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El PSOE reniega ahora de Unidos Podemos: “No nos hace falta formalizar un espacio de relación”

La dirección de Pedro Sánchez cierra 2017 de una forma muy distinta a cómo comenzó a mediados de año su segundo mandato. Mientras que en junio el líder socialista se presentó con el objetivo de acabar con Mariano Rajoy, le ha apoyado en los últimos meses ante el desafío independentista por “responsabilidad”. Además, lejos queda el intento del secretario general del PSOE de tejer alianzas con Pablo Iglesias, a quien denominó “socio prioritario”. Ferraz reniega ahora de esa relación que buscó el Congreso y que ha fracasado.

La mesa de coordinación permanente que impulsaron Sánchez e Iglesias en julio, a instancias del PSOE, solo se reunió para su constitución. Apenas ha habido un seguimiento por parte de Margarita Robles e Irene Montero, las portavoces parlamentarias sobre las que recayó esa coordinación para acabar con las políticas del PP, tal y como lo presentó Pedro Sánchez.

Ahora el PSOE rechaza ese escenario: “No nos hace falta formalizar un espacio de relación”, ha dicho el secretario de Organización, José Luis Ábalos, en la rueda de prensa en la que ha hecho balance del año. “No tenemos ninguna sociedad”, ha expresado el dirigente socialista negado que el partido pusiera el énfasis en acercarse a Unidos Podemos en el Congreso, pese a que Sánchez denominó al grupo confederal su socio preferente.

Ábalos ha insistido en que no supone un cambio de posición sino que su objetivo fue siempre alcanzar acuerdos programáticos y que con Podemos había “más inquietudes compartidas”. Ha recordado que también se mantuvieron reuniones con Ciudadanos, con quien abordaron una agenda en materia de regeneración, y con IU, a quien prometieron una normativa de la eutanasia.

No obstante, el dirigente del PSOE ha admitido desavenencias con Podemos y sus confluencias en los últimos meses. “Además, hemos tenido algún problema”, ha reconocido Ábalos ante la insistencia de los periodistas y se ha referido a la expulsión del PSC del gobierno municipal de Barcelona. Ábalos ha insistido en que habrá colaboración en asuntos sociales con Unidos Podemos. “Aquellos que venían a cambiarlo todo nos han conducido a la frustración”, ha dicho Ábalos sobre Iglesias y sus socios. La relación entre Sánchez e Iglesias se ha enfriado de nuevo en los últimos meses en los que apenas han hablado.

“No podemos pedir un adelanto electoral”

El grueso de las críticas en el balance que hacen los socialistas ha ido a parar, no obstante, al Gobierno de Mariano Rajoy y a su “socio” Ciudadanos. Con un nuevo lema en el atril (“Rajoy es fracaso”), Ábalos ha hecho una crítica lectura de lo que va de legislatura y de los seis años que lleva en el poder.

Sin embargo, ha dejado claro que el PSOE no pedirá a Rajoy que se marche antes de tiempo. El dirigente socialista ha explicado que “no es el momento” de pedir un adelanto electoral por la crisis en Catalunya. “No podemos pedir un adelanto electoral en medio de esta crisis”, ha respondido Ábalos, que se ha escudado en la “responsabilidad” del PSOE ante el desafío independentista.

Precisamente el PSOE trata ahora de desmarcarse de esa alianza que le llevó a apoyar el 155 y por la que Sánchez y Rajoy fueron de la mano. Ferraz marca ahora distancias y asegura que la relación que tienen con el Gobierno son “dinámicas distintas” a las de Ciudadanos. Por eso explica que el presidente se reuniera este jueves con Rivera y no lo haya hecho con Sánchez. No obstante, ha dicho que acudirá a la cita si le convoca.

Sánchez ya había abandonado la posibilidad de formar un gobierno alternativo a través de una moción de censura. Ahora el líder socialista se refiere echar a Rajoy ganando al PP en las urnas. Si no hay adelanto electoral, el PSOE asume que el presidente seguirá hasta 2020, aunque Ábalos ha asegurado que es necesaria una “alternativa a las derechas”.

Ciudadanos también ha estado en el foco de las críticas del PSOE, que sitúa a Albert Rivera en la derecha socia del PP. Pero además de cargar contra la formación con la que Sánchez llegó a un acuerdo en 2016 por su gestión a nivel estatal, también ha cuestionado la capacidad de Inés Arrimadas para liderar su primer puesto en las elecciones del 21D.

Puigdemont debe estar en Catalunya si quiere presidir

Además de pedirle “iniciativa”, como ya hizo hace unos días, Ábalos ha asegurado que Ciudadanos no está capacitado para el liderazgo en Catalunya. “La primera iniciativa es poder hablar con los demás y el problema de Ciudadanos es que como quiere ser tan exclusivo no puede –ha expresado–. Para convivir hay que reconocer y no descalificar y es lo que le gusta hacer a Ciudadanos. Como al final ninguno te gusta, como con ninguno puedes hablar, al final viene esta soledad y de la soledad viene la impotencia. Pero eso hay que pensarlo antes de prometer todos”.

Ábalos ha asegurado que Carles Puigdemont no podrá ser presidente de la Generalitat si no vuelve a España –y la orden de la Justicia es que sea detenido nada más pisar suelo estatal–. “Catalunya debe ser gobernada desde Catalunya, ni desde el exilio ni ningún otro espacio oculto que dificulte la gestión. Un presidente tiene que estar en su tierra y dedicado a gobernar”, ha zanjado.

Pedro Sánchez ha delegado en su número tres el balance de 2017 y se ha marchado de vacaciones. El secretario general del PSOE ha optado por no dar la réplica a Mariano Rajoy, poco acostumbrado a conceder ruedas de prensa, aunque no suele fallar en dos citas anuales: la de fin de año y la que celebra en verano cuando termina el curso político. “No es tradición”, ha contestado Ábalos.

El líder socialista apareció en 2014 para dar la réplica al presidente del Gobierno por estas fechas. Fue apenas seis meses después de haber sido elegido secretario general por primera vez. También aprovechó la cercanía de las primarias para dar la réplica a Rajoy ese verano.

En 2015, Sánchez se acaba de presentar a unas elecciones en las que obtuvo el peor resultado de la historia del PSOE y las aguas internas se removieron con el amago de los barones de destituirle ante el batacazo. Tampoco entonces ofreció una rueda de prensa más allá de la que protagonizó tres días después de los comicios.

En 2016, una gestora estaba al frente del PSOE tras la destitución de Sánchez. El presidente, Javier Fernández, también prefirió rehuir las preguntas de los periodistas y fue el portavoz, Mario Jiménez, el que hizo el balance del año más convulso del PSOE.