congreso extraordinario en el que se elegirá el nuevo liderazgo del partido por primarias. Que nadie se apropie de este voto de los militantes. Es un logro colectivo del PSOE. Nadie puede apropiarse de eso. Si alguien lo hiciera podría ser el secretario general que lo aprobó, que fue Alfredo Pérez Rubalcaba. En todo caso, la fecha la dejo a criterio de la gestora que para eso la hemos elegido y está presidida por una persona con muy buen criterio. 

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